Dos presuntos terroristas están detenidos en Austria bajo la sospecha de complicidad en el 13-N.

Dos presuntos terroristas están detenidos en Austria bajo la sospecha de complicidad en el 13-N. C. Platiau Reuters

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Atentados de París: confesiones del cuarto comando tras ser descubierto entre los refugiados

"Me dijeron que debía ir a Francia para cumplir una misión", confesó un hombre ante la policía austríaca tras pasar por un campamento de refugiados en Salzburgo.

26 abril, 2016 14:04

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Adel Hadadi es un argelino de 29 años que se presentaba como un simple demandante de asilo ansioso por llegar a Alemania porque "la gente es muy simpática allí". Ahora ha admitido que en realidad pretendía llegar a Francia para participar en los atentados de París del 13 de noviembre, publica este martes Le Monde tras unas primeras revelaciones de The Washington Post el pasado 22 de abril.

Fue reclutado en Raqa (bastión del Estado Islámico en Siria) junto a Muhamad Usman, un paquistaní de 22 años, y los dos kamikazes iraquíes que se hicieron volar en las inmediaciones del Stade de France, de acuerdo con sus propias declaraciones. Los cuatro viajaron juntos desde Siria hasta Grecia, donde sus caminos se separaron al ser detectados los pasaportes falsos de Hadadi y Usman.

Les sometieron a un interrogatorio el 3 de octubre en la isla helena de Leros, lo que retrasó su avance hacia la capital francesa, aunque no impidió que prosiguieran su camino tres semanas más tarde. Los detuvieron de nuevo en un campamento de refugiados austríaco el 10 de diciembre.

Un billete de avión permitió trazar la ruta que había tomado Hadadi, que partió del Argelia el 15 de febrero de 2015 hacia Turquía. Concretamente, Estambul. Desde allí se trasladó a la vecina Siria, al parecer para aprender a "desmontar kalashnikovs". Asegura que allí les encomendaron su misión: "Me dijeron que debía ir a Francia para cumplir una misión y que recibiría instrucciones allí".

Un tal Abu Ahmad es la persona identificada como organizador de la misión del que habría sido el cuarto comando de los atentados de París o refuerzo de alguno de los ataques que se perpetraron en la capital francesa en la noche del 13 de noviembre. Él les dio las instrucciones, les llevó a hacerse las fotos para los pasaportes falsos en Raqa, les proporcionó dinero y les dio sus teléfonos móviles, donde dejó registrado su número de contacto.

Esto último ayudó a establecer la conexión entre los atentados y los dos terroristas confesos, pues el mismo número de teléfono apareció en un trozo de papel cerca de una víctima mortal de los kamikazes del Stade de France. Pero no era la primera vez que la policía veía ese número. Las autoridades ya lo habían detectado el 17 de enero de 2015, en el cuaderno de una persona próxima Abdelhamid Abaaoud, considerado el promotor intelectual del 13-N y muerto durante una redada antiterrorista en Sain-Denis (la localidad del Stade de France) en los días posteriores a los atentados.

Los investigadores continúan tratando de establecer la identidad real de Abu Ahmad, como jefe del comando no europeo del 13-N y uno de los principales lazos entre aquel fatídico día y la célula de Verviers (Bélgica), desmantelada poco después del ataque contra el semanario satírico Charlie Hebdo. El fiscal federal de Bélgica, Frédéric Van Leeuw, aseguró a principios de este año que con aquella operación en Verviers posiblemente se evitó "un primer París". Se sabe que aquel día se escapó de sus manos precisamente Abaaoud.

Cuando los preparativos para el viaje de Hadadi y sus compañeros estuvieron listos, les recogió un vehículo que poco antes de la frontera les dejó para que continuaran a pie. Consiguieron pasar la frontera con la ayuda de dos turcos, según la versión de este terrorista confeso. Cuenta que avanzaron hasta la localidad costera de Esmirna, pasaron una noche en un hotel y luego siguieron la ruta de los refugiados, haciéndose pasar por otro solicitante de asilo más que huía de la guerra.

Cruzaron a Grecia tras pagar los 1.100 dólares habituales para la peligrosa travesía del Egeo donde miles de refugiados han arriesgado sus vidas y muchos de ellos la han perdido. Ellos sobrevivieron. Para matar.

Cuando Hadadi y Usman fueron detenidos en Grecia pudieron contactar con Ahmad y éste les envió 2.000 euros por Western Union para que siguieran su camino a Francia, afirma Hadadi. El 28 de octubre fueron liberados. Atravesaron Macedonia, Serbia, Croacia y Eslovenia hasta que acabaron solicitando asilo en Austria el 14 de noviembre, un día después de los atentados de París.

Los pasaportes sirios falsos encontrados entre las víctimas de los kamikazes de Saint-Denis reflejaban su día de llegada a Europa: el 3 de octubre. Alertadas, las autoridades revisaron los datos de las 197 personas llegadas aquel día a la misma isla de Leros. Así dieron con Hadadi y Usman el 10 de diciembre. Sólo unos días antes, ambos habían hecho una búsqueda en internet sobre billetes de tren a París, a pesar de que los atentados ya se habían cometido. Ahora se enfrentan a la acusación de pertenencia a organización terrorista en Austria y de confirmarse su pertenencia a la célula del 13-N podrían ser juzgados en Francia.

Al menos Hadadi y Usman no consiguieron alcanzar su objetivo.