El cerco se estrecha sobre Cataluña. La semana pasada fue Standard & Poor’s y esta semana es Moody’s quien alerta de las dificultades que está teniendo la comunidad para hacer frente a sus pagos de deuda que vencen en los próximos días. Cataluña tiene un préstamo sindicado de 1.600 millones de euros con CaixaBank, Sabadell y BBVA que vence en las próximas semanas y que tiene que refinanciar.

Este es el origen de la preocupación de las agencias de calificación y por eso Moody’s ha puesto su ‘rating’ en revisión negativa (que es peor que perspectiva negativa). La agencia explica que esta decisión se debe a que “han aumentado las dudas sobre la capacidad de la Generalitat de Cataluña de hacer frente a sus obligaciones de corto plazo”.

Moody’s reconoce que Cataluña siempre ha tenido el respaldo del Estado para hacer frente a sus pagos, sin embargo, de momento no tiene el permiso del Gobierno central para que el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) se haga cargo de esta deuda. Lo que pretende la Generalitat es que el FLA se haga cargo de este vencimiento convirtiendo esta deuda de corto en deuda de largo plazo, sin embargo, necesita conseguir el beneplácito del Consejo de Ministros.

“La incapacidad de Cataluña para obtener el permiso para esta conversión de deuda concreta refleja la incertidumbre que rodea al programa y el riesgo que supone para los acreedores que el Gobierno no ofrezca su apoyo en el momento y tiempo adecuados”, indica Moody’s.

Hundida en el ‘bono basura’

Cataluña tiene actualmente un ‘rating’ de Ba2, esto es, dos escalones por debajo del grado de inversión. La autonomía está cerca de perder este nivel, pero, lo que es más preocupante para la región es que su verdadera calificación, sin el apoyo del Estado, sería de B3, esto es, hundida seis escalones en el ‘bono basura’.

Moody’s advierte que podría rebajar más el ‘rating’ de Cataluña si percibe que el apoyo del Estado es menor del que valora actualmente, si existen dudas sobre el funcionamiento del FLA como apoyo a la deuda de las autonomías o si perciben riesgos de liquidez en la comunidad para hacer frente a sus vencimientos de corto plazo.

La agencia también quiere descargar de presión al resto de comunidades autónomas y advierte que, si el Estado no está ahora para respaldar a Cataluña, "no implicará que haya una disminución de la voluntad y la capacidad para soportar (a las autonomías) con la liquidez del FLA.