Era una de las citas más esperadas del verano por los expertos del mundo de la moda y por las grandes celebrities internacionales. Al borde del anochecer siciliano, la plaza del Duomo de Siracusa se engalanó este pasado fin de semana para acoger el gran desfile de Stefano Gabbana (59 años) y Domenico Dolce (63), fundadores de Dolce&Gabbana. Los creativos celebraron los diez años de su línea de alta costura y decenas de rostros famosos no dudaron en sentarse en el front row. Entre las personalidades más laureadas se encontraban Drew Barrymore (47), Mariah Carey (52), Sharon Stone (64), Heidi Klum (49) o Kris Jenner (66). Pero, según los medios especializados, las auténticas estrellas de la cita italiana fueron Vanessa Bryant (40), viuda de Kobe Bryant, y su hija, Natalia (19).

La hija mayor del fallecido baloncestista se ha labrado en este último año un camino muy fructífero en el mundo de la moda. Tras cumplir los 18 años en 2021, fichó por la reputada agencia de modelos IMG, que tiene en cartera a algunas de las top models más cotizadas del planeta.

Ese importante fichaje llegaba tras unos dolorosísimos meses por la pérdida de su padre, Kobe Bryant, y su hermana Gianna María en un accidente de helicóptero. El deportista y su hija, de 13 años, perdían la vida el 26 de enero de 2020, en Calabasas, California, cuando se dirigían a entrenar. Esa mañana de domingo había una niebla muy opaca que hizo que el vehículo en el que viajaban el astro de la NBA y su hija junto a otras siete personas acabara estrellándose en las colinas sin dejar ningún superviviente.

La familia Bryant -Vanessa, Kobe, Natalia y Gianna-, dos años antes del fatal accidente. Gtres

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En aquel duro momento, la familia de Kobe, configurada únicamente por mujeres, se unió para hacer frente al dolor. La viuda, Vanessa, encontró el mejor apoyo en su hija mayor, Natalia, que debido a su edad era consciente de lo que estaba ocurriendo, y juntas protegieron a las pequeñas del clan, Bianka Bella (5) y Capri Kobe (3).

Natalia maduró rápidamente para que la familia no se derrumbara por el adiós inesperado de su padre y su hermana mediana, y una vez alcanzó la mayoría de edad sacó fuerzas para cumplir sus sueños, tal y como su progenitor habría querido. Así que tomó un rumbo muy tajante hacia el universo de la moda, y en apenas un año ha protagonizado campañas muy relevantes y se codea ya con los nombres más sonados de la industria.

Solo seis meses después de fichar por la agencia de modelos, Natalia se estrenó en la Met Gala, que ese año se celebró de forma excepcional el 13 de septiembre. La joven apareció en la alfombra roja más especial de Nueva York con un llamativo vestido voluminoso repleto de lentejuelas florales y coloridas de plástico reciclado, que era una creación de Conner Ives.

Más tarde, Natalia Bryant logró su primer gran hito, con el que cerró el año 2021. El pasado diciembre fue una de las modelos que ejerció de imagen en la nueva colección de Ivy Park, la firma fundada y administrada por Beyoncé (40). De esta forma, la joven vio ligado su nombre al de la diva de Houston, pero esto solo era el principio de su acercamiento a los círculos de la jet set estadounidense.

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En estos primeros meses del 2022, la hija mayor de Kobe Bryant ha aparecido en varias portadas de prestigiosas revistas de moda, ha sido la modelo principal de reportajes fotográficos de colecciones de alta costura y las firmas de lujo ya cuentan con ella para que asista a los desfiles más deseados.

Natalia Bryant, en la boda de Brooklyn Beckham y Nicola Peltz el pasado 9 de abril en Miami. Instagram

Natalia ha afianzado su presencia en los ambientes de poder, pero siempre ligados al estilo. Prueba de ello es que fue una de las invitadas estelares a la boda de Nicola Peltz (27) y Brooklyn Beckham (23) en Miami el pasado 9 de abril. La modelo escogió un vestido de color aguamarina oscuro muy favorecedor firmado por Roberto Cavalli, en tejido de seda, con una bella caída y un escote muy pronunciado. La joven Bryant completó el look con un recogido capilar en el que destacaba la trenza XXL que llegaba hasta su cintura.

Cada día que pasa, Natalia aprende un poco más del complejo y al mismo tiempo excitante universo de la moda, y depura su estilo personal con diseñadores internacionales y con estructuras que potencian su anatomía. Así lo ha hecho esta misma semana en el apoteósico desfile de Dolce&Gabbana, donde lució un vestido que representaba a la perfección la esencia de la marca. Un diseño palabra de honor, con el fondo en negro y repleto de flores bordadas de forma artesanal. Natalia brilló, y su madre fue testigo de su gran noche al lado de los rostros más influyentes de la industria textil.