La provincia de León, la situada más al noroeste de Castilla y León, que limita con Galicia al oeste y con Asturias al norte, guarda importantes resquicios de lo que fue la época romana y su apogeo con las excavaciones para sacar oro. Esta tierra fue una de las más importantes en cuanto al trabajo con este mineral precioso, ya que los propios romanos encontraron importantes yacimientos, dejando ver hoy en día el denominado Monumento Natural de Las Médulas, nombrado también Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Para visitar este paraje cultural hay que trasladarse hasta la comarca de El Bierzo, al oeste de la provincia. El encanto de este lugar está en divisar las vistas panorámicas en las que interfieren las colinas rojizas que sobresalen sobre la abundante vegetación verde y conocer su historia. Las Médulas fueron la mayor mina a cielo abierto de todo el Imperio Romano y siglos después, nos han dejado uno de los paisajes más inquietantes y hermosos de la península. Se puede iniciar una ruta pasando por los lugares clave del completo, donde se explica cómo extraían el oro y cómo canalizaron el agua, además de visitar varias cuevas. Aunque también se puede ir directamente a contemplar las vistas desde el mirador de Orellán, situado en el pueblo del mismo nombre, desde donde se ofrecen unas vistas espectaculares.

Monumento Natural de Las Médulas, nombrado también Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Monumento Natural de Las Médulas, nombrado también Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Otras rutas para comprobar el paso de los romanos por la zona están en La Cabrera, otra comarca contigua a El Bierzo, los denominados Canales Romanos de Llamas. Desde este pequeño pueblo nacen las rutas sobre varios de los canales que canalizaban el agua para Las Médulas. Estas son rutas de corta duración en las que se pueden contemplar dichos canales, que en algunos tramos se conservan en casi perfecto estado, pero también cuevas de donde también excavaron para sacar oro. Aprovechando el viaje a La Cabrera, se puede hacer un recorrido en coche por los pequeños pueblos de la zona, que cuentan con un encanto especial al situarse en medio de la naturaleza, con sus tejados de pizarra, mineral que además de ser la cubierta típica para los tejados de la zona es su principal potencia industrial. El recorrido puede pasar por Santalavilla, Sigüeya, Lomba, Silván, La Baña… llegando hasta el alto de la comarca, Fonte da Cova, de unos 1.800 metros de altura que además, es donde está la frontera entre Castilla y León y Galicia.

Antes de visitar la capital de provincia, León, conviene pasar por Ponferrada, la capital del Bierzo y la segunda más grande. El punto clave para visitar en ella es la zona alta, el barrio más bonito de la ciudad por sus callejuelas rústicas y empedradas. Otra visita imprescindible es El Castillo Templario, situado a orillas del río Sil y que cuenta con una gran belleza, con sus fuertes muros de piedra y su estado bien conservado. Otra ciudad con encanto es Astorga, con una impresionante catedral y el Palacio Episcopal diseñado por Gaudí.

Catedral de Astorga.

Catedral de Astorga.

Finalmente, en León hay una gran oferta cultural: el monumento más famoso de la ciudad es la catedral de estilo gótico y con unas vidrieras medievales, levantada sobre la Plaza de nuestra Señora de Regla. La Basílica de San Isidoro forma parte de la antigua muralla de León y es el conjunto románico más complejo de España. Otra obra que dejó Gaudí por la provincia es la Casa de Botines, situada en frente del palacio de los Guzmanes. También cuenta con un gran número de plazas con un encanto especial: la Plaza Mayor, la Plaza de Santa María del Camino o la Plaza de Conde Luna. Un paseo por la Calle Ancha y las demás calles que confluyen es imprescindible para apreciar el ambiente de bares y comercios de la ciudad.

Basílica de San Isidoro.

Basílica de San Isidoro.

Pero si por algo destaca León y el total de la provincia es por la gastronomía. No hay lugar que al tomarse una caña no pongan una buena tapa incluida en el precio. La comida más típica es la cenina, junto con el botillo del Bierzo. Otras comidas populares son el cocido maragato, el bacalao con cachelos, las ancas de rana a la bañezana, la morcilla de León o los embutidos como el chorizo o el salchichón. Como postres destacan los hojaldres y mantecadas de Astorga.