Aldán

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Los 10 mejores planes y cosas que ver en Aldán

Este idílico rincón de las Rías Baixas destaca por su belleza natural y sus playas paradisíacas, así como por disponer de la gastronomía más exquisita

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Aldán es un municipio de la provincia de Pontevedra perteneciente a Cangas do Morrazo. También se le conoce por los nombres de San Cibrao de Aldán y San Ciprián P. de Aldán. Tiene menos de 3.000 habitantes y destaca porque su ría es la más pequeña de las Rías Baixas.

Desde Vigo a Aldán tan solo hay 32 kilómetros, lo que sería algo menos de media hora de trayecto en coche. La forma más cómoda y rápida de llegar es por la CG-4.1. Las coordenadas GPS son: 42.28916°, -8.8064°.

1. Disfrutar de la Alameda o paseo de Aldán

Paseo de Aldán

Paseo de Aldán cangas.gal

El paseo o Alameda de Aldán es uno de los puntos más importantes del municipio. Se trata de un camino de algo menos de dos kilómetros de distancia en los que puedes disfrutar de unas espectaculares vistas a la ría y playa, así como de diferentes monumentos que te irás encontrando.

Si la marea está baja, tendrás la suerte de ver una panorámica preciosa, protagonizada por las barcas varadas, esperando a que suba la marea para volver a flote.

Junto a la Alameda está la famosa Torre de Aldán, morada del noble linaje de los Aldao, "que dominó estas tierras desde la Edad Media", indican desde la web del concello de Cangas. También están el palomar, la iglesia de San Cibrán y el pazo de Vistalegre.

2. Bañarse en alguna playa de la ría de Aldán

Playa de Lagoelas

Playa de Lagoelas Turismo de Galicia

La ría de Aldán cuenta con playas que son auténticos paraísos naturales de agua cristalina y arena fina. Entre estos, destaca la playa de Arneles, en la que es común ver todos los veranos fondeado el yate de Amancio Ortega. Es una playa semiurbana de aguas tranquilas y 500 metros de longitud.

Otros arenales famosos son la playa de Lagoelas, situada al final de la ría. Recibe muy pocos visitantes debido a su difícil acceso. Es la opción ideal si quieres escapar de la masificación, de oleaje moderado, aguas cristalinas y arena blanca y fina.

Ya en O Hío se ubica la playa de Couso, un arenal rodeado de naturaleza, con oleaje moderado y en el que no hay servicio de salvamento, algo importante a tener en cuenta.

3. Descubrir su Bosque Encantado

Castillo de O Frendoal en el Bosque de Aldán

Castillo de O Frendoal en el Bosque de Aldán Shutterstock

El Bosque Encantado de Aldán es el más mágico de Galicia. También conocido como finca do Frendoal, debe todo su encanto a su estado de abandono. Pasear por este lugar es rodearse de la belleza más autóctona entre robles, castaños, laureles y abedules.

Dentro del bosque se encuentra la casa que fue construida en los sesenta por la familia Conde de Canalejas como refugio privado bajo el nombre de Casa Torre de Aldán. Cerca de este está el acueducto que abastecía al pazo y tierras, conocido hoy como el Arco de la Condesa.

Algo que no te puedes perder en este bosque es el sendero de los molinos de agua, un camino de baja dificultad a orillas del río Orxas que es muy bonito gracias a la vegetación que lo rodea.

4. Hacer la Ruta de los Molinos del río Orxas

Ruta de los molinos del río Orxas

Ruta de los molinos del río Orxas Google Earth

El curso fluvial del río Orxas tiene una longitud de 5 kilómetros (ida y vuelta). Es un recorrido precioso entre bosques atlánticos y molinos antiguos.

El inicio de la senda se encuentra en las proximidades del paseo marítimo de Aldán. Atraviesa parte de la zona urbana y avanza por un puente medieval que te conduce a un antiguo lavadero. Este camino también transcurre por parte del Bosque Encantado.

Durante el sendero podrás observar elementos de importancia en la arquitectura gallega, como hórreos, fuentes y cruces. Una vez que estés en el tramo final te sorprenderán los molinos antiguos, algunos bien conservados, mientras que otros están cubiertos por maleza.

5. Pasear en barco por la ría de Aldán

Vista aérea de la Ría de Aldán.

Vista aérea de la Ría de Aldán. Shutterstock

Si tienes la oportunidad, una experiencia muy guay a realizar es pasear en barco por la ría de Aldán para conocerla desde otra perspectiva. Desde el mar el paisaje toma otro color y navegar entre bateas es todo un espectáculo que merece la pena vivir.

Podrás descubrir calas paradisíacas que antes no conocías y apreciar, todavía más, la belleza de todas sus playas. Hasta puedes ir cogiendo ideas de lugares en los que practicar algún deporte acuático, como puede ser el snorkel.

6. Vivir alguna de sus fiestas populares

Día de la Danza de Aldán

Día de la Danza de Aldán cangas.gal

En Aldán se celebran varias fiestas populares a lo largo del año. Si coincide que durante tu visita es la celebración de alguna de ellas, no dudes en empaparte de la cultura y la tradición del lugar, porque seguro que te encantará. Desde el concello de Cangas, señalan las siguientes:

  • San Amaro (en la capilla de San Amaro): 15 de enero
  • San Sebastián, día de la Danza de Aldán: 20 de enero
  • Fiestas de Santa Mariña: 18 de julio
  • Fiestas del Carmen (Fiestas mayores): Última semana de julio

La Fiesta de la Danza está declarada de interés turístico gallego. "Las primeras noticias que hay de esta danza datan de 1650 aunque se estima que es más antigua. Participan 16 bailarines, 10 hombres, 5 mujeres y una guía", indican desde el concello.

7. Subir al Monte do Facho

Castro do Monte Facho

Castro do Monte Facho

Es muy recomendable subir a lo alto del Monte do Facho para disfrutar de la increíble panorámica que tendrás ante ti, así como de los poblados castrexos que hay desenterrados en la subida.

Situado en Donón, O Hío, es un punto del litoral gallego de gran importancia, pues aquí se concentran diversos valores patrimoniales y paisajísticos. Desde aquí puedes ver una fantástica vista de las islas Cíes y Ons, así como de las rías de Pontevedra y Vigo.

"Concentra un rico legado patrimonial destacando el facho o faro, pequeña construcción del siglo XVII que pudo ser también puesto de vigilancia", indican desde turismo.gal.

8. Probar la gastronomía basada en productos del mar

Percebes

Percebes Shutterstock

En Aldán los mariscos y el pescado fresco son los protagonistas de su extensa oferta gastronómica. Un papel destacado juegan las nécoras y las centollas, aunque depende de si visitas este rincón mágico de las Rías Baixas en su temporada o no.

También debes probar otros manjares como las ostras, las zamburiñas y las navajas, así como los percebes, los berberechos y las almejas. Una absoluta delicatesen para todos los paladares, incluso los más exquisitos.

Algunos de los restaurantes más populares de esta zona son O Con de Aldán, Chinchorro o la Taberna Rural A de Coralina. Si prefieres tapas, la tapería Peralta es una estupendísima opción.

9. Alucinar con el Cabo Udra

Cabo Udra

Cabo Udra turismo.gal

Junto con el Cabo Couso, ambos dan entrada a la Ría de Aldán. Es un terreno escapado, salpicado de acantilados que en invierno reciben el golpe constante de las olas, pero que en los meses cálidos se transforman en un paraíso natural ideal para paseos tranquilos o rutas de senderismo, entre otras actividades.

El Cabo Udra, situado al este de la ría y perteneciente a la parroquia de Bueu, es un enclave lleno de encanto. Ofrece zonas habilitadas para descansar y comer al aire libre, y está rodeado por pequeñas playas como Ancoradouro y Mourisca.

Además, alberga vestigios históricos como una antigua fábrica de salazón y restos de instalaciones militares que remiten a su papel estratégico durante la Guerra Civil.

10. Descubrir los alrededores de la ría de Aldán

Imagen de una playa de la isla de Ons.

Imagen de una playa de la isla de Ons.

La ría de Aldán es un rincón lleno de encanto y naturaleza. Cerca se encuentra la isla de Ons, parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas. Sus playas vírgenes y sus rutas de senderismo con vistas al océano la convierten en una excursión imprescindible.

A poca distancia, el pintoresco pueblo de Bueu ofrece una mezcla perfecta de tradición marinera y vida local. Es el lugar ideal para disfrutar de marisco fresco en sus restaurantes frente al puerto y alucinar con la exquisitez del producto local.

Otro lugar que no puedes dejar de visitar es Combarro, famoso por sus hórreos alineados junto al mar y sus calles empedradas llenas de encanto. Es un sitio ideal para pasear al atardecer, disfrutar de la arquitectura tradicional gallega y comprar artesanía local.