Vicente Mompó, Juanfran Pérez Llorca, María José Catalá, Miguel Tellado y Juan Carlos Caballero, en la cena de Navidad del PPCV. PPCV

Vicente Mompó, Juanfran Pérez Llorca, María José Catalá, Miguel Tellado y Juan Carlos Caballero, en la cena de Navidad del PPCV. PPCV

Valencia

Génova tutela la transición en el PP valenciano tras la salida de Mazón con una gestora con Pérez Llorca de presidente

El órgano, que tendrá a Carlos Gil de 'número dos', toma las riendas del partido hasta el congreso de, previsiblemente, septiembre de 2026. La decisión ya genera descontento a la interna. 

Más informaciónPreocupación en el seno del PP ante el debate sobre el acta de Mazón: cargos del partido lo ven como una medida excesiva

Valencia
Publicada
Actualizada

Génova tutelará desde este lunes la transición en el PP de la Comunitat Valenciana con una gestora presidida por Juanfran Pérez Llorca tras la salida de Carlos Mazón. Lo hará hasta la celebración de un congreso regional que, previsiblemente, se celebrará en 2026 (la idea inicial es en septiembre). 

El órgano estará liderado por el presidente de la Generalitat y tendrá al diputado nacional Carlos Gil como secretario general. Se trata de una persona muy cercana al líder de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó. Ha sido una propuesta de él. 

El concejal Juan Carlos Caballero -próximo a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá- será coordinador general, cargo que ya ocupaba actualmente en el PPCV. 

Además, habrá otros nombres como la parlamentaria autonómica Laura Chulià o el edil Juan Giner.  

El diputado nacional del PP Carlos Gil. Dival

El diputado nacional del PP Carlos Gil. Dival

La dirección nacional, que tiene previsto anunciarlo en la Junta Directiva que celebra este lunes, se ha inclinado por esta opción, después de varias semanas barajando escenarios. 

Tanto fuentes de Génova como del PP valenciano aseguran que se trata de una decisión consensuada. Sin embargo, el mensaje de interinidad resulta evidente pese a que Pérez Llorca esté al frente. 

Una gestora supone que el partido pierda su autonomía y no funcione de manera habitual con una cúpula conformada por el presidente autonómico y los presidentes provinciales. Lo que ya ha generado descontento, sorpresa y vaticinios de una división que muchos ya ven segura. 

Según a quién se pregunte, las versiones sobre los motivos son diferentes. Algunas fuentes aluden a la dificultad de efectuar la transición con un cumplimiento escrupuloso de los estatutos, lo que ya ha dado algún susto en otras autonomías al ser impugnado. 

Esta norma interna de la formación marca que, en una situación con la presidencia vacante, el secretario general -Pérez Llorca- puede asumir las funciones del presidente. El proceso para ello tenía que pasar por un Comité Ejecutivo y una Junta Directiva Regional. 

Este movimiento comportaba, a su vez, que el nuevo secretario general tuviera que ser elegido -a través de estos mismos órganos internos- entre uno de los 22 vocales del Comité Ejecutivo. Y ahí venía cierto lío, pues no parecía existir consenso ni convencimiento sobre a quién elegir para ser 'número dos'.

En este punto, otras fuentes mencionan no sólo las dificultades sobre el perfil del elegido, sino las de mantener los equilibrios territoriales necesarios. 

Movimiento de control

Pero la realidad es que todo se trata de una operación de intento de control por ambas partes -Génova y la dirección regional-. Y el resultado ha sido el de una gestora hasta que se convoque el congreso. 

Aunque era algo que circulaba desde hace semanas, todas las partes negaban hasta la fecha que fuera la salida por la que optarían las direcciones. La razón es que no lanza un mensaje ni de estabilidad, ni de unidad ni de normalidad en la transición y generaba muchas dudas. Sin embargo, así ha sido finalmente. 

Todo se ha acelerado este fin de semana, donde se ha acabado por cerrar el acuerdo. 

Desde la salida de Mazón, las relaciones entre la dirección nacional y la regional se están tratando de recomponer. La interlocución existe y el secretario general del PP, Miguel Tellado, ha hecho acto de presencia en Valencia para arropar a Pérez Llorca y Catalá. 

Desde Génova se ha querido avalar al presidente de la Generalitat y los primeros pasos de su gestión. Pero una gestora comporta que la dirección nacional pase a dirigir todo el proceso en el partido en la práctica

Lo cierto es que sentó extremadamente mal la famosa comida de Mazón, Pérez Llorca y los presidentes provinciales en la que pidieron un cónclave y que Mompó liderara el partido en pleno proceso de dimisión del primero. 

En la dirección nacional se vio como una traición y son muchos los que atribuyen a ese enfado la decisión de la gestora, pese a que sus miembros estén pactados con la dirección autonómica