Un grupo de hombres armados no identificados secuestraron ayer al menos a 30 campesinos, la mayoría de ellos jóvenes, en la aldea de Mamba en la región de Mopti, en el centro de Mali, según informaron fuentes de seguridad y locales.

Esas fuentes aseguraron que se trata de un grupo de presuntos yihadistas que intentan imponer la sharia (ley islámica) a los habitantes del pueblo.

La venganza sería el motivo de estos secuestros, después de que se hayan registrado enfrentamientos entre yihadistas y habitantes del pueblo en una zona donde el Estado está prácticamente ausente, agregaron.

Hace cinco días los presuntos yihadistas golpearon a un grupo de mujeres de esta aldea cuando volvían del zoco en plenos preparativos para celebrar la Tabaski (fiesta del cordero), debido a que no llevaban el velo que los yihadistas les habían impuesto anteriormente.

En respuesta, las mujeres, junto a un grupo de jóvenes de la aldea, se defendieron y apalearon a dos yihadistas, lo que presuntamente fue el detonante que llevó al secuestro de los campesinos del poblado, explicaron las fuentes.

El secuestro colectivo incluyó en un primer momento a mujeres y niños de la aldea, que más tarde fueron liberados, pero no así los varones.

Según las mismas fuentes, los habitantes del pueblo están preparando represalias desde ayer, apoyados por el Ejército de Mali que desplegó efectivos en la zona en busca de los rehenes.

La situación en Mali es inestable desde el golpe de Estado de 2012, cuando grupos tuareg rebeldes, junto a organizaciones yihadistas, se hicieron con el control del norte del país durante diez meses.

Los yihadistas fueron teóricamente expulsados gracias a una intervención internacional encabezada por Francia en enero de 2013, pero extensas zonas del país siguen escapando al control del Estado, de lo que se aprovechan grupos terroristas que perpetran ataques contra las fuerzas malienses y efectivos de la misión de la ONU en Mali (Minusma).