Los pueblos malagueños de poca población llevan años tratando de llamar la atención del turismo creando en sus calles rincones instagrammeables. El primero que movió ficha en este sentido fue Júzcar, un municipio de la Serranía de Ronda que era un gran desconocido para muchos hasta que en el año 2011 fue conquistado por un poblado pitufo. Todas las casas se pintaron de azul y se comenzó a hablar del pueblo en todas partes.

El último municipio que ha hecho un movimiento más en busca de turismo es Jubrique, un pueblo enclavado en el corazón del Valle del Genal, que ha estrenado un banco gigante de tres metros de altura y 2,5 m de largo que se ha creado principalmente para fomentar la inclusión en el pueblo, pero desde el que se hacen unas divertidas fotografías. Todo el que se sienta en él parece diminuto.

Está ubicado en el Mirador del Peñón Encantado, un lugar privilegiado desde donde aquellos que lo visiten podrán disfrutar de unas espectaculares vistas panorámicas del entorno natural de Jubrique. Junto al banco se han colocado unos pictogramas, sistema de lectura braille y códigos QR donde habrá dos vídeos explicativos --uno narrado y subtitulado y otro interpretado en lengua de signos-- que hacen referencia al entorno que puede divisarse y recorrerse desde el Mirador del Peñón Encantado.

Según el Ayuntamiento de la localidad, más allá de fomentar el turismo, este banco es parte de un proyecto inclusivo en el que pretenden habilitarse diferentes espacios con el objetivo de convertir Jubrique en un espacio abierto para todas las personas. Así, han querido agradecer a todos aquellos que han colaborado en la instalación de este banco, que ya es una realidad.