Nany frente a su tienda en Picanya. EE
Nany ha montado un altar en honor a Juan Roig en su tienda por su ayuda en la dana: "Se merece un monumento"
Más de un año después de la tragedia, la propietaria del establecimiento reconoce que tiene "miedo de que pueda volver a ocurrir".
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El 29 de octubre de 2024, la dana arrasó por completo la tienda de ropa de Nany. Ubicada junto al barranco del Poyo, en la localidad de Picanya, la fuerza del agua devastó por completo el establecimiento y la posibilidad de no reabrir cobró fuerza.
"Antes de la dana nada me paraba, ahora tengo miedo de que pueda volver a pasar", asegura Nany en declaraciones a EL ESPAÑOL. Tras la catástrofe, ahora regenta ella sola su establecimiento, antes eran tres personas.
En el interior de Nany & Vani, situada en la Plaza de la Constitución, todo es completamente nueva. Ni rastro queda del barro ni de la destrucción en sus paredes. Sin embargo, Nany no olvida lo que vivió el 29-O y los días y meses posteriores.
En especial, recuerda la ayuda que recibió del dueño de Mercadona, Juan Roig. "Las primeras ayudas que nos llegaron fueron las de Roig", recuerda la propietaria. Y es que, a través de la plataforma Alcem-se, más de 2.000 negocios obtuvieron ayuda para tratar de superar el duro golpe que sufrieron por la riada.
"Yo firmé los contratos para las ayudas unas semanas después de la dana, fue un viernes. Pues bien, el dinero llegó a mi cuenta el mismo sábado", explica Nany.
De hecho, destaca incluso que Roig se hizo cargo de los impuestos derivados de esa ayuda a los comercios consciente de la situación que atravesaban. "Este señor se encargó hasta de él mismo pagar el impuesto de donaciones para que nosotros no tuviéramos que hacerlo", recalca.
La "insistencia" del propietario de Mercadona y de su equipo fue definitiva para que Nany decidiera reabrir tras la catástrofe. "Él ha sido quien ha levantado esto, se merece un monumento en Valencia, es lo más grande que tenemos aquí", afirma emocionada.
Al entrar en el establecimiento, sobre unas mesas, reposan cuadros de todas las entidades que han permitido que Nany pueda a diciembre de 2025 reabrir su tienda en el corazón de Picanya, con una vista directa sobre la destrucción del Poyo.
Cruz Roja, Cáritas, Generalitat Valenciana,... Y junto a ellas, una mesa con la imagen de Juan Roig. Además de una firma de ropa que busca resurgir, Nany & Vani es un homenaje a toda aquella ayuda que recibió, tanto ella como otros negocios, desde el 29-O.
Homenaje a Juan Roig en la tienda. EE
Pero, pese a que lo peor, la devastación de la riada, ya ha pasado en muchos puntos de la zona cero, Nany todavía tiene que hacer frente a problemas de pagos sin haber recibido todavía algunas de las ayudas que solicitó al Estado.
Pasado el año de la dana, las ayudas de Roig y las del resto de organizaciones no habrían sido fructíferas sin sus clientas. "He salido adelante gracias a ellas", afirma.
"Ahora mismo, el negocio está bien, está muy bien" gracias a la lealtad de sus clientas y a gente que viene de fuera a comprar para ayudar.
Sin embargo, se enfrenta a un "dilema". Las buenas ventas actuales generarán un pago de impuestos tan alto en el próximo trimestre que teme no tener dinero suficiente para comprar la nueva colección de ropa. "No sé si voy a poder continuar", confiesa
Todavía faltan ayudas
14 meses después de la riada, Nany todavía no ha recibido todas las ayudas que solicitó al Gobierno de España para tratar de recuperar su negocio.
"A mí me llega una ola de dos metros y a mí no me para. Yo arrancaría otra vez, pero a mí lo que me para es este Gobierno, son ellos quienes no nos dejan levantarnos", reconoce.
La asfixia fiscal es uno de los puntos más críticos de su testimonio. Nany explica que, tras estar un año con la tienda cerrada y totalmente destruida, ha tenido que pagar casi 40.000 euros en impuestos.
Además, explica que, mientras la tienda estaba cerrada, ha tenido que devolver las ayudas recibidas durante la pandemia del covid en medio de esta nueva catástrofe. Por si fuera poco, explica que las tasaciones del Consorcio de Compensación de Seguros no cubren el IVA de las reparaciones, lo que la obligó a pedir un nuevo crédito personal.
"Yo era imparable"
La propietaria invirtió en su día, al abrir la tienda, un importe de 400.000 euros. Empezó vendiendo en un quinto piso sin ascensor, luego pasó a comprar el piso de al lado y finalmente dio el salto a un local a pie de calle porque su nivel de ventas y ambición crecía sin parar.
Nany. EE
"La gente me decía que estaba loca, pero yo era imparable, era un proyecto tras otro. En mi cabeza siempre es crear y crear y no estar quieta". Sin embargo, "ahora, por primera vez en mi vida noto que tenemos miedo", reconoce.
Muy emocionada, la propietaria recuerda cuál debe ser la principal reivindicación en esta nueva fase de la recuperación: las obras hidráulicas. Sobre el balcón de la fachada de la tienda, un cartel con un reclamo: "Plan Sur 2 ¡Ya!".
El emotivo recuerdo
"Los primeros que vinieron fueron dos chavales, un chico que llevaba así pelito largo y otro delgadito, que sé que es el hijo de unos vecinos que yo tuve", recuerda sobre los primeros días de la tragedia del pasado año; dos personas a las que les gustaría agradecer personalmente.
"No se nos va a olvidar nunca en la vida, el que vino a ayudar no se nos olvida". Para Nany, pasado el estado de shock y después de meses de indecisión y trabajo incesante, las preocupaciones no han finalizado.
Sin embargo, su ambición y su voluntad de seguir adelante, junto a la ayuda desde el minuto uno de Juan Roig y otras entidades, hicieron que Nany & Vani pueda, a día de hoy, abrir sus puertas cada día.