Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Efe / Biel Aliño

Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Efe / Biel Aliño

Valencia

El informe de la Guardia Civil desmonta el relato del Gobierno sobre la dana y apunta a Miguel Polo, presidente de la CHJ

El dirigente, que huye de la prensa desde la tragedia, queda señalado: "Cabría preguntar a los responsables por qué no se llevaron a cabo los avisos".

Más información: La Guardia Civil carga contra Aemet por no proporcionar información de las lluvias "en tiempo real" durante la dana

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Un organismo estatal, la Guardia Civil, ha desmontado el relato del Gobierno de España sobre la gestión de la dana de Valencia, que atribuía a la Generalitat Valenciana toda la responsabilidad sobre la falta de avisos durante la trágica jornada que se cobró 228 víctimas mortales el 29 de octubre.

La Benemérita, en el informe que le había encargado la jueza de Catarroja sobre cómo reaccionó cada organismo ante la emergencia, se pronuncia con contundencia sobre el papel de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

La misma la preside el socialista Miguel Polo, a quien el Gobierno de España mantiene desde hace nueve meses alejado de la prensa. Apenas ha atendido brevemente a los medios en un par de ocasiones. No concede entrevistas ni ruedas de prensa desde la dana.

"Destaca sobremanera la inexistencia de avisos como consecuencia del ascenso exponencial desde las 16.15 horas", afea en su escrito la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Valencia. El mismo ha trascendido un viernes de finales de julio, fecha ideal para minimizar su impacto.

La Guardia Civil, como informó este periódico, critica que durante el "ascenso exponencial" del caudal en la rambla del Poyo (que fue la más mortal) desde las 16:15 horas, la CHJ no realizó "comunicación alguna" hasta las 18:43 horas, cuando el caudal alcanzó los 1.683 metros cúbicos por segundo.

El cuerpo policial se refiere así a los correos electrónicos no enviados cuando el volumen de agua superaba el umbral de 150 metros cúbicos por segundo, tal y como fija el propio protocolo de la CHJ, al margen de los datos del sistema automático de información hidrológica (SAIH) que sí se colgaron.

"Cabría preguntar a los responsables de la CHJ cuál fue el motivo por el que no se llevaron a cabo los avisos de superación de los umbrales preceptivos por parte de las personas que tenían encomendadas estas funciones durante la tarde del día 29 de octubre", reza el documento.

"Sin duda, denotaron una aparente ausencia del control sobre el dispositivo de registro de la rambla del Poyo, justo en el peor momento", agrega.

"Información suficiente"

La instructora del caso, Nuria Ruiz Tobarra, ha sostenido hasta la fecha la tesis de que la Generalitat Valenciana, competente en materia de emergencias, disponía de "información suficiente" para haber advertido a la población antes de las 20:11 horas.

No fue hasta ese momento cuando se envió el ES-Alert a toda la provincia, que en realidad se remitió por la posible rotura de la presa de Forata en el río Magro, no por los estragos que ya estaba generando la inundación en la cuenca del Poyo.

De hecho, la magistrada desestimó la petición de las acusaciones que solicitaban la imputación de Miguel Polo y que, a buen seguro, volverán a solicitarla en las próximas semanas. Ella lo citó como testigo, si bien no fijó su declaración y, muy probablemente, deberá fecharla ahora tras dirimir de nuevo sobre si lo convierte en investigado o no.

La magistrada, en el auto de hace tres meses, consideró que "no concurren indicios de delito que justifiquen la atribución de la condición de investigado".

Consideró entonces que, "más allá de la remisión de correos electrónicos entre las 16:13 horas y las 18:43 horas que informaban sobre el caudal, ha de atenderse a la información que se proporcionaba por el SAIH", algo de lo que discrepa la Guardia Civil.

Información "fundamental"

La jueza añadía un argumento clave para no imputarlo. "Se olvida de manera reiterada que debe existir una conexión entre los fallecimientos, la posición de garante y la inactividad de quien ocupaba dicha posición", subrayó.

Interpretaba entonces que la ausencia de los correos electrónicos obligatorios por parte de la CHJ no tuvo una incidencia directa en las muertes que se produjeron, un extremo en el que no parece coincidir la Guardia Civil.

La Benemérita considera en su informe "fundamental que esa información se transmitiera en tiempo para conocer la situación real de los volúmenes de agua que circulaban por los cauces de los cursos fluviales con dispositivos de SAIH, en este caso, del barranco del Poyo".

Coches amontonados por la dana en Paiporta.

Coches amontonados por la dana en Paiporta. Marías Chiofalo / Europa Press.

Conviene recordar también que ya han sido al menos cinco los técnicos de Emergencias de la Generalitat que, en sus declaraciones como testigos ante la jueza, han señalado a la CHJ por su deficiente información durante la tarde noche de la tragedia.

A su vez, como informó este viernes EL ESPAÑOL, el informe de la Guardia Civil carga contra la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) por no proporcionar información de las lluvias "en tiempo real" durante la dana, de modo que son dos los organismos estatales señalados por el cuerpo policial.

Antes y después

Por todo lo expuesto, el pronunciamiento de la Guardia Civil puede suponer un antes y un después en la investigación. Por primera vez, un organismo estatal se alinea con la tesis de la Generalitat (PP), que afea desde el inicio la ausencia de avisos por parte del Gobierno (PSOE).

El Ejecutivo central ha defendido desde el principio que eran suficientes para la Generalitat los datos "cincominutales" sobre el estado de las cuencas que se subían de forma automática a la web de la CHJ, disponibles online para cualquier persona.

En cambio, el Gobierno autonómico denuncia desde hace nueve meses que la CHJ obvió los llamados "mensajes redundantes", que ahora la Guardia Civil denomina como "avisos de superación de los umbrales preceptivos".

Tal y como informó EL ESPAÑOL, dicho umbral de 150 metros cúbicos por segundo fue rebasado hasta en 15 de las mediciones sin que la CHJ enviara el correo electrónico a la Generalitat hasta las 18:43 horas.

Para entonces el destrozo ocasionado en esa rambla ya era letal. Dicho desbordamiento, como informó EL ESPAÑOL, fue el que ocasionó el 86,5% de las muertes de la trágica tarde del 29 de octubre.

Era la única de las tres cuencas de las que sufrió la dana que carecía de obras hidráulicas que protegieran a la población.

Además de la ausencia de avisos mediante correo electrónico, la crecida del Poyo no fue comunicada durante la reunión del Cecopi, en la que estaba presente el propio Miguel Polo.