Cristóbal Aguado y José Luis Santa Isabel durante la Comisión de Investigación en el Senado. Marta Fernández/EP
"Desatinada" y "mejorable": los constructores de obra pública y los agricultores creen que la ley de la huerta agravó la dana
Las organizaciones Fecoval y AVA-Asaja comparecen en la Comisión de Investigación de la dana en el Senado.
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El presidente de la patronal de la construcción pública, José Luis Santa Isabel de Castro, y el de la organización AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, han coincidido en criticar que la ley de la Huerta impulsada por el anterior gobierno valenciano de izquierdas agravó las consecuencias de la dana del pasado mes de octubre.
Así lo han explicado en la Comisión de Investigación de la dana en el Senado los representantes de la Federación de Contratistas de Obras de la Administración de la Comunitat Valenciana (Fecoval) y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja).
Según ellos, la ley de la Huerta fue "desatinada" para proteger Valencia. Concretamente, el presidente de Fecoval se ha referido a esta norma como una de las causas que habría contribuido a no ejecutar algunas de las obras hidráulicas que hubieran salvado vidas.
Sobre esta ley, Aguado ha manifestado que su organización (AVA-Asaja) se opuso porque "es manifiestamente mejorable porque impedía infraestructuras", y ha dicho que ahora "hay mucha tierra abandonada, con agricultores que superan los 70 años de edad".
Por ello, ha pedido "rectificar y copiar a los franceses y holandeses", y crear "parcelas más grandes que permitan tener invernaderos y productos de proximidad".
La ley de la Huerta fue "desatinada porque no protegió ni al campo ni al medio ambiente como pretendía", ha dicho el presidente de Fecoval, "ni por supuesto tampoco la vida humana".
Asimismo, el ingeniero de caminos y presidente de esta federación, también ha destacado las 53 obras de "regeneración paisajística y ninguna obra estructural de las que tendrían que haberse construido".
"No hay duda de que el responsable de los cauces en este país es el Ministerio para la Transición Ecológica", ha añadido el experto.
Además, este ingeniero ha cifrado en una horquilla de entre 14.000 y 21.000 millones de euros el coste previsto de la recuperación.
"No ha habido inversión hidráulica", ha lamentado, tras recordar que "el agua no hace daño por sí misma, sino por su velocidad y fuerza". Y añade: "Hay que disponer de infraestructuras que eviten daños".
Ha lamentado, por ello, la "no existencia de ninguna estructura de control, ninguna en el barranco del Poyo, ni presas, ni azudes, ni interconexiones entre cuencas".
Alguna de las causas para no ejecutar obras hidráulicas previstas era porque "chocaban" con la ley de la Huerta, según el experto, quien ha reprobado que se usara esa ley como "excusa" para no construir las infraestructuras necesarias.
Aunque las obras proyectadas no hubieran podido paliar en su totalidad el destrozo de la dana el día 29 de octubre, "sí hubiesen contribuido a paliar parte de los efectos, sobre todo el número de víctimas", ha asegurado el experto.
"Cuánto nos hubieran ahorrado las obras estructurales de encauzamiento si se hubieran realizado", lamenta el ingeniero. "Una sola víctima habría sido justificación suficiente para haberlas hecho", ha añadido.
"Toda la vida se habían limpiado los cauces", ha asegurado. La realidad de las cañas es que no ayudan a controlar "ningún desbordamiento cuando el cauce es violento", ha añadido.
Las cañas mezcladas con el barro se convierten "en una argamasa que baja con el agua, que se apalanca en los obstáculos" y que puede aumentar la cinética del agua y su velocidad aún más.
El campo
Por su parte, Aguado también ha pedido a los senadores "dejar de buscar culpables" de la tragedia y "agilizar las ayudas" para los afectados porque "el campo tiene su ciclo vegetativo" y "los cultivos deben regarse".
Ha asegurado que "la presa de Forata se podría mejorar, y si se hubieran hecho algunos azudes y otras obras, el agua no habría llegado al nivel que llegó".
Aguado ha explicado que los agricultores "salvaron muchísimas vidas con la ayuda de los tractores" y "al día siguiente empezaron las labores de retirada de fango y lodo" que invadieron los terrenos.
El campo tiene "1.380 millones de euros de daños", y "el 70 % de los agricultores no podrán acceder a las ayudas", ha asegurado.
Por ello, ha pedido "que se agilicen las ayudas y se reduzcan los trámites y la burocracia, para facilitar la llegada de los fondos disponibles".
"Aceptamos que primero eran las personas y después los campos" pero, destaca, "después de cinco meses hay agricultores que necesitan regar sus cultivos para no perderlos y no hay infraestructuras".
Además, ha explicado que hay lugares donde los campos "han bajado hasta cuatro metros y se ha llevado todo", y ha apuntado que aún está pendiente la recuperación de la Albufera, invadida por restos de caña.