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La orden de detención de su amigo el traficante El Assir complica la vuelta a España del Emérito

Abdul Rahman El Assir tiene las espaldas cubiertas en España por sus fuertes lazos en los ámbitos económico, político y de inteligencia.

20 enero, 2022 06:06

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Los lazos de amistad del rey emérito Juan Carlos y el mercader de armas hispano libanés Abdul Rahman El Assir (71 años), reclamado por la Interpol y fugado de la justicia española por fraude fiscal, datan de más de tres décadas. Han compartido cacerías, pero también fiestas y reuniones. Incluso, estuvo invitado al enlace del príncipe Felipe VI y Letizia Ortiz.

Precisamente, se ha descubierto el paradero de El Assir, en busca y captura por España, Francia y Suiza, por sus frecuentes visitas al rey Juan Carlos en su complejo residencial de Abu Dhabi.

A este fugitivo de la Justicia, la fiscalía española le solicita ocho años de cárcel por defraudar más de 14 millones de euros a Hacienda y estar en paradero desconocido desde 2018, cuando comenzó a ausentarse ante las citaciones judiciales.

En España es buscado por fraude, pero también es conocido por su intermediación en la década de 1980 en las firmas de acuerdos armamentísticos con países africanos y árabes.

En todo caso, “no le va a pasar nada en España. El problema lo tiene en Francia. De hecho, desapareció de España cuando la inteligencia francesa se disponía a solicitar su detención”, explica la inteligencia extranjera a El ESPAÑOL. “En España está a salvo por sus muchos contactos en los círculos económicos, políticos y de la inteligencia”, asegura la misma fuente.

De hecho, el ex comisario José Manuel Villarejo, intervino con policías y jueces para exonerar a El Assir, en busca y captura por no presentarse a un juicio en la Audiencia de Madrid el 6 de marzo de 2020, según aparece en sus diarios personales.

Las agendas apuntan que el ex mando policial negoció el cobro de al menos 42.000 euros por sus presuntas maniobras para salvar de la Justicia a Abdul Rahman El Assir, según desveló El Periódico de España.

Relaciones con ex presidentes

También son conocidas sus relaciones con los ex presidentes Felipe González y José María Aznar, así como sus negocios con otros políticos, como el ex ministro del PP Rodrigo Rato. Precisamente, El Assir es propietario de una empresa en Luxemburgo con 77 millones, que Anticorrupción atribuyó a Rato.

En junio de 2021, el diario Infolibre publicó que en el domicilio de Rato se encontraron “escritura, certificados, estatutos, documentos y mails” que lo vinculan con la sociedad Wheelerdale Corporation, propiedad de El Assir en Luxemburgo.

Ante la petición de la fiscalía de extradición de El Assir y sus apariciones en Emiratos Árabes junto al emérito, un portavoz de la Casa Real española ha intentado desvincular a la monarquía regente de esta estrecha amistad que une al emérito con un traficante de armas buscado por la Interpol al declarar que “las actividades privadas de Juan Carlos I ya no dependen de la Casa del Rey”.

Sin embargo, esta relación de 30 años, que se intensificó desde que ambos viven refugiados en Emiratos Árabes, dificulta aún más el intento de Juan Carlos de regresar a España. De aquellos tiempos, existe una foto de El Assir saludando al rey Juan Carlos. Por aquel entonces fue también presentado a Felipe González.

El Assir llegó al círculo real por su relación con un banquero amigo del rey Juan Carlos. Habitual de la Costa del Sol, era uno de los asiduos a las fiestas de lujo de la ‘jet set’. Quienes le trataron lo definen como “un hombre de gustos caros, ostentoso y que se relaciona con el poder”. En Marbella es conocido por sus “fastuosos regalos en las bodas a las que asistía, por su clase, educación exquisita, las buenas maneras, su control de las lenguas y su saber estar”.

Venta de material de guerra en África

Abdul Rahman El Assir, hijo de un poeta libanés y una cantante folk, llegó a España de la mano de su cuñado Adnan Khashoggi, empresario y traficante de armas saudí conocido por sus contactos entre las élites tanto del mundo occidental como en los países árabes.

Con la muerte de su padre, la familia El Assir se quedó en situación precaria. La madre le pidió ayuda al ex primer ministro, que colocó a su hijo en la Embajada de Líbano en El Cairo como agregado cultural. Y en una fiesta conoció a una joven saudí, editora y directora de una revista femenina, Samira Khashoggi, hermana del que pronto sería considerado como el hombre más rico del mundo.

Finalmente, se casaron en 1976. Y se convirtió en aprendiz de su cuñado en el mercado de las armas. En cuatro años despegó. Hizo fortuna con la venta de material de guerra en África. Uno de sus grandes negocios fue el envío a Marruecos de material militar español por importe de más de 320 millones de dólares, o la venta de camiones Pegaso a Somalia, además de otras operaciones en Sudán o Egipto. Su secreto estaba en el nivel de sus relaciones con el poder.

El semanario árabe en Londres ‘Sourakía’ consideró entonces que “el milagro de El Assir consiste en comer un día con el rey Juan Carlos I, cenar con el rey Hassan II y desayunar al día siguiente con su amigo Felipe González y otros dirigentes del PSOE”. De hecho, tenía acceso al rey Fahd cuando el saudí estaba en Marbella y gobernaba en Arabia Saudí.

Además, el multimillonario libanés no sólo se codeaba con la alta sociedad española; todavía se le recuerda haciendo de guía turístico de Bill Clinton por Madrid.

Fortuna y poderosas amistades

Tras su separación de su primera esposa Samira, en 1985 se consagró en la clase burguesa española al casarse en segundas nupcias con María Fernández-Longoria, hija del diplomático Carlos Fernández-Longoria, en ese momento embajador de España en Egipto.

El matrimonio acumuló una fortuna y cultivaron millonarias y poderosas amistades. Incluso, en 2016, El Assir invitó al rey Juan Carlos a la boda de su hija Alía María El Assir Fernández Longoria en Gstaad (Suiza). El empresario fletó un avión para que acudieran al enlace sus 300 amigos españoles, entre ellos Ana Aznar, la hija del ex presidente José María Aznar, y su marido, Alejandro Agag.

En la lista también estaban Tamara Falcó y Ana Boyer, vecinas de Puerta de Hierro de la novia, o Myriam Lapique y su marido, Alfonso Cortina. Igualmente se desplazaron hasta Suiza Ricardo Arranz y su esposa, Alicia Villapadierna, y otro grupo de empresarios del mismo círculo de Sierra Blanca.

A pesar de que la mayoría de los invitados viajaron desde España, celebró el enlace de su hija en Suiza porque ya tenía causas pendientes con la Justicia española y evitaba entrar en el país.