Brasil, más cerca que nunca: descubre un país de ensueño con las nuevas rutas de Iberia
Brasil, más cerca que nunca: descubre un país de ensueño con las nuevas rutas de Iberia
La aerolínea refuerza su compromiso con el país con dos nuevos destinos y más de 590.000 asientos disponibles
Durante los primeros días de junio de 1950, Iberia realizó su primer vuelo comercial entre Madrid y Río de Janeiro, que tardó cinco días en ir y cinco en volver, debido a las escalas. 75 años después de aquel viaje, la situación ha cambiado bastante.
La aerolínea celebra este aniversario aumentando su apuesta por el país. Añade dos nuevas rutas, Recife y Fortaleza, a las ya existentes (Río de Janeiro y São Paulo) sumando así más de 590.000 asientos para viajar a Brasil, un 27% más que en 2024, lo que supone la mayor oferta de su historia. En términos semanales, tiene la capacidad de transportar a casi 12.000 personas entre Brasil y Europa.
Las rutas a Recife y Fortaleza serán operadas con el A321XLR, su avión más moderno y eficiente, con hasta 7.500 km de autonomía y un 40% menos de consumo de combustible. Los vuelos a Recife comenzarán el 13 de diciembre con tres frecuencias semanales (cinco desde febrero), y los de Fortaleza el 19 de enero, con el mismo incremento previsto. Además, la compañía ampliará su oferta en São Paulo, con dos vuelos diarios y un 37% más de asientos, y mantendrá entre cuatro y cinco vuelos semanales a Río de Janeiro.
Recife, la Venecia Brasileña
Recife, Brasil
Bautizada como la Venecia brasileña por su compleja red de ríos, puentes e islas, Recife es una villa cálida y llena de vida. Cuenta con una amplia oferta cultural que puede apreciarse en su arquitectura histórica o en sus museos. Uno de los más conocidos es el Parque de las Esculturas, un museo al aire libre construido sobre un arrecife con alrededor de 90 obras del artista brasileño Francisco Brennand.
Esta ciudad invita a sumergirse por los canales, las calles y las esquinas. Presume de tener la tercera calle más bonita del mundo, según la revista Architectural Design. Está considerada como una joya del noreste brasileño donde la modernidad abraza el rico patrimonio cultural.
Sus ocho kilómetros de costa ofrecen mares tranquilos con piscinas naturales de aguas cálidas formadas por los arrecifes. Recife es un auténtico paraíso para los amantes del submarinismo ya que cuenta con más de 100 enclaves en los que descubrir los microcosmos que se han formado a lo largo de los años. La increíble Playa de Boa Bigem es una de las más conocidas y visitadas. Cuenta con aguas azules y arenas doradas y unas vistas enmarcadas por los cocoteros.
Para conocer esta ciudad también hay que adentrarse en los fogones, puesto que es uno de los principales polos gastronómicos del nordeste del país. Entre las especialidades cobran protagonismo la Peixada Pernambucana, la Galinha à Cabidela y el Arrumadinho y para el toque dulce el Bolo de Rolo.
A las visitas a los restaurantes y los paseos por la ciudad probablemente les acompañe el sonido del frevo, un género musical y de baile brasileño protagonista, sobre todo, durante el Carnaval —uno de los más grandes del mundo—. Durante estos días festivos, se puede ver al Galo da Madrugada, reconocido como el mayor bloque carnavalesco del mundo por el Libro Guinness.
Fortaleza, un destino donde el ocio y la cultura se encuentran
Playa do Futuro en Fortaleza, Brasil
Esta hoja de ruta nos dirige ahora a Fortaleza. La ciudad cuenta con más de 30 kilómetros de playas, cuyas características son muy diferentes. Algunas están situadas en barrios concurridos y cuentan con bares y otras, en cambio, están casi desiertas y sólo es posible el acceder a ellas en barco.
Uno de los arenales más populares es Praia do Futuro, en él encontramos varias atracciones musicales y puestos con comidas típicas. La Praia de Porto también tiene su encanto, cuenta con increíbles dunas de arena blanca y un paisaje impresionante. Además, puede que sea una de las preferidas de los más aventureros, ya que tiene un parque acuático.
Fortaleza ofrece opciones de ocio para todos los gustos, desde museos y teatros hasta una intensa vida nocturna. El Dragao do Mar, por ejemplo, es un centro de arte y cultura que cuenta con cines, un museo de arte contemporáneo y hasta un planetario.
Un paseo por sus calles basta para comprender por qué la UNESCO la nombró Ciudad Creativa del Diseño. Hasta los carriles bici se han convertido en una marca registrada. En la producción de sus artistas locales se puede apreciar la influencia de la cultura indígena, africana, cabocla y sertaneja, tal y como se detalla en el portal web Visit Brasil.
En la cocina de la ciudad cobra protagonismo el marisco y destacan elaboraciones como la moqueca, un guiso de pescado. Sus platos tienen ese regusto a tradición familiar.
São Paulo, una metrópoli que mezcla sabores, ritmos y tradiciones
São Paulo, Brasil
Al sudeste del país, encontramos São Paulo, la ciudad más grande de América del Sur y de Brasil —cuenta con una población de 11,9 millones de habitantes—. Fundada en 1554 por los sacerdotes jesuitas, destaca por su increíble gastronomía, su impresionante arquitectura y su vibrante vida cultural.
São Paulo es el motor económico de Brasil y es conocida mundialmente por ser su principal centro financiero, industrial y de servicios. La presencia de numerosas empresas nacionales e internacionales la convierten en una pieza clave para la economía del país.
La influencia indígena ha dejado una huella profunda en la ciudad, dando forma a su cultura, su sociedad y su identidad. Esta herencia la encontramos en expresiones culturales de la megalópolis como la capoeira, la samba o las fiestas tradicionales afrobrasileñas.
São Paulo aguarda entre sus calles el museo de arte más importante del Hemisferio Sur, el MASP (Museo de Arte de São Paulo). A lo largo de sus pasillos encontramos unas 10.000 piezas que abarcan arte brasileño, americano, europeo, asiático y europeo, desde la Antigüedad hasta el siglo XXI.
Las opciones para degustar su cocina no son escasas, a lo largo de la metrópoli se extienden más de 15.000 restaurantes y 20.000 bares, según detalla la Academia Ibeoamericana de Gastronomía. La presencia de inmigrantes italianos, japoneses, portugueses y de otras nacionalidades ha dado forma a la cocina, las tradiciones y las artes locales de esta impresionante urbe.
El paisaje declarado Patrimonio de la Humanidad de Río de Janeiro
Río de Janerio, Brasil
El viaje finaliza en Río de Janeiro, el icono que atrae a millones de turistas de todo el mundo cada año. La segunda ciudad más grande del país está reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad por su Paisaje Cultural Urbano.
Visitar Río de Janeiro es descubrir paradisíacas playas de aguas translúcidas y paisajes que quitan el aliento. Cuenta con 86 kilómetros de litoral por lo que no es difícil encontrar arenales para todos los gustos. Aunque Ipanema y Copacabana sean las postales más populares de la ciudad, hay otras playas que merecen la pena visitar, como Lema, Lebon o Arpoador.
Pero los paisajes de cuento no se limitan solo a las playas, la impresionante naturaleza está presente también en el Bosque de Tijuca, el bosque urbano más grande del mundo, donde se encuentra el Cristo Redentor en el Cerro Corcovado, a una altura de unos 800 metros, considerado una de las siete maravillas del mundo moderno.
En su gastronomía se refleja el estilo de vida relajado de sus habitantes, mezclando sabores auténticos con una atmósfera informal. Los platos más típicos son las galletas de almidón y el mate helado.
Con la incorporación de destinos como Recife y Fortaleza y la consolidación de São Paulo y Río de Janeiro, Iberia refuerza su compromiso con Brasil, un país de enorme riqueza natural, cultural y gastronómica.