El acordeón robado, a la izquierda; y los daños producidos por el robo, a la derecha. Cedidas
Roban un acordeón a una autónoma de 26 años y lo denuncia: "Con él tocábamos en la calle para poder pagar gastos"
Es el modo de vida de una pareja joven instalada en un pueblo de Valencia. Su valor no llega ni a los 100 euros.
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Lidia y Froi viven un auténtico calvario. Hace apenas dos días su coche apareció con la ventanilla rota. En el interior del vehículo se encontraban un acordeón y varias pertenencias que los ladrones se habían llevado.
La joven de 26 años, autónoma, no dudó en hacer un llamamiento en sus redes sociales, completamente desesperada: "Si eres de Valencia y ves este acordeón, por favor, ponte en contacto conmigo, tiene un valor sentimental muy importante".
Y no solo eso. Dejó colgado en su coche una nota que se ha hecho viral. En ella, le dirigía unas palabras al ladrón: "Para el que esta noche me robó: el acordeón que te llevaste, aparte de tener un valor sentimental incalculable es con el que tocábamos en la calle para poder pagar gastos".
"Quiero que sepas que la desconocida a la que has roto la ventanilla y robado esta noche es una autónoma de 26 años que se ha cruzado el país para intentar levantar un negocio y a la vez estudiar una carrera universitaria", deja por escrito Lidia.
El acordeón no es lo único que el ladrón se llevó. "Quiero que sepas que también los 20 euros que te llevaste los hubiese usado para la compra de esta semana, y los airpods un regalo", expresa en la nota.
Nota que Lidia dejó escrita al ladrón. Cedida
Lidia Quintela es gallega y se trasladó hasta Valencia para ganarse la vida. La joven trabaja como artesana y se dedica a dar forma a pequeñas joyas que vende en su página web, Parachute Jewelry.
En realidad, el instrumento es de su pareja Froi. Los dos viven en la localidad valenciana de Burjassot, ubicada a cinco minutos de la capital, y es su modus vivendi. Además de rabia, sienten tristeza.
Froi toca el acordeón en la calle. Cedida
"Lo necesitábamos este fin de semana para poder trabajar y ahora se hace todo más difícil", denuncia. Pese a ello, siguen pendientes de que el instrumento no se revenda en páginas de segunda mano o acabe en algún rastro.
Tanto Lidia como Froi no han dudado en pedir "de corazón" al que lo robó "que lo devuelva". Su valor, indican, no llega ni a los 100 euros.