Fuente de Marzo. Turisme CV

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Ocio Pueblos

Parece Suiza pero está en Valencia: el pueblo repleto de piscinas naturales que enamora a National Geographic

Esta localidad de poco más de 2.000 habitantes se ha convertido en todo un reclamo turístico para el verano por su singularidad.

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Valencia
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Con el verano llegan las altas temperaturas, y con ellas, el deseo de encontrar espacios donde refrescarse y desconectar del calor asfixiante.

En esa búsqueda, la provincia de Valencia se ha convertido en una opción inmejorable, combinando la brisa marina de sus playas con la frescura y tranquilidad de parajes naturales únicos.

Pese a que algunos puedan pensar lo contrario, la realidad es que los pueblos de interior son una de las opciones más refrescantes para el verano, como por ejemplo el municipio de Anna.

De hecho, esta pequeña localidad de la Canal de Navarrés ha enamorado a National Geographic, que incluso la define como "la Suiza secreta de Valencia" debido a su encanto y entorno natural que la convierten en el lugar perfecto para visitar en la época estival.

A unos 70 kilómetros de la ciudad de Valencia y una hora de distancia se encuentra este enclave natural que combina pozas naturales, cascadas y pequeñas lagunas que destacan por su frescura y autenticidad.

Las piscinas naturales de la zona, especialmente en el Gorgo Catalán, en la Fuente de Marzo o en l'Albufera de Anna, sobresalen por la pureza del agua, su fácil acceso y su belleza.

En primer lugar, el Gorgo Catalán es una de las pozas más visitadas de la localidad. Con zonas habilitadas para el baño, cuenta con un acceso sencillo y una zona habilitada para el descanso, lo que lo ha convertido en una opción popular para quienes buscan una alternativa a la playa.

Gorgo Catalán. Turisme CV

Gorgo Catalán. Turisme CV

A escasos metros se encuentra la Fuente de Marzo, un manantial que brota con fuerza especialmente en época de lluvias. Este rincón, menos frecuentado que otros de la zona, destaca por tener un aire más salvaje y tranquilo.

L’Albufera de Anna, por su parte, es el lugar más emblemático del municipio. Se trata de una laguna de origen natural adaptada para el uso recreativo, con zonas de baño, áreas de pícnic y actividades como el paseo en barca.

L'Albufera de Anna. Turisme CV

L'Albufera de Anna. Turisme CV

Estos espacios, junto a otros como la Fuente Negra, han convertido a Anna en un destino imprescindible que permanece oculto en el interior de la provincia para quienes buscan refrescarse en plena naturaleza y huir de la masificación de la costa.

Anna

El municipio valenciano de Anna cuenta con una población de 2.595 habitantes según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Una localidad que, aunque pueda destacar por sus espacios naturales, también tiene muchos otros atractivos.

Más allá de lo natural, en Anna también se encuentra el Palacio de los Condes de Cervelló, un monumento histórico que actualmente actúa como sede del museo etnológico y del museo dedicado al agua.

Conocida como "La Alhambra valenciana", se trata de un palacio rehabilitado de tal belleza que incluso llega a compararse con el complejo monumental ubicado en Granada.

Palacio de los Condes de Cervellón. Turisme Comunitat Valenciana

Palacio de los Condes de Cervellón. Turisme Comunitat Valenciana

El diseño actual del palacio data del siglo XVII. Sin embargo, este emblema arquitectónico existe desde 1244, cuando el rey Jaume I da a la Orden de Santiago la Villa de Anna, según relatan los archivos.

Cuatro siglos después de ese evento, sobre los restos del castillo inicial se levantó el palacio que prevalece a día de hoy. Esto fue posible gracias a la concesión del condado de Anna por Felipe III a Fernando Pujades de Borja.

Además de este palacio, llamativo por sus salas de decoración árabe, en Anna también se recomienda visitar otro lugar histórico: la ermita del Santísimo Cristo de la Providencia.

Otro lugar altamente visitable es la Iglesia parroquial. Esta data de principios del siglo XVI y está dedicada a la Inmaculada Concepción.

En cuanto a la relación de este pueblo con el agua, en parte es por las numerosas fuentes urbanas que poseen. Entre ellas se encuentra la de Santa María y la Balsa de Abajo, así como el lavadero de la Plaza de la Alameda.