Las inundaciones del mes pasado y el avance una plaga devastadora de cultivos están complicando la cosecha en varias zonas del noreste de Nigeria afectadas por la violencia y por el deterioro de la seguridad alimentaria, alertó hoy la FAO.

Según la última evaluación de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Alimentación (FAO), el número de personas que sufren altos niveles de hambre en esa parte del país aumentó de 4,7 a 5,2 millones entre marzo y junio pasado.

En una de las zonas más afectadas por la falta de alimentos, el estado de Yobe, las fuertes lluvias han provocado grandes inundaciones que, a su vez, han causado graves daños.

Algunas comunidades de agricultores también han sufrido la aparición de la plaga del cogollero del maíz, que se ha extendido por numerosos lugares del continente africano en el último año y medio, destacó la agencia en un informe.

Esos factores están elevando los índices de desnutrición en el noreste de Nigeria, al igual que la violencia del grupo yihadista Boko Haram, que ha llevado a 1,7 millones de personas a abandonar sus hogares y a la interrupción de las actividades productivas.

La FAO advirtió también que, entre los más de cinco millones de personas con grave inseguridad alimentaria en Yobe, Borno y Adamawa, unas 50.000 siguen teniendo "extremadamente difícil" el acceso a los alimentos.

La agencia ha entregado semillas y fertilizantes a un millón de desplazados internos y miembros de las comunidades que los acogen en esas zonas para satisfacer sus necesidades alimentarias durante seis meses, aunque denunció la falta de acceso humanitario a ciertas áreas a causa de la inseguridad.

La principal temporada de cultivo está en marcha en el noreste de Nigeria, con buenas perspectivas para los cereales, y en breve comenzará la cosecha.

Por ahora solo se ha financiado un tercio de los 62 millones de dólares que la FAO pide para mejorar la alimentación y los medios de vida de los más vulnerables en el país.