Templo del Cielo, en Pekín.

Templo del Cielo, en Pekín. Cedida

Destinos

Un recorrido por los templos más emblemáticos de la cultura china: el Templo del Cielo y el Templo del Caballo Blanco

Los templos de China son espacios sagrados que reflejan las múltiples influencias religiosas del budismo, el confucianismo y el taoísmo.

Más información: Pattaya, apodada 'la ciudad que nunca duerme': ubicada en la costa este del golfo de Tailandia es uno de los destinos turísticos.

F. J. R.
Publicada

China, una civilización con más de cinco mil años de historia, conserva en sus templos algunos de los testimonios más vivos y deslumbrantes de su riqueza espiritual, filosófica y artística.

Estos espacios sagrados reflejan las múltiples influencias religiosas del budismo, confucianismo, taoísmo o, en muchos casos, una síntesis de todas ellas y dan forma a un legado arquitectónico tan diverso como fascinante.

A continuación, un recorrido por algunos de los templos más representativos del país que permiten conocer mejor el alma cultural de China.

El Templo del Cielo, en Pekín, fue construido entre 1406 y 1420 durante el reinado del emperador Yongle, el mismo que mandó edificar la Ciudad Prohibida.

El Templo del Cielo es un complejo ceremonial de enorme importancia. Designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998, es el mayor conjunto arquitectónico de edificios antiguos de sacrificio en China y triplica en tamaño a la Ciudad Prohibida.

Templo del Cielo, en Pekín.

Templo del Cielo, en Pekín. Cedida

El recorrido ideal para los visitantes sigue la ruta tradicional de los emperadores de las dinastías Ming y Qing: entrar por la Puerta Sur y salir por la Este.

Este trayecto permite contemplar los principales edificios sacrificiales, como el Altar del Monte Circular, la Cámara Imperial del Paraíso, la Pared del Eco y la imponente Sala de Oración por las Buenas Cosechas. El conjunto está rodeado por amplias zonas verdes, entre ellas un bosque de antiguos cipreses, que ofrecen sombra y tranquilidad para descansar tras la visita.

El Templo Lingyin está ubicado entre las frondosas colinas que rodean Hangzhou. Su nombre significa “Refugio del Alma”, es uno de los centros budistas más antiguos y venerados de China. Fundado en el año 328 d. C., este lugar sigue siendo un importante destino de oración y meditación.

El complejo ha sido reconstruido en varias ocasiones, pero conserva elementos de las dinastías Song y Qing. Entre sus cinco principales salones destaca el Salón de los Cuatro Reyes Celestiales, con una imponente estatua del Buda Riente y otra del Buda Skanda, esta última con más de 800 años.

Estatua de Buda, en Hangzhou.

Estatua de Buda, en Hangzhou. Cedida

Muy cerca se encuentra Feilai Feng, una colina con más de 300 esculturas budistas talladas en la roca, muchas de ellas con más de un milenio de antigüedad, que sumergen al visitante en una atmósfera mística y ancestral.

El Templo del Caballo Blanco, en Luoyang, es considerado la cuna del budismo chino. Fue construido en el año 68 d. C. y es reconocido como el primer templo budista establecido en el país. Su importancia histórica es tal que allí se tradujeron por primera vez al chino textos budistas procedentes de la India, tarea realizada por dos monjes que también están enterrados en el recinto.

Al ingresar al complejo, dos caballos blancos esculpidos en piedra dan la bienvenida al visitante. En el primer patio se encuentran las tumbas de los dos monjes misioneros. Luego, en el Pabellón de los Reyes Celestiales, se hallan las esculturas de los cuatro guardianes del templo, situados según los puntos cardinales y portadores de los símbolos protectores tradicionales.

Pabellón Dorado, en Kyoto (Japón).

Pabellón Dorado, en Kyoto (Japón). Cedida

El Templo Shaolin, en Dengfeng, está ubicado no muy lejos de Luoyang. Es mundialmente conocido por ser la cuna del kung fu. Fundado en el siglo V, fue sede de una rama del budismo chan (precursora del zen japonés) y hogar de monjes guerreros que desarrollaron un estilo de artes marciales que aún hoy se practica.

Además del templo, el conjunto alberga el espectacular Bosque de Pagodas, una necrópolis de más de 200 pagodas de piedra y ladrillo, muchas con más de mil años de antigüedad. Este lugar, también reconocido por la UNESCO, constituye una de las expresiones más singulares del patrimonio religioso y cultural chino.

Más información en viajes.fjr@gmail.com