Spalding es una localidad inglesa al norte de Londres donde se cometió el doble asesinato.

Spalding es una localidad inglesa al norte de Londres donde se cometió el doble asesinato. Stephen McKay CC

Europa

Una pareja de 14 años ejecutó un doble asesinato a lo 'Bonnie and Clyde' en Reino Unido

Planificaron minuciosamente el asesinato de una niña de 13 y su madre. Ahora esperan que se concrete su condena. 

19 octubre, 2016 13:59

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La meticulosa planificación y el doble asesinato cometido por una pareja de adolescentes de 14 años contra una niña de 13 y su madre ha sobrecogido a los británicos. Ambos entraron en su casa una noche del pasado abril tras acordar el crimen. El chico -asesino confeso- le asestó 8 puñaladas Elizabeth Edwards (49 años) y después clavó el cuchillo a la hija de ésta dos veces para acabar ahogándola.

Después el asesino confeso y su novia y cómplice -declarada culpable de doble asesinato el martes- se quedaron 36 horas en la casa de sus víctimas. Se bañaron juntos para limpiarse la sangre, mantuvieron relaciones sexuales, se sirvieron un helado y vieron varios capítulos de una serie de vampiros. Inicialmente habían acordado suicidarse tras cometer el doble asesinato, pero finalmente no llevaron a cabo la segunda parte de su plan. 

Sucedió en la localidad inglesa de Spalding (Lincolnshire) y este martes la niña asesina -cuyo nombre, al igual que el de su compañero, no se ha facilitado- fue condenada por doble asesinato, recogen los medios británicos. Ella había confesado, pero su defensa argumentaba que se trataba de un homicidio involuntario. Ambos tienen ahora 15 años.

El psiquiatra de la defensa de la niña asesina, Indranil Chakrabarti, afirmó ante el jurado que ella sufría un trastorno de adaptación y no había actuado racionalmente durante la planificación, que empezó varios días antes, y la asistencia en el asesinato. En su diario, la adolescente había escrito: "Ayudadme. La muerte es la única forma. Llevo la locura dentro".

El psiquiatra forense que compareció en el juicio, Philip Joseph, objetó que era "cegadoramente obvio" que la adolescente se encontraba en un estado de trastorno emocional más que enferma mentalmente. "Una dinámica de grupo puede llevar a una acción que nunca contemplarías por tu propia cuenta. Bonnie and Clyde... ese tipo de atracción intensa, (...) ellos contra el mundo. Es ese tipo de cosa lo que llevó a esto", aseguró, según recoge The Guardian.

La chica no mostró remordimiento cuando Joseph la entrevistó en septiembre. Tampoco parecía triste, en opinión del psiquiatra forense. "Esto fue un asesinato claramente planeado y controlado- hay control en todo su proceso", aseveró. 

La propia chica había dicho a la policía y psiquiatras cosas como que su acción había sido "pan comido". También había reconocido en sus declaraciones a la policía: "Repasamos el plan una y otra vez".

El fiscal Peter Joyce aseguró que la niña asesina -que ya ha cumplido 15 años, como el chico- había aceptado ser igualmente responsable del crimen, por haberlo planificado y haber ayudado a llevarlo a cabo, informa The Independent. La única cuestión es decidir si se le puede atribuir una responsabilidad menor, según Joyce.

Tras el veredicto del jurado que la declaró culpable de asesinato el 18 de octubre, el juez de la sala, Haddon-Cave, reconoció que había sido un "caso excepcional a todos los niveles". Ahora queda concretar la sentencia y ambos adolescentes asesinos se enfrentan a penas equivalentes a la cadena perpetua.