El diputado provincial de Ciudadanos Antonio López Martín.

El diputado provincial de Ciudadanos Antonio López Martín.

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La denuncia por acoso contra el diputado provincial que nos cuesta 15.000 euros al mes: "Me tienes que tener contento"

"Yo soy el que te paga el sueldo, yo soy el que decido y te puedo despedir cuando quiera", decía Antonio López Martín, ex líder de C's en Castilla-La Mancha.

17 junio, 2016 01:27

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“Tú lo que tienes que hacer es quedarte en casa con tus dos hijos y hacer lo que yo te diga. Yo soy el que te paga el sueldo, yo soy el que decido y te puedo despedir cuando quiera”. De esta forma amenazaba supuestamente Antonio López Martín, diputado provincial en Toledo y líder de Ciudadanos en Castilla La Mancha hasta hace tres semanas, a la jefa de redes sociales del partido en esta región, María José Navarrete, que el pasado 12 de mayo lo denunció ante la Policía Nacional por un presunto caso de acoso sexual y laboral. En la denuncia, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Navarrete considera que fue despedida en abril por su negativa a retomar la relación que mantenía con López Martín.

La denunciante declaró ante la Policía que, después de unirse al partido naranja, decidió que la relación sentimental que ambos mantenían pasara a ser “únicamente laboral”. “Desde entonces, Antonio no ha cesado en querer retomar la relación más personal que tenían ambos, diciéndole constantemente que si estaba a su lado lo tendría todo y no le faltaría de nada”.

Copia de la denuncia.

Copia de la denuncia.

Antes de ser despedida el 11 de abril, Navarrete remitió al menos dos correos a compañeros del partido donde explicaba la situación que estaba atravesando y solicitaba ayuda. Según las cartas obtenidas por EL ESPAÑOL y que están en el anexo de la denuncia, Navarrete escribió el 19 de enero a Lula Bueno, la jefa de redes sociales de Ciudadanos. En esa misiva le cuenta que López le había dicho que estaba “sola” y que era mejor que se llevara “bien” con él porque de eso dependía su trabajo.

El 29 de marzo remitió también una carta a Ramón Molinary, que por entonces era diputado de Ciudadanos en el Congreso por la provincia de Toledo. “Todo iba muy bien hasta que la amistad se rompió porque mezclamos los sentimientos. Ante esta situación, yo quise poner distancia. Y partir de ese momento López empezó una persecución personal y política contra mí”, decía en el correo. Molinary confirma que recibió esa carta y que se la remitió a diversos cargos orgánicos de Ciudadanos tanto a nivel nacional como regional para que fueran conscientes de la situación.

Subvencionada por la Diputación

Antes de este acontecimiento, López Martín era ya famoso por haber estado en cuatro partidos antes de entrar en Ciudadanos (PSOE, Izquierda Unida, UCIN y UCIT). Y también porque su cargo como diputado provincial en Toledo supone un gasto público superior a los 15.000 euros al mes. Este se reparte entre su sueldo de 5.700 euros brutos mensuales y la subvención que su grupo político -que está compuesto únicamente por él mismo- tiene asignada para gastos derivados de su actividad política (otros 9.640 euros al mes).

Navarrete estuvo trabajando en las redes sociales de C's en Castilla-La Mancha durante dos años, aunque el primero lo hizo de forma voluntaria y sin percibir remuneración. Después de las elecciones municipales, fue contratada en septiembre por Ciudadanos. Según señala en las cartas, su salario -1.350 euros netos al mes- procedía precisamente de la subvención de 9.640 euros mensuales que el grupo de Ciudadanos tiene en la Diputación de Toledo.

Llama la atención que su sueldo procediera de esta fuente. Estas asignaciones, en teoría, están destinadas a cubrir los gastos del grupo parlamentario y no para financiar una labor puramente partidista: gestionar las redes sociales de Ciudadanos en toda la región. López señaló que los grupos políticos tienen potestad para contratar a personal y que la dirección nacional del partido le dijo que la pagara de esta forma. Y entiende que tanto la contratación como el despido se hicieron “correctamente”.

En la carta remitida a Molinary, Navarrete señala: “Antonio dijo que no estaba de acuerdo con que mi sueldo saliera del grupo político de la Diputación y que podía renunciar a esa asignación para que ni el partido recibiera nada ni yo tampoco, por lo que me instaba a tenerlo 'contento' si quería cobrar”. A la espera de lo que dictamine el juez, López Martín asegura que su abogada demostrará que el supuesto acoso sexual y laboral es falso.

Venganza en las listas

Antonio López Martín dimitió hace tres semanas de su cargo orgánico como delegado territorial en Castilla-La Mancha por un lío con las listas que Ciudadanos presenta este 26 de junio en la provincia de Toledo, aunque continúa como diputado provincial en Toledo y concejal en Illescas. En concreto, presentaron una lista en la que se había eliminado al que fue número 1 en los comicios del 20-D, Ramón Molinary, en contra de lo defendido por la dirección nacional.

Pese a los intentos de los abogados de Ciudadanos por cambiar la lista díscola por la oficial, la Junta Electoral determinó finalmente que debía ser la díscola la que concurriera al haberse presentado la primera. El nuevo cabeza de lista, Antonio Santolaya, ni siquiera es afiliado de Ciudadanos y, de hecho, anteriormente formó parte de los gobiernos del PSOE en Castilla-La Mancha.

Molinary, que se ha quedado fuera pese a que ganó las primarias para ser el cabeza de lista, señala en declaraciones a EL ESPAÑOL que su relación con López se estropeó después de que este se negara a acceder a sus pretensiones: “Durante la campaña de diciembre, me pidió que contratara a su hija, María López, como periodista de Ciudadanos en el Congreso. Yo le dije que esa decisión no la podía tomar yo y justamente a partir de aquel día las cosas se fueron estropeando. Él tenía sus intereses por encima del partido”.

“No haber transigido a las demandas del delegado territorial de todo tipo ha hecho que nuestra relación se enfriase -añade Molinary-. De hecho, a mí me dijo en el mes de enero que si me separaba de las directrices que él me marcaba, en el caso de que hubiese elecciones quizá no volvería a ser el candidato”. Molinary también considera que el hecho de que mandara la carta de Navarrete a otros cargos orgánicos para que fueran conscientes de la situación pudo enturbiar aún más su relación con el ex delegado territorial. López, por su parte, aseguró que estas afirmaciones son “mentira”.