El presidente de EEUU, Joe Biden, en una imagen del pasado 5 de agosto.

El presidente de EEUU, Joe Biden, en una imagen del pasado 5 de agosto.

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EEUU condena las acciones de China en Taiwán: "Es una escalada para cambiar el 'statu quo' de la isla"

Según Washington las maniobras de China se encuentran en las antípodas de lo que busca EEUU, que es "mantener la paz y la estabilidad" en la región.

7 agosto, 2022 02:38
Enrique Lavilla Agencias

La Casa Blanca ha condenado este sábado las acciones que ha llevado a cabo China en Taiwán y en la zona del estrecho de la isla en los últimos días. Según Washington, los ensayos de guerra realizados por las aeronaves y los buques de guerra chinos que ha denunciado Taiwán no son más que actos provocadores e irresponsables.

"Las actividades son una escalada significativa en los esfuerzos de China por modificar el 'statu quo' de la isla. Son provocadoras e irresponsables y elevan el riesgo de que se produzca un error de cálculo", ha señalado un portavoz de la Casa Blanca a la agencia Reuters.

"Además, son actos que se encuentran en las antípodas de nuestro objetivo principal que es mantener la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán, que es lo que el mundo espera", ha remarcado el portavoz.

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Estas declaraciones de los autoridades estadounidenses se producen después de que Taipéi acusara abiertamente a China de estar preparando lo que sería un ensayo de una invasión real de la isla. Una "fuerte provocación", que puede abrir un conflicto militar de consecuencias imprevisibles para el resto del mundo.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha reconocido también este sábado que las "tensiones" entre EEUU y China "están creciendo". Aunque ha señalado que en momentos de crisis es especialmente importante "mantener el diálogo" y dejar "las puertas abiertas para la diplomacia", en declaraciones recogidas por Efe.

Un caza Mirage 2000-5 prepara un aterrizaje en la base aérea de Hsinchu, en Taiwán.

Un caza Mirage 2000-5 prepara un aterrizaje en la base aérea de Hsinchu, en Taiwán. Efe

La escalada de tensión en la zona se ha producido después de la visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi. Una decisión que no era muy bien vista por la Administración Biden y que despertó la cólera del gigante asiático.

Tras el paso de Pelosi por la isla, el Comando del Teatro del Este del Ejército Popular de Liberación que lidera el general Lin Xiangyang, informó de la realización operaciones militares cerca de Taiwán que comenzaron el martes de la semana pasada.

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Los ejercicios incluyeron maniobras aéreas y marítimas en el norte, suroeste y sureste de Taiwán, entrenamientos balísticos de largo alcance en el Estrecho de Formosa y pruebas de misiles en el mar situado al este de la isla.

Antony Blinken ha insistido este sábado desde Filipinas, donde mantiene reuniones para tratar la seguridad en la región, en que la respuesta china a la "visita pacífica" de Nancy Pelosi a Taiwán ha sido desproporcionada.

"Hablamos de seguridad, reafirmando las posiciones de EEUU de que un ataque armado de China en el Mar de China Meridional tendría una respuesta inmediata de EEUU", en el marco del Tratado de Defensa Mutua firmado en 1951 por Estados Unidos y Filipinas, señaló Blinken en rueda de prensa, en declaraciones recogidas por Efe.

Este pacto se refiere al compromiso de ambas naciones de defenderse mutuamente en caso de un ataque de terceros países y ha cobrado especial importancia en un momento en que se aceleran las fricciones en la región.

Buques de guerra taiwaneses atracados en el puerto de Keelung.

Buques de guerra taiwaneses atracados en el puerto de Keelung. Efe

"Déjenme ser claro: EEUU no cree que escalar la situación se algo que beneficie a Taiwán, a la región ni a nuestra propia seguridad nacional. Le transmití eso directamente a Wang Yi (ministro de Exteriores chino) el viernes", enfatizó.

Chips y semiconductores

El redoble de tambores de conflicto bélico que llega desde Asia está provocando ya un escalofrío en la economía mundial. Y es que, además del drama humano que supondría una guerra para la región, las consecuencias de un conflicto militar en la zona harían saltar por los aires gran parte de la economía de consumo mundial. ¿La razón? Un viejo conocido: los semiconductores.

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Taiwán es la principal potencia mundial en la producción de estos componentes claves para el funcionamiento de la práctica totalidad de los productos de valor añadido con los que nos relacionamos en el día a día. Automóviles, teléfonos móviles, electrodomésticos y ordenadores cada vez son más dependientes de esta tecnología.

Un conflicto que paralizara la salida de estos componentes de la región pondría en jaque al conjunto de la economía mundial. Las industrias más importantes quedarían tan paralizadas o más como durante los meses más complejos del coronavirus. Una situación que los maltrechos mercados no están capacitados para soportar, como apuntan Miguel Elizondo, Rubén Escudero y Alfonso Aguilera hoy en EL ESPAÑOL Invertia.

Quizás por eso el presidente Biden ha querido calmar los ánimos en su país y esta misma noche ha anunciado a través de su cuenta oficial de Twitter que la ley de Chips que pretende poner en marcha va a servir para relanzar los esfuerzos de EEUU de fabricar semiconductores en su territorio.

Según Biden, la nueva ley servirá para fabricar coches, electrodomésticos y ordenadores más baratos y los estadounidenses verán día tras día cómo caen los precios de estos bienes. Y apunta que también servirá para crear puestos de trabajo bien remunerados a lo largo y ancho del país.

Si Biden está en lo cierto y cumple su objetivo no le servirá únicamente para apuntarse un tanto. Lo utilizará en su favor para ganar popularidad y credibilidad entre los estadounidenses. Pero hay un factor que no depende de él: hasta dónde llegará la ira de China tras la visita de Pelosi a Taiwán. A Washington no le conviene adentrarse en un nuevo conflicto geopolítico, pero está por ver que Pekín se vaya a quedar de brazos cruzados.