
Voluntarios en el edificio de Ikea, en Alfafar, tras el paso de la dana, imagen de archivo. Europa Press / Rober Solsona
Ikea revela la clave por la que se salvó del barranco del Poyo el día de la dana: "El terreno obligó a cambiar el proyecto inicial"
Las instalaciones de IKEA en Alfafar (Valencia) quedaron prácticamente intactas tras el paso de la riada. Sirvieron de refugio para más de 700 personas.
Más información: Ikea destina 3,5 millones de euros a los afectados por la dana y habilita espacios gratis para que recuperen su actividad
¿Qué previó la cadena sueca hace 12 años para anticiparse a los riesgos? ¿Por qué ninguna española advirtió sobre el problema de las inundaciones en el terreno?
Las instalaciones de IKEA en el área comercial de Alfafar quedaron prácticamente intactas tras el paso de la dana, lo que permitió que sirvieran de refugio para más de 700 personas. Ahora, la multinacional revela la clave por la que se salvó del barranco del Poyo el día de la riada, el pasado 29 de octubre.
"El terreno obligó a cambiar el proyecto inicial. Cuando nos dimos cuenta de que las condiciones requerían un cambio, decidimos edificar en altura", confirma María José Martorell, directora de Expansión de IKEA en España, a EL ESPAÑOL. Ahora, se alegran de haber tomado esa decisión.
Normalmente, tal y como explica Martorell, IKEA parte de ese proyecto inicial, "similar en todos los países". Cuando llegan al terreno específico lo varían en función de las características de la zona.
Sin embargo, esta empresa fue la única en adaptar la edificación a una zona previsiblemente inundable. A nivel global, trabajan con diferentes protocolos para posibles contingencias que puedan ocurrir en cualquier región o país, ya sea incendios, inundaciones o terremotos.
"En el caso de Valencia, IKEA decidió construirlo en altura por la morfología del terreno e hidrología de la zona", señala la directora de Expansión.
Entonces, la multinacional sueca tomó la decisión de realizar un aparcamiento en superficie y otro en primera planta; y situar la parte comercial en las plantas segunda y tercera.
Además, su objetivo a la hora de construir las tiendas no solo es adaptarse al terreno donde se ubica, sino "conseguir la mayor ventilación y luz natural posible, ya sea mediante la construcción en altura o mediante patios ingleses y taludes".

Vehículos apilados en la zona comercial de 'Ikea Alfafar Parc' tras el paso de la dana, imagen de archivo. Europa Press / Rober Solsona
En cuanto al proceso de licitación para empezar las obras del que sería el IKEA de referencia en Valencia, Martorell afirma que cuentan con un equipo multidisciplinar "con una visión muy experta de cada área implicada".
"En aquel momento el departamento de expansión se dividía en varias disciplinas: Real State, construcción, established, facilities… Fue un gran equipo de personas quienes desarrollaron el proyecto. En concreto, los planos conceptuales se hicieron internamente en la empresa por el equipo de IKEA en España y para el proyecto básico y ejecutivo se contrató a DAIE, Ingenibo Group e IDP", detalla.
Tras conseguir la debida licitación y darse las circunstancias para poner en marcha la construcción, se comenzaron a hincar pilotes para preparar la cimentación a principios de 2013. Y en junio de 2014 se abrió la tienda al público.
Un refugio en la dana
La tienda fue centro logístico de voluntarios y de recepción de personal destinado a tareas de reconstrucción de la zona. Disponía de acceso a comida, mantas, un lugar para dormir y luz. "En mitad de la tragedia solo podíamos pensar en prestar ayuda a tantas personas que lo necesitaron", asevera María José Martorell.
La palabra es orgullo. Es lo que siente la entidad una vez analizada la situación y después de saber todo lo que pudieron ayudar gracias a que las instalaciones no se viesen afectada.

Cajas con ayuda humanitaria en la zona comercial de 'Ikea Alfafar Parc' tras el paso de la dana, imagen de archivo. Europa Press / Rober Solsona
"El mantenernos casi indemnes y poder disponer de luz nos permitió servir de refugio a más de 700 personas. Más tarde, poder recibir también al personal de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, bomberos, puesto de mando… IKEA ha sido clave para poder prestar una ayuda que ha sido determinante para muchas personas", relata la responsable de la entidad.
Preguntada la directora de Expansión acerca de las decisiones de la competencia de cara a una futura tragedia como la pasada riada, prefiere no responder: "Estoy segura de que a partir de ahora se crearán grupos y protocolos que puedan ayudar a que una catástrofe de esta magnitud no vuelva a ocurrir".
IKEA, un referente
Tres meses después de la dana, IKEA anunció una nueva línea de ayuda para apoyar a los afectados por la tragedia. Esta se ha destinado a los negocios locales que todavía no han podido reiniciar su actividad comercial.
Bajo el título "La meua llar, és la teua", los comercios locales que se hubiesen visto afectados y estuvieran interesados en recuperar su actividad podían solicitar esta ayuda. A día de hoy, acoge a nueve negocios locales gravemente impactados por la dana.
Son la librería Librolandia y la tienda de moda Aloha, de Benetússer (conocida esta última por haber adquirido la Reina, doña Letizia, uno de sus vestidos manchado de barro de la DANA); el terrario Ecolandy, de Aldaya; la luminaria Faktorled, de Massanasa; el gabinete psicológico Cos i ment y el centro de estética Tu Saloncito, de Catarroja.
También la tienda de ropa de trabajo Worket de Alfafar; la consultoría de ingeniería Proinka en Algemesí; y la asesoría energética Somllum, en Carcaixent, han sido los nueve negocios seleccionados por un grupo de expertos liderados por Nittúa.

Inauguración de los negocios locales que acoge IKEA Valencia. EE
Esta cesión tiene un periodo de tres meses. Durante ese tiempo, los comercios podrán retomar su actividad y recuperar a sus clientes habituales a la par que beneficiarse del flujo de visitantes que acudan a la cadena sueca.
Remontándose meses atrás en el tiempo, Ikea "lideró la reactivación de Alfafar Parc con una reapertura parcial a principios de diciembre".
Este hito marcó el inicio de la recuperación comercial del parque. A mediados de abril se prevé que el 100% de los operadores estén en funcionamiento.
La intensa corriente de agua y lodo alcanzó una cota de hasta 1,80 metros, arrasando todas las infraestructuras y bienes materiales, lo que obligó al cierre temporal de los comercios.
Diversas marcas se sumaron a la reapertura progresiva de los establecimientos. Entre las primeras que retomaron su actividad, antes de acabar 2024, fueron Burger King, Mimma, Electrodepot, Popeyes, Muerde la Pasta y Norauto.
La magnitud de los daños, sumada al colapso de contratas, proveedores y las complicaciones en la reposición de instalaciones, hizo que la reapertura de Alfafar Parc haya sido "un reto logístico y operativo de gran envergadura".