PP y Vox pactan unas rebajas fiscales que entrarán en vigor en 2026 para no descuadrar los ingresos del 2025

El Partido Popular y Vox aprobaron este jueves una batería de reformas fiscales que plantearon los segundos a través de la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos de 2025. Unas modificaciones que, sin embargo, no entrarán en vigor hasta junio de 2026 porque, de hacerlo, el Consell vería comprometidas las cuentas que acaba de pactar con quienes fueron sus socios en el Gobierno valenciano.

Las reformas propuestas por los voxistas y secundadas por el PP afectan a cuatro impuestos en particular: el de Patrimonio, Actos Jurídicos Documentados, Sucesiones y Donaciones y Transmisiones Patrimoniales.

En el primer caso, los dos partidos han acordado elevar el mínimo exento de 500.000 euros a 1 millón de euros. Una medida que, no obstante, no entrará en vigor hasta el último día del año, el 31 de diciembre, porque así lo han fijado sobre el papel las dos formaciones.

PP y Vox exhiben su sintonía y aprueban todas las enmiendas a la ley de Acompañamiento a los Presupuestos de 2025

"Con efectos para los hechos imponibles devengados desde el 31 de diciembre de 2025 inclusive", reza la enmienda aprobada. Esto significa que, llegado el momento de realizar la declaración de la renta, los contribuyentes afectados únicamente tributarían por ese único día del año. Lo que en la práctica se traduce en que acabe sin afectar especialmente al capítulo de ingresos del presupuesto de este ejercicio.

Una maniobra que se repite con todas y cada una de las enmiendas que afectan a la fiscalidad. En el caso del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, por ejemplo, Vox planteaba bonificar al 75% el tercer grado de consanguinidad, lo que afectaría a tíos, sobrinos, bisabuelos o biznietos.

El texto aprobado este jueves, resultante de una enmienda de aproximación entre PP y los voxistas, deja esta bonificación finalmente en un 25%. Y, aun así, la rebaja no entrará en vigor hasta el 1 de junio de 2026, por lo que, de nuevo, tampoco afectaría a la previsión de recaudación de este ejercicio. Ya lo haría en el del próximo año.

La reforma no queda ahí. El texto aprobado plantea ampliar la bonificación para el segundo y tercer grado de consanguinidad al 50%, pero a partir del 1 de junio de 2027. En definitiva, otra medida que tampoco afectará al Presupuesto de este año dado que su entrada en vigor está prevista dentro de año y medio.

Mazón en su escaño en Les Corts. José Cuéllar / Corts

Por último, el cuarto impuesto modificado es el de Actos Jurídicos Documentados, que baja del 1,5% al 1,4%. Pero como ocurre con el resto, tampoco se aplicará hasta junio de 2026. Por lo que, en la práctica, será como si no se hubiera modificado.

En definitiva, se trata de cuatro reformas importantes de impuestos, pero que no tendrán ningún efecto en la práctica hasta, como mínimo, dentro de un año. Una fórmula ideada por el PP para no descuadrar el Presupuesto de 2025 y evitar tocar el capítulo ingresos. 

Lo cierto es que tanto PP como Vox siempre se han mostrado partidarios de acometer rebajas fiscales. Sin embargo, hacerlo en esta ocasión era prácticamente inviable por la merma de ingresos que se hubiera producido.

Son varios centenares de millones de euros menos en las cuentas de este año a los que el Consell no puede ahora mismo renunciar y por los que tampoco estaba dispuesto a compensar con recortes en gastos. Menos todavía en un contexto como el actual: en plena reconstrucción de los municipios tras la dana.

Curiosamente, alguna de las enmiendas registradas en solitario por Vox ya contemplaban esta entrada en vigor en diferido: tanto Patrimonio como Actos Jurídicos Documentados y Transmisiones Patrimoniales.

Mazón con la presidenta de Les Corts, de Vox, Llanos Massó. José Cuéllar / Corts

Un hecho del que se desliza que, o bien Vox no quería afectar a las cuentas que ya habían pactado con el PP, o la literalidad de las enmiendas ya se habían negociado con carácter previo a su presentación y simplemente el de este jueves era el trámite para acabar de acordar los últimos flecos del acuerdo.

Así, la única modificación 'sustancial' respecto a los textos iniciales sería aquella que divide en dos periodos (2026 y 2027) las bonificaciones en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que Vox quería acometer de golpe y elevar al 75% pero que finalmente se hará progresivo el año que viene y el siguiente, en pleno periodo electoral. Algo que, además, podrán vender de cara a unos comicios.

Todas estas reformas son susceptibles de cambios de cara a la negociación de las próximas leyes de Acompañamiento a los Presupuestos, tanto del año que viene como del siguiente. En cualquier caso, las cuentas de 2025 podrían acabar prorrogadas hasta elecciones en función del contexto político.