
Evolución inversiones en infraestructuras hidráulicas en Valencia en los últimos 20 años. Ivie
Las cifras de la desinversión del Gobierno en obras hidráulicas en Valencia: caen un 75% desde 2011, de 200 a 50 millones
El último informe del Ivie recoge el ajuste que se inició en 2009 "para controlar el déficit público al estallar la crisis financiera".
Más información: El ingeniero que iba a encauzar el barranco del Poyo: "La obra estaba aprobada, pero el Gobierno nunca puso los 240M"
La catástrofe provocada por la dana en la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre puso en evidencia, entre otras cuestiones, las escasas inversiones que se han llevado a cabo en los últimos años en infraestructuras hidráulicas en el territorio.
Unas obras que resultan clave para prevenir desastres y que el último informe elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) constata que han ido a la baja de forma drástica en los últimos 15 años: en concreto, la caída es del 75% desde 2011.
Según el documento al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, tanto las Administraciones Públicas como las Confederaciones Hidrográficas, que son las principales responsables de financiar este tipo de obras, ajustaron considerablemente sus inversiones a partir de 2009 "para controlar el déficit público al estallar la crisis financiera".
Una política de recortes que derivó en que la provincia de Valencia pasara de percibir 200 millones de euros en inversiones cada año para infraestructuras hidráulicas, a menos de 50 millones a partir de 2011, "lo que supone una caída del 75% que se prolonga hasta los años más recientes".
"Ese bajo esfuerzo inversor" provocó que se aplazaran proyectos clave, como el del barranco del Poyo, que hubieran reducido el impacto que tuvo la dana en núcleos urbanos de los municipios afectados, principalmente los de l'Horta Sud.
Si se hubiera mantenido el ritmo de inversiones anuales que tuvo la provincia de Valencia entre el año 2000 y 2010, la obra de encauzamiento del barranco del Poyo podría haberse acometido, dado que estaba cifrada en 240 millones de euros y en aquella década los fondos previstos oscilaban entre los 200 y 300 millones de euros cada ejercicio.
Mayor población y ocupación
Según el informe, en los últimos años (de 1960 a 2024), los 89 municipios afectados han duplicado su población hasta superar el millón de habitantes.

Vista del barranco del Poyo, donde el caudal fue hasta siete veces el del río Ebro. Efe / Biel Aliño
Un crecimiento demográfico que ha sido todavía mayor en las 20 localidades de l'Horta Sud, la conocida como 'zona cero' de la catástrofe. En ellos, ha sido de un 200% en el mismo periodo, lo que eleva su densidad de población hasta los 1.592 habitantes por kilómetro cuadrado, seis veces más que la media de la provincia de Valencia.
Todo ello, viene acompañado por tanto de una intensa ocupación de los territorios por todo tipo de activos, residenciales y productivos, una parte importante de los cuales han resultado afectados.
El 65% de los activos de la zona son viviendas, mientras que el 35% restante está integrado por infraestructuras públicas y otras construcciones privadas.
Consecuencias "más graves"
En este sentido, el Ivie destaca en su análisis que el aumento poblacional ha incidido en los cambios en la cobertura del suelo (que hasta los años 60 era preferentemente agrícola), aumentando los usos artificiales del mismo, como edificaciones (residenciales y no residenciales) e infraestructuras.
Una de las consecuencias más destacables de la expansión de superficies artificiales es que disminuye radicalmente su permeabilidad al agua.
Así, el informe destaca el contraste entre la intensa ocupación de la zona y su carácter inundable, así como el limitado esfuerzo inversor en infraestructuras hidráulicas durante los últimos quince años en la provincia de Valencia.
Por lo que, según expone, las consecuencias de esta baja inversión "son más graves por las características del territorio, particularmente vulnerable a las inundaciones y entre los más amenazados por los crecientes riesgos derivados del cambio climático y los eventos climatológicos extremos".
La protección del Plan Sur
El informe del Ivie contrapone lo ocurrido el pasado 29 de octubre por la ausencia de infraestructuras, frente a la ausencia de daños en la ciudad de Valencia gracias a las obras que se acometieron con el Plan Sur, por el que se le dio un nuevo trazado al cauce del río Turia.
"La reciente experiencia muestra el contraste entre el papel protector desempeñado por infraestructuras como el Plan Sur de la ciudad de Valencia -que ha evitado que la inundación llegara la capital- y la falta de protección equivalente para los otros núcleos cercanos de población frente a los riesgos que suponen los ríos y barrancos cuando resultan desbordados", señala el documento.

Vista del barranco del Poyo tras la riada del 29 de octubre. Efe / Biel Aliño
Asimismo, el análisis también pone de manifiesto que la provincia recibió menos inversiones públicas de lo que realmente le correspondería por el peso poblacional que tiene en España o en términos de actividad económica.
"El peso de Valencia es del 3,7%, no observándose un refuerzo de las inversiones de protección contra las avenidas que refleje una atención adecuada a la importancia de los riesgos que padece la provincia", indica.
"La tasa de crecimiento media anual de 2000 a 2021 de la inversión en infraestructuras hidráulicas en la provincia de Valencia ha sido del -5,6%, lo que implica una reducción del stock de capital. Y esa caída es más intensa que en España, que se sitúa en -2,9%", continúa.
"Los peligros que esa política de inversiones ha supuesto se han puesto de manifiesto ahora de forma dramática", concluye el informe.