Muelle do Pau

Muelle do Pau Mancomunidade do Salnés Illa de Arousa

Cultura

O Muelle do Pau: el reflejo de más de 100 años de historia marítima en la Illa de Arousa

Construido a principios del siglo XX para servir a la primera fábrica de conservas de Galicia, este icónico embarcadero se erige como un símbolo del legado pesquero e industrial define la identidad de la localidad

Más información: "A cachonda", el primer vehículo a motor de toda la Illa de Arousa

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En pleno corazón de las Rías Baixas, la Illa de Arousa emerge como un auténtico refugio natural en la comarca do Salnés. Este rincón gallego, como tantos otros pueblos costeros que acarician el Atlántico, respira un alma profundamente marinera. Cada avenida y cada puerto cuentan historias de unos tiempos en los que sus habitantes vivían al compás de las mareas, dejando tras de sí una herencia que todavía pervive. Aquí el paisaje es como un lienzo vivo: pequeñas embarcaciones que se mecen frente a las playas, con gaviotas que surcan el cielo en un vaivén constante y las marañas de redes extendidas sobre el asfalto gris de los viejos muelles. Es, en definitiva, el encanto y la serenidad que desprende una vida frente al mar.  

Eso es precisamente lo que sucede en la Illa de Arousa. Su entramado urbano aún conserva la esencia de los antiguos barrios marineros, con un laberinto de callejuelas estrechas y pedregosas que serpentean entre las tradicionales viviendas de pescadores, humildes y robustas, que se alzan como guardianes eternos del horizonte marino de la ría de Arousa. Mientras, en la cara norte de la isla, cuatro puertos pesqueros siguen latienzo con fuerza como auténticos santuarios donde la tradición marinera se resiste al paso del tiempo. 

Entre ellos destaca el emblemático Muelle do Pau, un rincón que lleva más de un siglo siendo testigo de la vida isleña. Sus inicios no sólo están impregnados por el aroma salado del mar, sino también por el ritmo incansable de la primera fábrica conservera de Galicia, cuyos ecos y legado se mantienen vivos en el interior del Centro de Interpretación de La Conserva de la Illa de Arousa. Aquí, el tiempo no corre, se amarra suavemente, al igual que las barcas que descansan a orillas de este muelle arousano. 

Historia marítima y pesquera

Vista del emblemático muelle arousano

Vista del emblemático muelle arousano Concello da Illa de Arousa Illa de Arousa

Los muelles más antiguos son mucho más que simples estructuras de cemento y madera: representan el alma viva de un importante legado portuario inmaterial. Nacieron de la necesidad, forjados por el agua de pujantes industrias como la salazón, los aserraderos de madre y, en algunos casos, hasta de la actividad industrial. Para muchos pueblos pesqueros, y especialmente para la Illa de Arousa, estos espacios no sólo marcaron el ritmo de una economía en expansión, sino que se convirtieron en el corazón palpitante de su identidad. Aún hoy, este patrimonio pesquero sigue siendo una fuente inagotable de riqueza, no sólo material, sino también cultural, custodiando la memoria de un pasado que resiste entre mareas. 

construcción a principios del siglo XX fue impulsada para dar servicio a la fábrica de conservas de los Goday, una familia pionerar que marcó un antes y un después en el sector conservero de Galicia. Llegados desde Cataluña en el siglo XIX,  atraídos por la abundancia de pescados apropiados para la salazón, los Goday plantaron las semillas de un legado industrial que terminaría por transformar a la Illa de Arousa. 

Vista del antiguo Muelle do Pau

Vista del antiguo Muelle do Pau ailladearousa.com Illa de Arousa

Antes de inaugurar la primera fábrica conservera de Galicia en el año 1879, esta familia ya había establecido una industria de salazón junto a su vivienda familiar en 1843. Los Goday no se quedaron ahí y también revolucionaron el sector al introducir un sistema de producción completamente mecanizado, adelantándose a su tiempo y marcando el rumbo hacia una modernidad que también dejó huella en la isla. 

El Muelle do Pau, originalemente de titularidad privada, servía como punto de atraque para el Hermninia y otras embarcaciones tradicionales de la empresa Goday. Allí descargaban el pescado destinado a la fábrica, que con el tiempo acabó siendo transportado por la icónica cachonda, el primer vehículo a motor de la Illa de Arousa. El muelle contaba con un enrejado que se cerraba fuera del horario de trabajo, y los marineros ajenos a la fábrica que querían utilizarlo debían pagar por usar sus instalaciones. Pese al paso del tiempo, este embarcadero sigue siendo hoy un símbolo de la innovación impulsada por los Goday. Un testigo silencioso de aquellos cambios que moldearon la economía y la identidad marinera de la Illa de Arousa.