Joan Baldoví saluda a Pedro Sánchez durante su etapa de líder de Compromís en el Congreso. Efe
Compromís, 7 años de apoyo infructuoso a Sánchez: pactó la financiación valenciana y solo avanza el cupo catalán
Los nacionalistas valencianos han votado a favor de dos investiduras y tres presupuestos pese al incumplimiento flagrante de su principal reivindicación.
Más información: Qué es el 'extra FLA' y por qué Pedro Sánchez se lo niega a Valencia en plena "financiación singular" para Cataluña
Siete años infructuosos, marcados por una gran promesa incumplida desde 2020: la reforma del Sistema de Financiación Autonómica, un modelo de reparto de los fondos del Estado caducado desde 2014 que perjudica sobremanera a las arcas valencianas.
Compromís ha votado a favor de dos investiduras y tres presupuestos de Pedro Sánchez pese al incumplimiento flagrante de su principal reivindicación. Y en lugar de acabar con la infrafinanciación valenciana, la acordada por el Ejecutivo es la "financiación singular" de Cataluña.
Corregir el gran agravio financiero de la Comunitat Valenciana, que es la que menos ha recibido por habitante desde 2014, fue el gran acuerdo de legislatura entre PSOE y Compromís para brindar a los socialistas el voto de los nacionalistas valencianos en la investidura del 7 de enero de 2020.
Sánchez había llegado al poder con la moción de censura de junio de 2018. Convocó elecciones el 28 de abril de 2019 para validar en las urnas su presidencia, pero gobernó en funciones todo el año ante la imposibilidad de formar un Gobierno.
Se repitieron los comicios el 10 de noviembre, y entonces sí, tras complejas negociaciones, alcanzó la mayoría más exigua de la democracia española: 167 votos a favor frente a 165 en contra. Hubo 18 abstenciones. Obtuvo el respaldo de PSOE, Unidas Podemos, PNV, BNG, Nueva Canarias, Más País, Compromís y Teruel Existe.
Compromís sufrió un duro golpe en aquellas generales. No funcionó su alianza con Más Madrid y obtuvo un único representante en el Congreso, Joan Baldoví. No obstante, un cambio en el sentido de su voto habría provocado un empate, y la debilidad de Sánchez se tradujo en un buen acuerdo de investidura.
El acuerdo de 2020
"El Gobierno se compromete a llevar a cabo, a lo largo de esta legislatura, la reforma del Sistema de Financiación Autonómica a través de un calendario detallado con las distintas fases de esta reforma", reza aquel escrito, negociado entre Pedro Sánchez, Mónica Oltra y Joan Baldoví.
El mismo, sin embargo, fijó un plazo muy marcado que el Ejecutivo incumplió. "Este compromiso se materializará en que en los ocho primeros meses posteriores a la investidura", concreta la promesa de entonces.
"El Gobierno de España presentará una propuesta del nuevo Sistema de Financiación Autonómica, mediante el cual se garantice una financiación justa y constitucional para los valencianos y valencianas", agrega aquel el acuerdo.
Incluso, en previsión de incumplimiento, Compromís se protegió con la siguiente cautela: "Mientras esta reforma no se produzca, en los presupuestos generales del Estado se garantizará a la Generalitat Valenciana la prestación de los servicios públicos al mismo nivel que el resto del Estado".
Pedro Sánchez, Mónica Oltra y Joan Baldoví, en enero de 2020, tras acordar el apoyo de Compromís a la investidura. EP
Hasta los más críticos reconocían en privado la precisión del acuerdo alcanzado por Compromís con un único diputado en las Cortes Generales.
Pero en su virtud venía su penitencia: muy pronto, transcurridos los mencionados ocho meses, quedó patente la nula voluntad del Ejecutivo central de cumplir con la palabra dada a los nacionalistas valencianos.
Hubo que esperar a diciembre de 2021 para que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, hiciera una primera propuesta de reforma. De la misma dijo que respondía al criterio de población ajustada como base para el reparto.
Pero pronto se dio cuenta la Generalitat Valenciana, entonces presidida por el también socialista Ximo Puig, de que para nada acababa con el agravio que padecía la Comunitat.
No ha habido nuevos intentos serios de reformar el sistema de financiación desde entonces. Ahora los socialistas retuercen la realidad y, pese a no presentar ninguna propuesta, culpan al PP del atasco de la reforma por las diferentes visiones de sus barones.
El descrédito
Compromís logró un buen acuerdo, y el incumplimiento fue del PSOE de Pedro Sánchez. Pero el descrédito se extiende desde entonces a Compromís por su reacción al respecto, que fue ninguna.
Todos los presupuestos que aprobó Pedro Sánchez (2021, 2022 y 2023) contaron con el puntual voto a favor de los nacionalistas valencianos, a cambio de nuevas promesas incumplidas o de compromisos exiguos en comparación con la ansiada financiación autonómica.
Son desde entonces el socio parlamentario más dócil de los socialistas, pese al incumplimiento flagrante de su principal reivindicación.
La defensa férrea de su objetivo inicial se fue difuminando. Compromís cambió de estrategia comunicativa y empezó a ensalzar la importancia de sostener a un Ejecutivo progresista frente a la amenaza de la extrema derecha. Escogieron, en definitiva, tragar pese a la traición del PSOE.
Lo peor, en cualquier caso, estaba por llegar.
Nueva humillación
Las elecciones generales de julio de 2023 dejaron una mayoría todavía más compleja para que Pedro Sánchez revalidara su presidencia. Y Sumar, fuerza en la que se integró Compromís, logró cuatro representantes -dos de ellos, de Compromís: Águeda Micó y Alberto Ibáñez-.
De entrada, Compromís rebajó su exigencia pese a que pasó de uno a dos diputados. Ya no aspiró en 2023 a que Sánchez sí brindara esta vez la reforma del sistema de financiación.
Se conformó con la creación de un "fondo de nivelación" que equiparara la financiación de la Generalitat Valenciana a la media de las autonomías del régimen común, mientras llegaba algún día la postergada reforma del sistema de financiación.
Alberto Ibáñez, Águeda Micó y Nahuel González, en el Congreso. EE
No habría sido, ni mucho menos, una mala solución. Pero, de nuevo, el PSOE engañó a Compromís. Y esta vez llegaron incluso al esperpento.
La investidura de Pedro Sánchez tuvo lugar el 16 de noviembre de 2023, con los cuatro votos a favor de los valencianos de Sumar -dos de ellos, de Compromís-. Y, lejos de brindar el fondo de nivelación, Montero, apenas dos meses después, negó haber pactado con Compromís el fondo de nivelación. "No había acuerdo en ese sentido", aseveró.
Agravio comparativo
De nuevo, el descrédito de Compromís llegó por su reacción: ninguna de impacto real para el Ejecutivo, más allá de infructuosos aspavientos.
Y, en esta ocasión, con un gran agravio comparativo, ya que, para la misma investidura, el resto de socios había logrado promesas bárbaras, como la quita de 15.000 millones de la deuda catalana pactada por ERC o la amnistía al procés acordada con Junts.
El colmo llegaría con la posterior "financiación singular" prometida a Cataluña, ahora retomada. Ante la misma, Compromís -ahora dividido en el Congreso tras la investigación de la UCO a Santos Cerdán y José Luis Ábalos- ni siquiera garantiza que votará en contra.
Y todo mientras el Gobierno de PSOE y Sumar niega por primera vez en 12 años a la Generalitat valenciana el fondo de liquidez autonómica extraordinario para hacer frente al déficit del año anterior, en el que incurre, precisamente, por su infrafinanciación.
La Generalitat Valenciana de Carlos Mazón ha tenido que financiar ese déficit con la banca privada mientras el Ejecutivo de Sánchez acuerda con la Generalitat catalana de Salvador Illa su "financiación singular".
A Compromís ya solo le queda un consuelo: el de no ser la única fuerza política con un acuerdo sin cumplir en materia de infrafinanciación. Pese a la voluntad manifestada, ni la financiación singular ni la quita de la deuda a Cataluña son todavía una realidad.