Fachada del horno de San Nicolás de Valencia.

Fachada del horno de San Nicolás de Valencia. EUROPA PRESS

Valencia COMERCIO

El horno de Valencia que lleva 300 años sirviendo pan cierra por no poder cumplir con la normativa

El Horno-Pastelería de San Nicolás, ubicado en el distrito de Ciutat Vella, echa el cierre por no poder hacer frente a unas obras.

25 octubre, 2023 14:48
Valencia

El Horno-Pastelería de San Nicolás, ubicado en el distrito de Ciutat Vella de Valencia, cerró este martes sus puertas tras más de 300 años de historia en el centro de la capital del Turia.

El histórico establecimiento cierra por no poder adecuarse, en su ubicación actual, a la normativa sanitaria por el elevado coste que supone hacer frente a esta inversión.

El obrador necesita cambios estructurales e intervenciones en los suelos, los techos y la instalación eléctrica, entre otras cuestiones. Todas estas reformas suponen un coste cercano a los 30.000 o 35.000 euros, que el actual propietario no puede afrontar.

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"Solo soy un simple pastelero", afirmó emocionado el actual propietario del Horno de San Nicolás Ramón Chinillach en declaraciones a Europa Press.

"Es una pena que tenga que cerrar un negocio con más de 300 años de historia pero hay que cumplir con la normativa", lamentó.

Para conocer los orígenes de este histórico comercio hay que remontarse siglos atrás.

El establecimiento se encuentra actualmente en los bajos de un edificio construido en 1920, muy cerca de la iglesia San Nicolás y a pocos metros de la plaza de la Virgen de Valencia.

El horno de San Nicolás está en funcionamiento de manera ininterrumpida desde 1802, pero hay referencias a él incluso anteriores a esa fecha.

Pese a encontrarse en una zona turística, el negocio tuvo una gran parte de clientela fija de vecinos de la zona y restaurantes cercanos que encargaban productos personalizados a esta pastelería tracidional, destacó Chinillach.

Todos ellos, dice el dueño, le han mostrado su cariño durante estos días tras anunciar el cierre.

El pastelero apuntó que ahora están trabajando para solucionar la situación de sus cinco empleadas. "Son todas muy profesionales y maravillosas".

Desde la asociación de vecinos y comerciantes Amics del Carme se han hecho eco del cierre del establecimiento y creen que el Ayuntamiento de Valencia "debería tomar cartas en este proceso deshumanizador que padece Ciutat Vella".

"Valencia se convertirá en un desierto. Los negocios serán los necesarios para visitantes, no para las valencianas residentes", ha lamentado la asociación en un mensaje en su cuenta de la red social X.

Amics del Carme relaciona el cierre con la "turistificación", a la que ha reclamado poner "freno".