El espacio de la casa se divide en dos alturas y un semisótano. Cuenta con cuatro dormitorios, uno de ellos en 'suite', tres baños y cocina independiente. A esto se le añade un cuarto de lavado, gimnasio, bodega y trastero. Esta es sin duda una lujosa propiedad que de venderse por el precio que su propietaria pretende podría solucionar en gran parte la delicada situación económica del matrimonio. Y es que parece que los tres negocios que el matrimonio tiene en funcionamiento -un centro de estética y una tienda de ropa, por parte de ella, y una cafetería, por parte de los dos- no están arrojando los dividendos suficientes para que ellos y sus hijos puedan vivir.