Un vehículo policial en imagen de archivo.

Un vehículo policial en imagen de archivo. EFE

Valencia SUCESOS

Condenado a prisión un inspector de Policía de Valencia por pegar borracho a dos agentes de Benidorm

El funcionario es uno de los jefes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y pareja de Cristina Seguí, fundadora de Vox.

15 enero, 2024 14:04
Valencia

El juzgado de lo Penal número 3 de Benidorm ha condenado a un inspector de la Policía Nacional de Valencia, J.M.M.C., por un delito de atentado contra agente de la autoridad por agredir a dos policías locales de esta ciudad de la Costa Blanca.

Además, el magistrado también le considera autor responsable de dos delitos leves de lesiones, con las mismas circunstancias, y le impone penas por cada delito leve de un mes de extensión de multa con la cuota diaria de 6 euros.

El funcionario policial condenado es uno de los responsables de la Unidad de Intervención Policial (UIP), también conocidos como antidisturbios, y es la actual pareja de la agitadora ultra Cristina Seguí, fundadora del partido Vox.

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Los hechos por los que ha sido condenado el inspector tuvieron lugar el 10 de agosto de 2018 en Benidorm en torno a las 22:50 horas.

Ese día, los agentes de la Policía Local de Benidorm realizaron una intervención en relación con el acusado que estaba "en días libres con dos compañeros de trabajo".

Al parecer, la patrulla se personó en el lugar donde se encontraba ante la llamada de un taxista que se estaba viendo "vejado y amenazado" por el inspector.

"Yendo afectado por la previa ingesta de bebidas alcohólicas que le mermaba pero no anulaba sus capacidades cognitivas y volitivas, le requirieron para que se identificase, negándose el acusado en numerosas ocasiones".

El acusado defendía que era inspector del Cuerpo Nacional de Policía en Valencia e instó "al agente de la Policía Local con el que se entrevistaba para que le diera su número de placa", relata como hechos probados la sentencia, avanzada por El Plural y a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

Cuando el condenado requería el número de placa a los agentes que patrullaban la ciudad de Benidorm, "agitaba su teléfono móvil hasta que chocó con la mano del agente de la Policía Local, cayendo éste al suelo".

En ese momento, "el acusado con ánimo de menoscabarlo físicamente y desconociendo el principio de autoridad se abalanzó con el agente de la Policía Local, al que propinó un bofetón en la cara que también le hizo caer al suelo, momento en el que sus compañeros intervinieron para reducir al ahora acusado, empleando para ello la fuerza mínima imprescindible".

Como consecuencia de estos hechos, uno de los agentes de la Policía Local "sufrió lesiones consistentes en arañazos en brazo derecho, bofetada en oído otoscopio sin lesión interior timpánica y contusión en antebrazo".

El segundo policía sufrió "lesiones consistentes en escoriación por fricción en antebrazo", recoge la resolución.

En el juicio declaró como testigo el taxista de Benidorm que sufrió el comportamiento violento del inspector condenado.

Este testigo dio "cuenta de un comportamiento irregular, descortés, violento, injustificado del que después pasó a ser acusado: insultos y de todo".

Según su testimonio, el "acusado estaba algo afectado por el alcohol, con baja tolerancia a la frustración (no tolera que el taxi, con tantos como hay no le dé servicio), y con escaso control de los impulsos".

La sentencia no es firme y puede ser recurrida en apelación, pero el magistrado la ha remitido ya a la Unidad de Régimen Disciplinario de la Policía Nacional aún no siendo firme para que se tomen medidas.