Pérez Llorca y Mazón en el hemiciclo de Les Corts. José Cuéllar / Corts
Carlos Mazón acudirá al pleno de investidura de Pérez Llorca para dar normalidad a la sucesión en la Presidencia
El voto telemático solo se autoriza en caso de bajas médicas, por lo que el presidente en funciones asistirá para emitir su voto.
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Les Corts Valencianes celebrarán este jueves 27 de noviembre el pleno de investidura de Juanfran Pérez Llorca para relevar a Carlos Mazón al frente de la Presidencia de la Generalitat Valenciana.
Una jornada en la que, salvo sorpresa, Vox apoyará al popular para darle continuidad a la legislatura y así evitar las elecciones autonómicas, y a la que asistirá de forma presencial el presidente del Gobierno valenciano en funciones, tal y como ha confirmado la vicepresidenta y portavoz del Consell, Susana Camarero.
Con ello, se enfrentará a una jornada que le será especialmente agridulce, pues será el día en el que se escenifique su 'adiós' como president. Aunque a partir de entonces todavía deberá producirse el traspaso de poderes y la publicación en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana para hacer efectivo el nuevo nombramiento, en la práctica supondrá despedirse de su etapa como jefe del Consell.
Pese a todo, el entorno de Mazón asegura que asistirá a la sesión del jueves para apoyar a Pérez Llorca en un día clave para el PP valenciano y secundar su candidatura. Es la manera de tratar de dar normalidad al proceso de sucesión.
El hecho de que sea una persona de su total confianza quien vaya a tomar las riendas ahora convierte la transición en un proceso menos traumático para el presidente saliente.
Conviene apuntar, además, que el voto telemático debe autorizarlo la Mesa de Les Corts y habitualmente se concede a los diputados cuando estos justifican su ausencia por una baja o incapacidad temporal. Situación en la que no se encuentra el jefe del Gobierno valenciano en funciones.
La puesta en escena en el hemiciclo del parlamento autonómico es, de momento, una incógnita. Pero sin duda será extraordinaria, dado que ambos estarán sentados en la misma bancada.
No se sabe qué puesto ocupará el president de la Generalitat, aunque todo apunta a que comenzará el pleno ocupando el escaño azul que ocupan los cargos del Gobierno autonómico y una vez prospere la investidura ceda el asiento al también alcalde de Finestrat.
Así ocurrió, por ejemplo, en 2011 cuando Alberto Fabra fue investido presidente de la Generalitat con los votos favorables del PP y en contra de los parlamentarios del PSPV, Compromís y EUPV. El castellonense sucedió en el cargo a Francisco Camps, quien días atrás había presentado su dimisión a raíz de la 'causa de los trajes' derivada de la 'trama Gürtel'.
En aquel pleno, Camps ocupó su escaño como jefe del Consell durante el discurso de Fabra, abandonó el hemiciclo en el turno de réplica de los grupos de la oposición, y reapareció de nuevo por la tarde para participar en la votación, como ahora también pretende hacer Mazón con Pérez Llorca.
Traspaso y discurso
Con todo, a pesar de lo excepcional y el sabor agridulce de la jornada para el propio Mazón, todo apunta a que Pérez Llorca hará alguna mención al legado de su predecesor en cuanto a la gestión de su Consell, así como también a los avances en la reconstrucción de los municipios afectados por la dana el 29 de octubre de 2024.
Mazón fió su futuro al éxito de la recuperación. Sin embargo, en su discurso de dimisión reconoció que a pesar de que esta avanzaba de forma significativa, en paralelo su imagen seguía generando crispación en las zonas que fueron arrasadas por el agua.
Superado el pleno del jueves, el siguiente acto relevante para el presidente saliente será el traspaso de poderes. Un evento en el que también deberá comprobarse la normalidad institucional en el relevo.
Negociación con Vox
Mientras tanto, el PP y Vox continúan sus negociaciones discretas para investir a Pérez Llorca. Las conversaciones parecen encarriladas y la intención es que el alicantino obtenga la mayoría necesaria en primera votación.
El hemiciclo tiene 40 diputados del PP y 13 de Vox, mientras que la oposición suma 46 parlamentarios. Se necesita alcanzar la mayoría absoluta en primera votación (50 escaños), por lo que Vox tiene la llave para la investidura.
Por lo pronto, algo parece ya claro: el pacto no contará ni con documento entre las partes, ni con firma ni foto, como ya ocurrió en 2023 y adelantó este periódico. Tanto PP como Vox han reconocido que "no es necesario". E, incluso, el partido de Santiago Abascal ha defendido que un "acuerdo por escrito" no les "hace falta".
Ahora bien, sí deberán escuchar los compromisos que adquiera el futuro president con su socio preferente en Les Corts Valencianes en temas concretos, por lo que la clave para que cedan sus apoyos se encontrará en el propio discurso de investidura.