El origen de las Fallas de Valencia sigue siendo incierto, pero la historia del buñuelo aparece de la mano junto a esta tradición valenciana. De hecho, desde hace siglos se le ha relacionado como el dulce típico de esta época del año, aunque hay una buñolería tradicional que los sirve todo el año.

El buñuelo, tal y como se elabora en Valencia, es un producto con una elaboración de origen puramente valenciana y que nada tiene que ver con el churrero del interior de la Península.

En la Comunitat Valenciana se ha ido innovando con el paso de los años y, dependiendo de la zona, la variedad cambia. Así, en los pueblos dormitorios de Valencia es propio realizar buñuelos de calabaza; en la provincia de Castellón (Alto Palancia) se elabora el buñuelo de manzana; y en la huerta valenciana es un manjar exquisito el buñuelo de higo.

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Cada marzo las buñolerías ambulantes surgen en todos los rincones de la ciudad, pero hay una que lleva cuatro generaciones de maestros buñoleros y funciona los 365 días del año, independientemente de si son, o no, Fallas.

Hay muchos locales que los sirven, pero pocos que lleven generación tras generación siguiendo la receta original. Se encuentra en el barrio Ruzafa de Valencia, concretamente en la calle de Sant Valero y recibe el nombre de El Contraste.

Su horario habitual es de lunes a viernes de 8:15 a 20:00 horas; y sábados, domingos y festivos de 17:00 a 20:00 horas. Todos los días hay a la venta buñuelos de calabaza, churros y chocolate, mientras que los martes y los viernes elaboran porras y los jueves buñuelos de naranja. 

Cuatro generaciones

A finales del siglo XIX y principios del XX, Vicente Blasco García elaboraba churros y buñuelos en las ferias de Ayora, Almansa, Requena y municipios cercanos. Su hijo, Vicente Blasco Hernández, y su mujer, Dolores Catalán Honrubia, aprendieron el oficio de su padre y el de cocinero.

Se dedicaron a la elaboración de este dulce en las fiestas falleras. Contaban con un local, que en principio también era casa de comidas situado junto a un lavadero que había en la calle Centelles, hacia el mercado de Ruzafa. Esta actividad la iniciaron a partir de 1925 y hasta la Guerra Civil.

En 1941 la cultura gastronómica pasaron a realizarla en un quiosco frente a San Valero. Ya en el año 1947 adquirieron un local en la calle Ruzafa, esquina en San Valero, 12, donde siguen su especialidad hasta hoy.

En un principio, la tienda era de frutos secos y la actividad de los buñuelos se enfocaba para la temporada fallera. Continuaron así de manera ininterrumpida hasta 1993. También lo compaginaban con la presencia en ferias vendiendo panojas, castañas y buñuelos alrededor de la provincia de Valencia.

El negocio familiar funciona con el esfuerzo de sus hijos y sus cónyuges, Mariano Catalán Quílez y su esposa María Blasco Catalán. En 1975 fallece Dolores Catalán, pero antes había enseñado el oficio a su nieto, Mariano Catalán Blasco, que a los 10 años ya amasaba buñuelos.

En 1994 es derrumbado el antiguo establecimiento y fallece de manera inesperada Mariano Catalán justo antes de la inauguración del nuevo local en 1995. Es su hijo quien abre el nuevo local.

Desde 1995 y hasta la actualidad, es solo buñolería, durante todo el año. La regenta Mariano Catalán Blasco junto a su madre y también venden churros. Dicen que elaboran sus masas "con sumo cuidado" para ofrecer "la mayor calidad en el momento".

En su trayectoria consta una dilatada experiencia con más de 200 ferias y haber realizado buñuelos hasta en el Central Park de Nueva York, además de por toda la Comunitat Valenciana.

Conocido en todo el barrio de Ruzafa por la elaboración de masas fritas tradicionales, El Contraste es el único establecimiento que ofrece buñuelos y churros tradicionales durante todo el año.