Los carnavales en los distintos países del mundo

Durante unos días las calles se llenan de disfraces y máscaras, y no falta la música y el buen humor. Y todos los carnavales más importantes del mundo tienen un elemento común: la necesidad de olvidarnos de la rutina por unos días y disfrutar al máximo. El carnaval es una de esas festividades que se celebra en casi todo el mundo y en cada zona hay peculiaridades distintas.

En algunos países es colorido y animado, en otros, más tradicional y, a veces, muy extravagante. Lo que todos comparten es ese sentimiento y ambiente de buen humor y celebración. El origen del carnaval no está claro, y mientras unos se remontan a Egipto, otros a la época de mayor esplendor del Imperio romano.

Lo que sí está claro es que hoy en día es una de esas fiestas que se esperan y se preparan durante todo el año, y cuando llegan, se celebran por todo lo alto. Hay ciudades que son conocidas por sus propios carnavales, siendo un rasgo distintivo y peculiar en su cultura y costumbres. Los mejores carnavales de todo el mundo podrían ser los siguientes:

Carnaval de Río de Janeiro

Carnaval de Rio.

Variopinto, ruidoso y colorido, así se define el carnaval de esta ciudad brasileña. Se trata de un carnaval legendario y famoso en todo el mundo, donde el espectáculo, la pasión y el amor de los aficionados se abren paso para contemplar los mejores disfraces y carrozas.

Los bailarines de samba se visten con los colores de su escuela y bailan en el sambódromo. Existen más de 200 escuelas y clubs sociales que representan a los diferentes barrios de la ciudad y todos ellos luchan por ser el centro de atención en los coloridos desfiles. Cada grupo ofrece su gran espectáculo en un momento distinto. Esta fiesta consigue reunir cada año a cinco millones de personas, de los que cerca de un millón son turistas.

Carnaval de Cádiz

Esta fiesta declarada Interés turístico internacional es todo un espectáculo que los gaditanos se toman a ritmo de chirigota. Estos peculiares grupos de gaditanos que cantan canciones satíricas son una de las grandes estrellas de los carnavales de Cádiz. El ingenio, el sentido del humor y la gracia de los gaditanos se pone de manifiesto más de lo normal durante estas fiestas.

Las chirigotas convienen con la espectacularidad de los disfraces, conocidos popularmente como tipos, y ambos son los rasgos identitarios del carnaval de Cádiz. Además, el concurso de coplas, coros, comparsas y cuartetos que se celebra en el Gran Teatro Falla es otro de los acontecimientos más importantes de la celebración.

Carnaval de Venecia

Las máscaras, las pelucas, los trajes de época y un escenario de ensueño con los canales venecianos de fondo permiten retroceder en el tiempo durante la celebración de los carnavales en esta ciudad italiana.

Máscaras del carnaval de Venecia.

Cada año se repite un ritual que se remonta a finales de la Edad Media y que tuvo su máximo esplendor en los siglos XVII y XVIII. Posiblemente sea el carnaval más elegante del mundo y los venecianos se lo toman muy en serio para recrear su mejor escenario entre canales, góndolas y edificios milenarios: el histórico vuelo del ángel da comienzo a la fiesta, donde la reina del carnaval con alas de ángel se descuelga con unas cuerdas desde el campanario de la catedral hasta la Plaza de San Marcos.

Carnaval de Tenerife

Santa Cruz se convierte durante el carnaval en punto clave de la geografía española y la Plaza de España se decora con numerosas casetas para albergar esta popular fiesta canaria y mundial. Las numerosas comparsas y murgas, grupos que cantan canciones generalmente críticas relacionadas con la actualidad, se suceden durante bastantes días. Durante los quince días que dura la fiesta, Tenerife se llena de color y se viste de gala.

El punto álgido de la celebración llega el martes de carnaval, cuando el gran desfile, denominado “Corso”, formado por más de 50.000 bailarines recorre las calles y se prolonga hasta altas horas de la madrugada

Carnaval de Oruro

Carnaval de Oruro.

Esta celebración en Bolivia fue en su día una festividad indígena, pero que hoy ha evolucionado y está estrechamente relacionada al simbolismo religioso con las figuras de la Pachamama, la madre tierra, y el Tío Supay, el Dios del inframundo.

Ambos personajes son el centro de este carnaval, caracterizado por el ritual del “Baile de los demonios”, la Diablada, que representa el triunfo del bien sobre el mal. Por eso es uno de los más peculiares y espectaculares de todo el mundo, no solo de Latinoamérica. En 2001 fue declarado Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Unesco por su manifestación de la cultura viva y el folclore único, en el que participan tanto ancianos como niños de toda clase social.

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