El negocio oculto de la dana: descubren un taller clandestino en un pueblo de Valencia que desguazaba coches

La Guardia Civil propone para sanción a un hombre de Guadassuar por desarrollar tres negocios sin las correspondientes licencias, permisos ni seguros. Esta operación ha permitido detener a otra mujer que tenía orden de búsqueda y que había llevado su vehículo a reparar al taller clandestino.

La investigación comenzó tras el aviso de un vecino de este municipio de la comarca de la Ribera Alta en el que se afirmaba que se desarrollaba la actividad de taller. Este lo gestionaba, según las investigaciones, en un local que trabajaba a puerta cerrada.

En la inspección el taller los agentes constataron que estaba equipado con todo tipo de maquinaria, como elevadores, compresores, radiales, soldadores, máquina para extracción de neumáticos y equilibrado de ruedas, entre otros.

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Eso le permitía reparar vehículos de otro negocio de compra venta de vehículos y de clientes particulares que regentaba la misma persona que explotaba el taller.

Pero si tenía todo para poder operar, lo que le faltaban eran los permisos. No tenía licencia ambiental, seguro para la actividad, inspección del elevador de vehículos y de las máquinas de extracción de neumáticos y equilibrado de ruedas.

La operación ha servido para descubrir el paradero en Benimodo de la mujer que buscaban desde Ibiza. El juzgado de instrucción número 4 había ordenado su detención por un delito del que no se han dado más detalles y por el que ha pasado a disposición judicial.

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En la investigación al taller los agentes encontraron vertidos a una arqueta con restos de hidrocarburos o aceites que provocan la contaminación del sustrato y posibles filtraciones al alcantarillado público.

Y como recalcan, no tenía registro de industria ni contrato con una gestora de residuos, tanto peligrosos como no.

Esa no fue la última sorpresa que quedaba por descubrir. Al constatar las matrículas de los vehículos que se encontraban en su interior, se descubrió un vehículo a nombre de otra persona, que estaba semidesguazado y de baja por el temporal de la dana que asoló la provincia en octubre.

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A eso se sumaban multitud de motores, gran cantidad de neumáticos, más de treinta baterías, toda suerte de tapacubos, tubos de escape, llantas, faros y asientos. Todo, al parecer de los agentes, lo extraía de vehículos que le daban de baja por la dana sin tener licencia ambiental de desguace.

Esto llevó a los investigadores a inspeccionar una campa en la misma calle que explotaba la misma persona como compraventa de vehículos usados. También carecía de licencia de actividad. En su interior se localizaron seis vehículos más, algunos semidesguazados, porque extraía piezas.

La Guardia Civil continúa inspeccionando la documentación sobre los vehículos del desguace clandestino y de la actividad de compra venta sin licencia de actividad, para determinar la procedencia y destino de los vehículos, así como las posibles infracciones cometidas.