
La labor de Cruz Roja con personas sin ascensor tras la dana: "Si no fuera por nosotros, no habrían bajado en 6 meses"
La labor de Cruz Roja con personas sin ascensor tras la dana: "Si no fuera por nosotros, no habrían bajado en 6 meses"
Desde el inicio de la emergencia, Cruz Roja ha atendido a más de 129.000 personas y ha realizado 335.000 asistencias.
Más información: Los 180 días de Lola y Amparo tras la dana, con Alzhéimer y movilidad reducida: "Están enterradas en vida"
Cumplidos los seis meses desde que la dana golpease con fuerza la zona del sur de Valencia, entidades como Cruz Roja siguen su labor a pleno rendimiento en las poblaciones afectadas. Desde el inicio de la emergencia, la organización humanitaria ha atendido a más de 129.000 personas y ha realizado 335.000 asistencias.
Una de sus acciones más destacadas es la relacionada con la movilidad de las personas. Muchos ascensores todavía siguen estropeados y sin la ayuda del personal cualificado de Cruz Roja personas mayores o con dependencia no podrían salir de su domicilio a fecha de hoy.
"Si no fuera por nosotros, no habrían bajado en seis meses de sus casas", expresa Mireia Cloquell a EL ESPAÑOL. Es referente y portavoz de Inclusión Social en el Plan de Respuesta de Cruz Roja a la dana.
En estos seis meses, Cruz Roja ha realizado más de 2.000 movilizaciones con sillas oruga. Consiste en acudir al domicilio de la persona que lo necesita y la bajan a la calle por las escaleras gracias a esta silla que manejan dos trabajadores formados desde delante y detrás, escalón a escalón. Posteriormente la suben con el mismo procedimiento.
De esta manera, permite a sus familiares poder desplazarle en su propia silla de ruedas para realizar gestiones, asistir a citas médicas o, simplemente, salir a dar un paseo.
Es el caso de Lola y Amparo, dos hermanas de 91 y 85 años, con alzhéimer y movilidad reducida, que han estado 180 días recluidas en el piso donde viven, pero gracias a la labor de Cruz Roja han podido salir a la calle. "Ojalá las hubieran bajado antes", lamenta Loli, la hija de Lola y la sobrina de Amparo.

Lola (91) y Amparo (85), dos hermanas con movilidad reducida y alzhéimer, después de ser bajadas en sillas oruga tras 183 días recluidas. EE
Comenta a este diario cómo fue la mañana en la que, "por fin", pudieron pasear por Sedaví desde las 10.30 hasta las 13.30 horas. En este rango de tiempo las llevó a la plaza del pueblo, tomaron un chocolate con ensaimada y se desplazaron al mercado, a la carnicería y a la farmacia "de toda la vida".
"Mi madre miraba a todo el mundo. Reconoció a María, la carnicera, a la que se le saltaban las lágrimas", relata Loli, emocionada. "Mi tía, que no tenia claro que iba a bajar, ya se estaba arreglando desde bien pronto por la mañana. Y mi hermana, llorando de la emoción de que esto por fin haya ocurrido".
Adrián Pérez, director técnico local en Paiporta, especifica cómo se solicita la movilización en sillas oruga: "Por un lado, muchos familiares acuden directamente a la sede para pedir que bajemos a sus seres queridos; por otro, también pueden solicitarlo a través de los servicios sociales del municipio, quienes nos derivan el caso".
Plan de Respuesta
Cruz Roja despliega un Plan de Respuesta para hacer frente a los efectos de la dana a tres años con el objetivo de "contribuir a la recuperación, la construcción de resiliencia y el bienestar físico, emocional y social de las personas y comunidades afectadas". Con él, se pretende llegar a unas 100.000 personas.
La recaudación obtenida para la ejecución de esta iniciativa, dedicada íntegramente a la ayuda para las personas afectadas por la riada, ha sido de 112,5 millones de euros, gracias a las aportaciones de particulares (51%), fundaciones y empresas (47%) y administraciones públicas (2%).
Para poder desarrollarlo, Mireia Cloquell señala que se ha dividido en tres fases, aunque estas "no son exactamente estancas" porque hay municipios que están más dañados que otros. "Cada pueblo tiene sus tiempos que nosotros consideramos para transitar de una fase a otra", recalca.
La primera, ya realizada, fue la de "respuesta inmediata", en la que se cubren las necesidades básicas. Hasta la fecha, se ha puesto a disposición de la población kits de alimentación y manutenciones (145.598), kits de higiene (39.738), kits de limpieza (1.119), kits de descanso (9.984), deshumificadores (5.283) y radiadores (3.387), entre otros bienes.
La segunda, que se inició apenas hace un mes, es la de "recuperación", vinculada a la vuelta a la normalidad y volver a recuperar los medios de vida. "Ahora ya consideramos que el 100% de las localidades se encuentran en ella", asevera la portavoz de Inclusión.
En estos seis meses, la entidad ha identificado a cerca de 23.150 familias susceptibles de recibir tarjetas monedero, de las que más de 19.000 ya han sido entregadas, lo que se traduce en unas ayudas directas que superan los 28 millones de euros.
Pero además, Cruz Roja ha movilizado en toal 74 millones de euros, de los que 20 millones se han destinado a ayudas relacionadas con el empleo, 14 millones a rehabilitación de viviendas y entrega de electrodomésticos, y 10 millones a distintas acciones transversales de acompañamiento y apoyo a las familias afectadas, como apoyo psicosocial, asistencia jurídica y las movilizaciones con sillas orugas.

Bajada en silla oruga por Cruz Roja. Toni Tomás
Y quedaría la tercera fase, que se prolongará durante los próximos tres años y se basa en "el fortalecimiento y la resiliencia para asegurar que las comunidades y las personas sean más fuertes y estén preparadas ante posibles eventos futuros de emergencias o catástrofes".
Cloquell asegura poder implementarlo "dentro de un año", ya que actualmente los profesionales trabajan en el diseño de las acciones que formarán parte de esta tercera fase de resiliencia.
Por otro lado, el director técnico local en Paiporta, Adrián Pérez, sostiene que la postdana ha sido un reto para la organización: "Nosotros como asamblea local perdimos todos los medios y hemos tenido que contar con ayuda externa de todas las asambleas locales de España".
"Esto ha sido fundamental para que pudiéramos atender a toda la población y, sobre todo, que hubieran esos relevos necesarios de personal para cumplir con los descansos y se pudiera cubriera cada puesto. La solidaridad de toda la Cruz Roja española ha funcionado", confirma Pérez.