Carlos Mazón y la consellera de Hacienda, Ruth Merino, en Les Corts. Rober Solsona / EP
El Gobierno de Mazón ya prepara los presupuestos de 2026 y se expone a una nueva negociación con Vox
Los departamentos confeccionan sus cuentas tras la orden de julio. Miembros del PP dudan de que puedan llegar a acordarse.
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El Gobierno valenciano que dirige Carlos Mazón se encuentra ya inmerso en la elaboración de los Presupuestos de 2026 y en la ley de Medidas Fiscales (la conocida como ley de Acompañamiento).
Las Consellerias andan en esta tarea desde finales de julio, según confirman fuentes del Ejecutivo, y la previsión es presentar las cuentas pese a las dudas que existen de que puedan ser finalmente aprobadas.
La orden de elaboración de los Presupuestos de la Conselleria de Hacienda salió publicada el pasado mes en el Diario Oficial, como viene siendo habitual.
La documentación de cada departamento tendrá que ser remitida a la dirección general de presupuestos antes del 30 de septiembre, por lo que las Consellerias tienen preparadas sus respectivas propuestas.
La orden de Hacienda especificaba un aspecto que ya determinó los presupuestos de 2025, y es que de forma independiente se incluirán las actuaciones destinadas a la recuperación tras la dana (el llamado presupuesto dana).
La ley de Hacienda Pública establece que el proyecto de ley de Presupuestos de la Generalitat se remitirá a Les Corts antes del 1 de noviembre de cada año y el Estatuto de Autonomía subraya que el señala que ha de presentarse a Les Corts al menos con dos meses de antelación al comienzo del correspondiente ejercicio.
El Gobierno autonómico quiere tratar de cumplir con estos plazos después de todo lo sucedido con las cuentas de 2025, que se acabaron aprobando hace apenas tres meses, el pasado mayo, por las dificultades para negociarlas con Vox.
Además, elaborar los presupuestos le otorga una coherencia en su discurso de exigencia al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ahora quiere presentar unas cuentas después de tres años.
El riesgo, sin embargo, es alto. Primero, porque aprobar unos presupuestos y llevarlos a Les Corts expone al PP a una nueva negociación con Vox tras la dureza de la última, en la que hubo importantes cesiones. No sólo en el componente económico sino en el discursivo.
Segundo, porque también comporta el peligro de no sacarlos adelante y de lo que supone esa imagen para Mazón, pues la luz verde a las cuentas siempre se venden como un logro de gestión.
La prórroga se contempla
Debido a todo ello, ya eran muchas voces dentro del PP las que en su momento dieron por hecho que los presupuestos de 2025 eran los últimos. Y siguen siendo muchas ahora. La prórroga de los actuales es un escenario que contemplan. Pero, en principio, no quieren dejar de intentarlo.
La aprobación de las cuentas actuales dejaron muchas lecturas la pasada primavera. Mazón las anunció tras semanas de negociaciones y reuniones con la cúpula nacional de Vox.
Y lo hizo con un discurso en el que asumía muchos de los postulados de esta formación en inmigración y políticas verdes, pero con el que a la vez se anotaba un tanto deseado por él mismo: el de la estabilidad.
En un momento político extremadamente complicado para el presidente de la Generalitat por la gestión de la dana, un pacto de las cuentas le daba oxígeno y le permitía un logro con el aval de Génova, lo que le permitía afianzar la legislatura.
Por contra, la tramitación en Les Corts conllevó algunas cesiones a Vox en las que el PP nunca se ha sentido cómodo y de la que salió 'quemado', como suele ocurrir siempre en este tipo de negociaciones.
Desde pruebas de edad a menores migrantes a recortes a patronal, sindicatos y la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) fueron medidas incorporadas a través de las enmiendas.
Así que, en un nuevo escenario de presupuestos, lo previsible es que Vox vuelva a hacer gala de sus posiciones y a poner condiciones para aprobarlos. El Debate de Política General que se celebrará a finales de septiembre en Les Corts puede ser un buen momento para que comience a evidenciar su postura al respecto.
De manera que las preguntas que surgen si se llega a una tramitación de los presupuestos -algo que no está claro aún- son dos. De un lado, si el PP estará dispuesto a volver a ceder en las pretensiones de los que fueron sus socios de Gobierno y, de otro, si Vox es capaz de no apoyarlos en caso de que fueran rechazadas.
Todo esto se verá en los próximos meses en un calendario político supeditado a multitud de cuestiones externas, como las especulaciones de un posible adelanto de las elecciones generales.