Los Mossos d'Esquadra han desarticulado en las últimas semanas tres clanes familiares que se dedicaban a robar a turistas en Barcelona tras la detención de 13 personas que se hacían pasar por policías y que requerían la documentación a las víctimas para robarles el dinero que llevaban en carteras y bolsos.

Según han informado hoy los Mossos, la detención de estos 13 delincuentes, doce hombres y una mujer, todos ellos de nacionalidad rumana, se ha producido durante los meses de agosto y septiembre por parte del Grupo de Multirreincidentes del Área de Investigación Criminal, que ya había actuado contra estos clanes en años anteriores.

Los delincuentes, que cometían los robos en zonas monumentales y turísticas de Barcelona, están acusados de delitos de robo con intimidación, hurto, estafa, usurpación de funciones públicas y pertenencia a grupo criminal.

Estos clanes actuaban siempre en grupos de cuatro personas, una de las cuales se hacía pasar por turista y hacía creer a los auténticos visitantes de que se les había presentado un auténtico policía de paisano y que efectuaban una labor de identificación habitual y normal en la capital catalana.

Otros dos miembros de la banda asumían el papel de policías y el cuarto realizaba labores de conductor del vehículo en el que se desplazaban y vigilaba la presencia de dotaciones auténticas policiales en la zona.

Los detenidos paraban a las víctimas, se acreditaban como policías con falsos distintivos y les obligaban a identificarse aduciendo que estaban realizando gestiones policiales, para aprovechar después una distracción de los turistas y apropiarse del dinero en efectivo que llevaban.

Otras veces alegaban que investigaban la circulación de tarjetas falsificadas, por lo que se apoderaban de ellas e intimidaban a las víctimas para conseguir el número secreto.

Posteriormente, simulaban que hacían comprobaciones telefónicas con la entidad bancaria, un método con el que llegaron a obtener un reintegro de 9.000 euros de una única víctima. Esta segunda fase de actuación contra estos clanes ha permitido resolver 33 hechos delictivos, la mayoría cometidos en Barcelona.

El Grupo de Multirreincidentes contactó con las víctimas de los delitos, que se desplazaron desde sus países de origen, entre ellos Marruecos, Ucrania, Serbia o Tailandia, para testificar y participar en las ruedas de reconocimiento de los delincuentes.