Paco Oñate, pescadero en Valencia, cierra su negocio después de 44 años. Raquel Granell

Paco Oñate, pescadero en Valencia, cierra su negocio después de 44 años. Raquel Granell

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Paco, pescadero en Valencia, cierra su negocio después de 44 años: "Es una lástima que se pierdan tiendas de toda la vida"

Ha llegado la hora de su jubilación y no hay relevo generacional.

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Los pequeños comercios se encuentran en peligro de extinción. Esta vez es el de Paco, una pescadería de barrio de toda la vida a la que le faltan escasos días para echar el cierre. Ha llegado la hora de su jubilación y no hay relevo generacional. "Es una lástima que se pierdan las tiendas de siempre", lamenta. 

Paco Oñate regenta su negocio desde hace 44 años en la localidad valenciana de Moncada. Pero su oficio viene de familia. Su padre se trasladó de Albacete a Valencia en busca de trabajo. Era agricultor, pero pronto vio una oportunidad de negocio vendiendo pescado.

"Sería el año 1962. Cogió la bicicleta un día y marchó hacia el Mercado Central de Valencia. Antaño el parking era un sótano donde se hacía la subasta del pescado. Compró algo de variedad y se vino hacia el pueblo", cuenta a EL ESPAÑOL.

Su padre empezó yendo de casa en casa, tocando puerta por puerta, y recorriendo barrio por barrio. Ese primer día vendió todo y ganó dinero.

"Era tan cabezón que lo apostó todo a ello. Los inicios fueron duros. En aquella época no tenía nevera ni congelador. Lo que sobraba lo tenía que regalar, incluso tirar algunas veces", recuerda Oñate.

Después, empezó a vender en un mercado del pueblo. Para aumentar las ventas, los padres de Paco abrieron el local que este 2025 cerrará su persiana para siempre en el año 1966, cuando él solo tenía 6 años.

Paco Oñate en su pescadería de Moncada (Valencia). Raquel Granell

Paco Oñate en su pescadería de Moncada (Valencia). Raquel Granell

Paco empezó a estudiar ingeniería, pero no lo terminó. Tuvo que hacer el servicio militar y al volver no quiso seguir estudiando. Coincidió en ese momento que sus padres se jubilaban y con tan solo 21 años se puso al frente del que hoy en día es su negocio

Entre su hermano y él se repartieron los dos puntos de venta que tenía la familia. Al principio eran socios, compraban juntos y repartían los beneficios. Sin embargo, a raíz de un accidente de coche que tuvieron ambos de camino hacia Mercavalència, tomaron rumbos diferentes. Cada uno se quedó con su propio establecimiento.

"Y hasta ahora", lamenta. Después de 44 años, es hora de descansar. Ha llegado la hora de jubilarse y no hay relevo generacional. Su hija ha escogido una profesión distinta a la de estar al frente de la pescadería. 

Pescado fresco que vende Paco Oñate. Raquel Granell

Pescado fresco que vende Paco Oñate. Raquel Granell

"Mucho sacrificio"

Ser pescadero conlleva "mucho sacrificio". Los horarios son intempestivos. Oñate se levanta cada día, de miércoles a sábado, a las 3 de la mañana para poder comprar "el mejor producto" que haya en Mercavalència

"Cuanto antes acudes, mejor es el género que te vas a llevar, y por tanto, más caro, pero yo siempre prefiero ofrecer a mi clientela la máxima calidad. Eso es lo que me diferencia de las grandes superficies. Y sobre todo, productos de proximidad, de la costa de Gandía, Cullera, Denia, Alicante...", explica el pescadero.

Además, cuenta que antes el pescado se vendía mucho más barato que ahora y que hay "mucho menos", por lo que ha de pelearse con otros compañeros para llevarse el que mejor aspecto tiene.

Cartel en la pescadería de Paco Oñate. Raquel Granell

Cartel en la pescadería de Paco Oñate. Raquel Granell

Su clientela es fiel. Vecinos y vecinas de Moncada compran sus productos frescos. También lo hacen de localidades cercanas como Rocafort o Godella

En ese momento entran en su pequeño establecimiento dos mujeres del barrio que acuden cada semana para comprar pescado en el que es su negocio "de confianza": "Yo no sé donde voy a ir a comprar el pescado cuando no estés. Qué vamos a hacer sin ti", expresan.