
Carlos Mazón, este martes en el Palau de la Generalitat. Rober Solsona / Europa Press
Las dificultades de una 'operación relevo' de Mazón: de salida pactada a los votos de Vox y el futuro judicial
El escenario deseado entre los populares es el del acuerdo entre dirección nacional y regional, dado que son numerosos los escollos para sustituir al presidente de la Generalitat a corto plazo.
Más información: Feijóo propondrá primarias a una sola vuelta y tomará una decisión sobre Mazón tras el congreso del PP en julio
La calendarización por parte de Génova de su decisión respecto a Carlos Mazón ha abierto un nuevo escenario en el partido esta semana. Tal como informó este martes EL ESPAÑOL, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, tiene previsto despejar el futuro del presidente de la Generalitat tras el congreso nacional convocado para julio.
El líder popular quiere activar, tal como ha trasladado, el "modo futuro desde ya" para tener preparada su candidatura por si Pedro Sánchez cae o trata de sorprender en cualquier momento con elecciones generales anticipadas.
Esto pasa por dos fases: una, la de tener a punto el PP a nivel orgánico (un cónclave que refuerce el liderazgo de Feijóo y renueve la cúpula) y dos, por solucionar los grandes problemas a nivel territorial.
Aquí aparece sin dudas la situación de la Comunitat Valenciana. En Génova se encuentran preocupados porque interpretan que Mazón ya les lastra en las encuestas y porque les puede afectar en el caso de que se celebren unas generales.
La operación relevo siempre había estado encima de la mesa, aunque se había convertido en un escenario improbable a corto plazo debido a la complicación. Pero ya no: Feijóo pretende tomar una decisión definitiva tras el congreso nacional, según ha podido saber este periódico.
Los tiempos elegidos resultan llamativos. Mazón ha pasado por dos momentos especialmente delicados tras la fatídica dana del 29 de octubre. Uno fue el de las semanas posteriores a la tragedia -sobre todo la siguiente-.
Y otro, incluso todavía peor, fue cuando reveló que llegó al Cecopi a las 20.28 horas, tras el envío de la alerta. Una manera de sacrificar su credibilidad política -hasta el momento sostuvo que había aparecido pasadas las 19.00- para salvarse a nivel judicial.
Superados esos grandes baches políticos, el presidente de la Generalitat pasó a centrarse en conseguir un importante logro de gestión: sacar adelante los presupuestos de la Generalitat de 2025, que se aprobarán en el pleno del 28 y 29 de mayo. Mazón pactó las cuentas en primera persona con la dirección nacional de Vox, algo que le dio oxígeno y le permitía contar con mayor estabilidad y ganar tiempo.
Con este salvavidas, los plazos que circulaban en el PPCV para abordar el liderazgo con cierta tranquilidad eran a lo largo de 2026. Sin embargo, ha aparecido un nuevo sobresalto: el "modo futuro desde ya" de Feijóo.
Aforamiento y riesgo de fractura
De ahí que haya vuelto a resurgir la operación relevo. Las dificultades, en todo caso, son las mismas de siempre. Y Génova es consciente de ellas. De ahí que sean numerosas las fuentes en el PP que no ven una solución fácil y que diferencian entre la intención de sustituir a Mazón y que se convierta en realidad.
Para empezar, la salida habría de ser pactada a todos los niveles: plazos, fórmula, mensaje, etc. El presidente de la Generalitat no puede ser cesado y tiene potestad para convocar elecciones anticipadas, algo que en cualquier caso sería extremadamente arriesgado y que nadie cree que fuera capaz de hacer.
El escenario deseado entre los populares es, por tanto, el del acuerdo. La pregunta es si ahí existirá coincidencia con todas las cuestiones que se encuentran en el aire. Un relevo sin más podría hacer aparecer el riesgo de fractura interna dentro de la formación e interferir en la reconstrucción, según indican fuentes del PP valenciano.

Feijóo y Mazón, en el congreso del PP Europeo de abril. Eduardo Manzana / Europa Press
Sin ir más lejos, uno de los interrogantes más importantes es qué salida le ofrecería a Mazón la dirección nacional. El dirigente popular no sólo tiene un problema político o laboral en un escenario de dimisión. Seguramente sea el menor tal y como está evolucionando la situación. El mayor es, sin lugar a dudas, el judicial.
En el caso de que pierda el aforamiento -lo mantendría solo en caso de seguir como diputado- podría acabar imputado por la jueza de la dana, que ya le ha ofrecido declarar voluntariamente y ha repetido en diversas ocasiones que no investiga su actuación porque está aforado.
Pese a que ningún testimonio hasta la fecha ha apuntado hacia él -ni siquiera los de los investigados Salomé Pradas y Emilio Argüeso o el de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé-, no son pocos los que interpretan que la magistrada ya lo habría citado a declarar si no fuera por la protección con la que cuenta.
Se trata, desde luego, de un factor muy relevante que se debería abordar en un escenario de negociación con Génova y que ésta habría de tener en cuenta.
En segundo lugar, la dirección nacional también habría de estudiar perfiles de sustitutos. Mientras todos los consellers quedan descartados porque renunciaron al acta en Les Corts cuando tomaron posesión del cargo, opciones como la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, no parecen del todo claras.
El PP sabe que resulta peligroso dejar el Ayuntamiento de Valencia vacío de liderazgo cuando se trata de una plaza tan importante para el partido y para ganar la Generalitat. Más todavía cuando el PSPV ya ha señalado a Pilar Bernabé como su alcaldable en 2027, con la que cree que tiene opciones de ganar.
Este martes, Catalá insistió en su voluntad de continuar en el consistorio. Preguntada por qué respondería a Feijóo si le propusiera suceder a Mazón, contestó que le diría que ella es "la mejor opción para seguir siendo alcaldesa de Valencia muchísimos años, todas las legislaturas que los valencianos consideren".
De ahí que el nombre de Juanfran Pérez Llorca, actual portavoz y número dos del partido, suba enteros, si bien tampoco es nada fácil porque en un relevo realmente pactado con Mazón estaría por ver la posición del presidente de la Generalitat.
El factor Vox
En tercer lugar, se encuentra el papel de Vox. Cualquier operación de estas características tiene que contar con sus votos en Les Corts. Aunque desde este partido siempre han asegurado que el pacto de presupuestos al que llegaron no fue con Mazón sino con el PP, nadie sabe las condiciones que pondrían llegado el momento.
Vox es consciente de que no puede asumir el riesgo de que dejar caer a un gobierno del PP pudiera desembocar en unas elecciones autonómicas en las que la izquierda volviera a gobernar en la Comunitat Valenciana. Sería un mensaje muy negativo de cara a su electorado. Pero, a su vez, creen que nada deben a los populares, por lo que parece probable que jugaran su baza y pusieran un precio.
En cualquier caso, y si Feijóo tomara una decisión de relevar a Mazón, todo lo relacionado con el partido en la Comunitat hasta los comicios autonómicos pasaría a estar controlado directamente por Génova, que también acabaría eligiendo la candidatura a la Generalitat. Tal vez sin congreso regional, como ha venido informando este periódico.
Una alternativa a un relevo real y a las complicaciones que conlleva sería que Mazón anunciara que no opta a la reelección, poniendo fecha de caducidad a su liderazgo. Todo dependerá de la dirección nacional.