Mazón durante el Debate de Política General. José Cuéllar / Corts

Mazón durante el Debate de Política General. José Cuéllar / Corts

Valencia DEBATE POLÍTICA GENERAL

Mazón trata de llevar el debate público más allá de la dana con una ofensiva para 'valencianizar' la AVL y ataques a la oposición

El presidente de la Generalitat trufa de anuncios el debate, se crece con ataques a la oposición y muestra su interés en resistir más allá de 2027.

Más información: Mazón dará a los afectados por la dana ayudas para comprar viviendas, cheques bebé y 500€ en material escolar

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El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se enfrentó este martes a su segundo Debate de Política General, el primero que se celebra después de la dana que azotó con especial virulencia la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre.

Una cita que sirvió para evidenciar el cambio radical del jefe del Consell de unos meses a esta parte. Hasta poco antes del verano, los debates se podían resumir en que la oposición atacaba duramente la gestión de la Generalitat en la riada y reclamaba la dimisión del presidente.

Durante meses se pudo ver a un Mazón incómodo ante las críticas, que no solo llegaban de la izquierda sino también de las protestas en la calle y las asociaciones de víctimas. Pero cuando todavía no se ha cumplido un año tras la tragedia, el escenario ha dado un vuelco de 180 grados.

Su estilo y talante, con el telón de fondo de un debate sobre el estado de la Comunitat, volvió este martes a ser el que era: el Mazón de 2023, de campaña electoral y de victoria cuando el PP logró 40 escaños en las elecciones autonómicas.

El presidente de la Generalitat llegó a las 8:30 al Parlamento valenciano, dos horas antes de comenzar la sesión plenaria. Apenas media hora más tarde, las asociaciones de víctimas habían convocado una concentración a las puertas de Les Corts para pedir su dimisión, por lo que logró sortear con éxito el incómodo encuentro.

La mañana no había hecho más que comenzar. Por delante todavía quedaban cinco horas de una larga intervención, con bronca final incluida, en la que el número uno del Ejecutivo valenciano no solo anunciaría los proyectos que marcarán su hoja de ruta para el próximo curso político. También emplearía sus minutos para atizar al Gobierno central por tierra, mar y aire.

PSPV y Compromís abuchean a Mazón durante el debate con carteles de 229, cifra de víctimas mortales de la dana. Rober Solsona / EP

PSPV y Compromís abuchean a Mazón durante el debate con carteles de 229, cifra de víctimas mortales de la dana. Rober Solsona / EP

Tras un breve recuerdo a lo ocurrido en la riada -apenas ocuparon los 10 minutos iniciales de su discurso-, comenzó a leer de carrerilla las 44 medidas que quiere ver vigentes en los próximos meses. Algunas de ellas, cabe mencionar, difíciles de materializar porque quedan en manos de la oposición. Otras ya conocidas. 

A modo de ejemplo, el presidente de la Generalitat quiere impulsar una reforma del Estatuto de Autonomía para cambiar el nombre de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL). La intención es que pase a llamarse Acadèmia de la Llengua Valenciana.

Se trata, sin embargo, de una iniciativa que nace prácticamente muerta, pues requiere de los votos de 66 diputados y, por tanto, de los apoyos de un partido de la oposición además de Vox. Es decir, de PSPV o Compromís. Algo que se antoja prácticamente imposible.

El texto, además, tendría que ser presentado como proposición de ley en el Congreso y pasar por la Comisión Constitucional tras su toma en consideración por el pleno. Tras ser aprobada, habría de someterse a un referéndum con previa autorización del Gobierno central.

Y lo mismo ocurre con la propuesta de la PAU. En concreto, la que pretende que los alumnos valencianos puedan elegir entre hacer examen de castellano o valenciano en las pruebas de acceso a la universidad para que la nota media de la selectividad no se vea afectada por la lengua cooficial.

Algo que requeriría del visto bueno del Ministerio de Educación. Es decir, que tampoco se trata de una iniciativa que el propio gobierno autonómico pudiera poner en marcha.

Mazón en la tribuna de Les Corts este martes. José Cuéllar / Corts

Mazón en la tribuna de Les Corts este martes. José Cuéllar / Corts

Ahora bien, más allá de que algunas medidas no se encuentren en manos del Consell, lo cierto es que su mero impulso e incorporación en la hoja de ruta de los próximos meses tiene un claro objetivo: que el debate público vaya más allá de la dana e intentar, así, que se centre en otras cuestiones, como por ejemplo el debate identitario.

De hecho, entre las iniciativas anunciadas se encuentran grandes clásicos para el PP valenciano, como la Ley de Señas de Identidad. Una norma que en realidad era una promesa electoral del Partido Popular, pero que quedó aparcada por la dana.

La ley de Señas ya fue aprobada en su momento por el Gobierno de Alberto Fabra para ser suprimida posteriormente por la izquierda. Ahora, los populares quieren rescatarla, si bien deberán acordarla con Vox.

Tanto esta norma como el cambio de nombre de la AVL permiten abonar el terreno de cara a la negociación de los Presupuestos de 2026 que Mazón pretende sacar adelante. Vox siempre se ha mostrado especialmente beligerante con la Acadèmia y con las subvenciones catalanistas. 

Los envites a la oposición

Tras exponer su carta de presentación para los próximos meses, el líder de los populares valencianos centró la segunda parte de su discurso en atacar al Ejecutivo de España y las polémicas en las que se han visto inmersos en los últimos meses.

La más reciente, los fallos en las pulseras antimaltrato que se colocan a los agresores acusados de violencia machista para que no se acerquen a las víctimas. "Pulseras de Aliexpress", según las bautizó Mazón.

Mientras tanto, a escasos metros de Les Corts, el hasta ahora presidente de la patronal de empresarios, Salva Navarro, anunciaba que no optaría a la reelección. Tras ocho años al frente de la CEV, el empresario reconocía no haber logrado reunir el apoyo de "distintos sectores" y, por ello, dejaba vía libre a su rival, Vicente Lafuente.

Ajeno a ello, Mazón, que días atrás tuvo un rifirrafe con Navarro por ausentarse en su discurso en la Noche de la Economía, seguía con su intervención en la tribuna del hemiciclo de la Cámara. Cuestionaba en ese momento la lealtad del Gobierno central en los últimos años con la Comunitat, que sigue sin ningún avance respecto a la reforma del sistema de financiación.

Y en este punto, hizo una pausa para recriminar a Compromís su papel de "auténtico pagafantas" por sostener a Sánchez en el Gobierno y, a cambio, no haber hecho valer sus votos en el Congreso en todos estos años para conseguir mejoras para los valencianos.

Los diputados del PSPV comenzaron entonces a revolverse por primera vez en sus escaños. Hasta ahora habían permanecido casi impasibles, por lo que el presidente de la Generalitat les pidió que guardaran silencio: "Pero no se preocupen, que yo no voy a mandar a ningún concejal karateka para que se callen".

Los portavoces de Compromís y PSPV, Joan Baldoví y José Muñoz. José Cuéllar / Corts

Los portavoces de Compromís y PSPV, Joan Baldoví y José Muñoz. José Cuéllar / Corts

Otra burla más que hacía referencia a lo acontecido hace pocos días en Moncada, cuando, en plenas fiestas patronales, un concejal del PSOE se lanzó de un escenario dando una patada al aire para atacar a varios jóvenes que habían coreado insultos contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Casi a punto de llegar a las cuatro horas de debate, y en un momento en el que se escuchaba cierto murmullo de los diputados de la oposición hablando entre sí, Mazón se quedó en silencio y les abroncó: "Tampoco trabajan ustedes tanto durante todo el año como para ahora no prestar atención a lo que voy a hacer".

"No están acostumbrados a que un presidente del Consell trabaje tanto, pero tengo mucho que contarles" aseguró mientras sostenía en alto el taco de folios donde llevaba impreso su discurso en el que detallaba las medidas y envites al Gobierno.

El punto más crítico y tenso del debate se produjo en la recta final de su intervención, cuando afirmó que PSPV y Compromís habían utilizado a las víctimas de la dana, pero que estas siempre le tendrían a su disposición.

Acto seguido, la presidenta de la Asociación de Víctimas Mortales de la Dana, Rosa Álvarez, se levantó de la tribuna de invitados y abandonó el palco. Al verlo, los diputados del PSPV hicieron lo mismo.

A la derecha, Rosa Álvarez. José Cuéllar / Corts

A la derecha, Rosa Álvarez. José Cuéllar / Corts

"Son las 14:00 y todavía no han comido", gritó en ese momento el diputado del PP Salvador Aguilella en referencia a que los socialistas abandonaban el hemiciclo cansados tras cuatro horas de debate. Una alusión al lamento de Sánchez en el que se quejaba de que eran las 17:00 de la tarde y todavía no había comido.

La frase de Aguilella despertó la reacción de todo el grupo parlamentario de Compromís, pero en particular del diputado Gerard Fullana. El parlamentario se encaró con el popular al grito de: "¿Cómo que son las 14:00 y aún no han comido? Que ha muerto mucha gente". Los 15 diputados de la coalición dejaron sus escaños.

Con todo, la presidenta de Les Corts, Llanos Massó, hizo un receso de la sesión de 5 minutos. Pero tras retomarla, la oposición permaneció fuera, por lo que Mazón terminó el discurso con medio hemiciclo vacío. Tan solo le escuchaban los suyos.

"Pagafantas" y Morant

La tensión de por la mañana se extendió a la tarde. Los ataques a socialistas y nacionalistas fueron constantes a lo largo de su discurso, pero todavía se incrementaron más en los turnos de réplica.

Tras llamarlo "soberbio y estridente" y acusarle de "aferrarse al sillón para no perder el aforamiento porque teme declarar ante la jueza", el portavoz socialista José Muñoz le pidió la dimisión. "No nos vale que cambien a Mazón. Todo el PP es responsable de lo que pasó en la dana", advirtió.

"Me niego a normalizar que usted esté aquí como si no hubiera pasado nada cuando han muerto 229 personas. Vivimos en una anomalía democrática", se quejó tras señalar que el último metro que circuló por Paiporta el día de la catástrofe lo hizo a las 19:14 horas. "De milagro no murieron más personas", manifestó.

José Muñoz durante su intervención. José Cuéllar / Corts

José Muñoz durante su intervención. José Cuéllar / Corts

El ambiente estaba especialmente caldeado. Tanto, que cuando el portavoz del PSPV criticó al conseller de Educación, José Antonio Rovira, por la defensa que hizo del Consell al no acudir a Massanassa tras la muerte de un trabajador en un colegio afectado por las inundaciones, -dijo que tenían derecho a estar con su familia en Alicante-, este le espetó "basura".

"Basura es usted, señor Rovira", le respondió el portavoz socialista, que poco después bajó de la tribuna para dar paso a la réplica de Mazón. No sin antes advertirle de que su talante le había recordado a un expresidente de su partido, a Francisco Camps: "Usted también se ha creído su propio personaje. Todos sabemos cómo ha acabado el señor Camps".

"Ya sé por qué Diana Morant no presenta una moción de censura: por vergüenza a que la defienda usted. Usted ha venido a decir lo mismo de siempre, nada. Hoy habría que hablar de gestión, pero como a usted nunca le han llamado para gestionar nada, no puede hablar de nada, claro", le respondió el jefe del Consell.

El tono subido y los ataques continuaron con Compromís, a quienes reiteró en diferentes ocasiones su papel de "pagafantas". No una ni dos veces, fueron más de una decena. Para el portavoz de la coalición, Joan Baldoví, que le reclamó que fuera a declarar ante la jueza de la dana, Mazón fue este martes "una mala copia de Isabel Díaz Ayuso, chulo y maleducado".

El líder de Compromís en el Parlamento valenciano tachó al jefe del Ejecutivo valenciano de "inmoral" y puso sobre la mesa una serie de medidas alternativas a las propuestas por el gobierno actual para las personas que viven en las zona cero y se vieron afectadas por las inundaciones, como un cheque bebé, 500 euros para material escolar o ayudas para comprar una vivienda.

Iniciativas que Baldoví apenas entró a valorar: "Ni con todo el dinero del mundo podrás comprar el perdón del pueblo valenciano, porque el pueblo valenciano tiene una cosa que tú no tienes: dignidad", dijo tras reprochar que no explicara en ningún momento durante sus 5 horas de intervención qué hizo el 29 de octubre.

En el centro, el portavoz de Vox en Les Corts, José María Llanos. José Cuéllar / Corts

En el centro, el portavoz de Vox en Les Corts, José María Llanos. José Cuéllar / Corts

Pasadas las 20:30 de la noche, la presidenta de Les Corts decidió hacer un receso. Solo quedaba el turno de Vox, socio parlamentario del PP en los últimos meses. Gracias a ellos, Mazón pudo aprobar unos nuevos presupuestos, los de la reconstrucción, por lo que el debate prácticamente había acabado.

Tanto es así que su portavoz, José María Llanos, utilizó parte de su intervención en fiscalizar al Gobierno de España y no al propio Mazón, que era quien se enfrentaba al debate este martes.

Así, acusó por un lado a la ministra y líder del PSPV, Diana Morant, de querer "imponer el catalán en la Comunitat Valenciana" y cargó contra la falta de "compromiso" de Sánchez con las zonas afectadas, mientras mostró su respaldo a las medidas de reconstrucción impulsadas por Mazón.

Tras intentar atribuirse parte de las medidas dirigidas a la recuperación del territorio, el líder de Vox tan solo le puso un "pero" al PP: que "aclare" su postura respecto al valenciano. "¿Lengua valenciana sí o no? No se puede contentar a todo el mundo; en la vida, y en política sobre todo, hay que tomar decisiones". Con ello, Mazón ya había superado su primer debate de política general tras la dana.