
Dos niños juegan en una calle cubierta de barro en Algemesí (Valencia) tras el paso de la dana, imagen de archivo. Efe / Villar Lopez
Las secuelas que deja la dana en niños seis meses después: "La barrancada les ha arrebatado parte de su infancia"
Save the Children reclama ayudas psicosociales para los más de 70.000 pequeños que viven en las zonas más afectadas.
Más información: Sanidad ha atendido a más de 1.700 personas afectadas psicológicamente por la dana, el 68%, mujeres
La dana ha hecho mella en muchas personas, especialmente en su salud mental. Los pequeños que viven en las zonas donde la riada arrasó con todo forman parte del colectivo que más ha sufrido los efectos de la catástrofe. Seis meses después, aún se arrastran secuelas.
Crecer en viviendas insalubres, el miedo a la lluvia o la interrupción de su educación son algunas de las huellas que han dejado las inundaciones en más de 70.000 niños y niñas. Lo advierte Save the Children en un comunicado.
El responsable de la respuesta a la emergencia de la dana de Save the Children, Rodrigo Hernández, recalca que llevan trabajando con los menores desde que la barrancada "les ha arrebatado parte de su infancia" y aunque asegura que poco a poco la situación de las miles de familias de las zonas devastadas mejora, "todavía queda mucho trabajo por hacer".
Se calcula que la riada provocó daños en más de 75.000 viviendas en la zona cero. Seis meses después, muchas familias con menores y adolescentes viven todavía en pisos que no reúnen las condiciones adecuadas.
"Habitar lugares con graves deficiencias de construcción, insalubres o convivir en hacinamiento tiene efectos sobre la salud, seguridad y bienestar de las personas y afecta especialmente al crecimiento, desarrollo y oportunidades de niños, niñas y adolescentes", señala la organización.
Es el caso de Eduvmary, vecina de Paiporta con un hijo de diez años y un bebé de diez meses. "El moho en mi apartamento ha destruido todo. Ha afectado a todo tipo de cosas, desde la madera hasta la ropa, y hemos tenido que tirarlo todo. Mis hijos han contraído enfermedades respiratorias a raíz de esto", cuenta.
El responsable de Save the Children alerta de que crecer en entornos no adecuados "impacta no solo en su salud física, sino también en su salud mental, ya que puede provocar ansiedad, depresión, enfado o incluso dificultades para conciliar el sueño o afectar al rendimiento escolar".

Varios niños pasean por las calles de Aldaia después de salir del colegio, imagen de archivo. Europa Press
Por ello, ve "imprescindible" aumentar y consolidar las ayudas para la renovación y rehabilitación de viviendas afectadas, reforzar alternativas habitacionales y adoptar medidas para las familias más vulnerables, que suelen vivir de alquiler, o que incluso no tienen contrato.
Hernández constata, además, que la infancia ha sido uno de los colectivos que más ha arrastrado las consecuencias de la catástrofe en salud mental: "Seis meses después, todavía hay niños a los que les da miedo la lluvia, los fenómenos atmosféricos o salir a la calle, mientras que los principales síntomas de la adolescencia han sido experimentar sentimientos de ira, rabia o tener problemas de sueño, y algunos de ellos y ellas han entrado en una etapa de tristeza".
Es por ello por lo que desde Save the Children reclaman a las administraciones reforzar los servicios de salud mental infanto-juvenil.
"Cada vez que llueve a mi hijo mayor le da miedo y me pregunta si le voy a ir a recoger al colegio. Siempre intento tranquilizarlo diciéndole que si eso vuelve a pasar suba al último piso, que no vuelva a casa, espere allí tranquilo y ayude a sus compañeros", relata Eduvmary.
Educación interrumpida
Del mismo modo, la ONG constata los efectos de la dana en la educación. Las primeras semanas se calcula que casi 40.000 niños, niñas y adolescentes en edad de educación obligatoria estuvieron sin poder asistir a clase por los destrozos ocasionados.
Esto provocó que se quedaran muchos de los contenidos sin impartir, pero también de otras necesidades que no se han podido cubrir.
"A día de hoy, todavía hay muchos niños y niñas que no pueden asistir con normalidad a su centro educativo porque no están finalizados los trabajos de reconstrucción o siguen en barracones", expresa Hernández.

Decenas de personas se concentran frente al Ayuntamiento de Paiporta, imagen de archivo. Europa Press
Al respecto, solicita, ante la proximidad del fin de curso, "programas de apoyo y refuerzo a medio y largo plazo para que se pueda recuperar el contenido que no se haya podido impartir, así como flexibilizar los criterios de evaluación y que la repetición de curso no sea una opción, por ser una medida socialmente injusta".
En un contexto de emergencia pueden salir a la luz indicios de violencia contra los niños. Por esta razón, Save the Children ha puesto en marcha siete espacios seguros y amigables para la infancia en diferentes municipios de la zona.
En estos espacios un equipo de profesionales, entre los que hay trabajadoras sociales, psicólogos, educadoras o pedagogos, ofrecen apoyo emocional, físico y educativo en un entorno seguro, a la vez que se encuentran protegidos. Realizan actividades deportivas, creativas y también juegan.
"Estos espacios son fundamentales para todas las familias, ya que aquí no solo están a salvo de riesgos físicos y de cualquier tipo de violencia, sino que también continúan su educación y se les proporciona atención psicológica para que puedan procesar todos esos sentimientos que les ha generado la catástrofe en un ambiente seguro", explica Hernández.
Asegura que en estos espacios pueden volver a recuperar parte de esa infancia que la dana les ha arrebatado y ser lo que son: niños y niñas.
Plan Salud Mental
La Conselleria de Sanidad ha atendido ya a 1.721 personas afectadas psicológicamente por la dana que se cobró 228 víctimas mortales.
Los atendidos, en su mayoría mujeres, presentan secuelas emocionales y están siendo tratadas a través de las nuevas Unidades de Atención al Trauma habilitadas en siete departamentos de salud.
La inversión directa del Gobierno valenciano supera los 1,9 millones de euros, con una previsión mensual de más de 368.000 euros.

Niños afectados por la dana. Save the Children
El plan de salud mental desplegado por el Gobierno valenciano para atender a las víctimas de la dana consta de cuatro fases: atención directa, centro de emergencia instalado en Feria Valencia, unidades especializadas y detección precoz en colegios.
Desde que se puso en marcha, se ha atendido a más de 1.700 pacientes, de los cuales el 68% son mujeres.