Por analogía comparativa con la terminología agro-ganadera las formas políticas del recién estrenado President del Consell, a la vista de las primeras intervenciones públicas, bien podría definirse como municipalismo extensivo, con gestos de políticas locales que tiene visos de expandirse por todo el territorio autonómico dado que forma parte de su ADN.

Los vocablos le delatan por el tratamiento dirigido a la sociedad y la ciudadanía en general refiriéndose directamente como personas, haciendo uso de un trato más individualizado, vecino a vecino, al más puro método de alcaldía.

Las visitas a las localidades afectadas por la dana, sitas en la zona cero, inspección de situación y saludo directo, dirigen el poder de la normalización de la más alta distinción de la Generalitat Valenciana, ocupado y preocupado por la reconstrucción de aquellas circunscripciones que fueron total o parcialmente arrasadas.

A ello hay que sumarle la reunión con el Presidente del Gobierno, con el fin de reconducir las relaciones administrativas e institucionales y terminar con la anormalidad democrática que resultaba de la falta de contacto entre el Estado y la Autonomía, empezando por sus máximos representantes y gestionado a través de una comisión mixta de trabajo para coordinar la acción del sistema administrativo en beneficio de las víctimas, perjudicados, y toda una sociedad valenciana dolida por las ausencias, tanto las personales como las de respuesta proactiva, real y efectiva.

El valencianismo se hará visible si Pérez Llorca exprime el encuentro con Sánchez trasladando, una vez más, las peticiones, ya al borde de convertirse en mantras, en materia de financiación, políticas hídricas; y, sobre todo, en la ejecución de las obras, y sistemas de alarma, de carácter preventivo que resultan necesarias para evitar, o, en su caso, reducir al máximo posible, los efectos de las acciones climatológicas.

Reducir el ruido político bajo la guía del diálogo junto con políticas públicas de respuesta ágil, reduciendo la carga burocrática, y con resultados de efectividad y eficiencia, son las claves para recuperar la confianza con el sistema político, y es bien sabido por el actual President del Consell que dispone de menos de la mitad de una legislatura, y no le queda más remedio que acudir a la lista de prioridades y a márgenes de objetivación rápidos para valorar y ejecutar.

La ecuación se resuelve con el pie en el acelerador y la mirada puesta en una sociedad dañada en lo personal en primer término, pero, además, también en lo emocional que requiere de abrazar la normalidad, la calma y la serenidad.