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El sueño de la gallega Lola Bruzon: 20.000 kilómetros y un año de aventura sobre ruedas

La viguesa ha comenzado una nueva ruta, y la más ambiciosa hasta la fecha, que le llevará a recorrer Sudamérica de norte a sur a lomos de su bicicleta. "Creo que tardaré un año, pero están todas las opciones abiertas y desde luego ninguna de ellas sería un fracaso. El fracaso sería no haberlo intentado"
Lola Bruzon en varias imágenes durante su viaje.
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Lola Bruzon en varias imágenes durante su viaje.
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Cuando le dijo a su familia que iba a emprender la mayor aventura de su vida su madre, tras un breve silencio, lo vio claro: "Te pega todo". Carolina Bruzon Bandeira (Vigo, 1990), aunque sus allegados la llaman Lola, cuenta así cómo, desde el primer momento, cuando los 20.000 kilómetros que separan Cancún de Tierra de Fuego solo eran un proyecto algo lejano, se sintió siempre arropada por aquellos a los que más quiere.

Ahora, su gran viaje ha comenzado, y a lomos de su bicicleta recorrerá Sudamérica de norte a sur. La ruta está establecida a grandes rasgos, pero cada trayecto diario lo irá definiendo sobre la marcha. "Escucho las recomendaciones de la gente, que me digan los lugares que merecen la pena, porque no quiero hacer el típico viaje turístico, sino que la gente local me diga cuál es el mejor camino y los sitios a los que merece la pena ir", explica a este medio.

Lola Bruzon rebosa ilusión en sus palabras menos de 10 días después de comenzar su ruta. Alegría, emoción y valentía son aspectos que quedan presentes cuando uno la escucha hablar de su aventura actual; una que, según sus cálculos, y de terminar el viaje, supondrá estar un año pedaleando, alejada de su tierra y tratando de cumplir un sueño. Sin embargo, esta joven gallega refleja también claridad y madurez en su empeño: "Creo que va a llevar un año, pero puede ser menos, puede ser más, no lo sé, puede que me canse dentro de un mes y medio. Están todas las opciones abiertas y desde luego ninguna de ellas sería un fracaso. El fracaso sería no haberlo intentado", sostiene.

Por el momento, los seguidores de Instagram, donde comparte el día a día de su viaje, no dejan de crecer y una marca gallega de ropa deportiva ya le ha ofrecido sus prendas. "Se lo agradecí muchísimo pero ninguna de sus tiendas me quedaba de camino y técnicamente no es la ropa más adecuada para lo que yo estoy haciendo", cuenta.

Sobre su pequeño diario en redes sociales, donde se puede seguir de cerca la aventura de esta joven viguesa, destaca lo feliz que le hace el feedback y los mensajes que le llegan. "Me alienta y me hace sentirme muy cerca de mi gente, al final estoy a muchos kilómetros y estaré mucho tiempo fuera, leer esos mensajes me anima mogollón", apunta.

¿Por qué? ¿Por qué no?

No se trata de la primera ruta de Lola Bruzon. Amsterdam-Vigo, Portugal entero y los Pirineos fueron las tres primeras hazañas en bicicleta de esta aventurera. Ahora, la ruta alcanza los 20.000 kilómetros y un espacio temporal que ha requerido dejar el trabajo, vender el coche y prepararse (y a su familia) durante meses para el largo recorrido. Pero, "¿por qué no?", contesta cuando le preguntamos sobre las razones de este proyecto.

"En mi primer viaje conocí a unas chicas chilenas que estaban haciendo el Camino de Santiago en bicicleta y ellas me hablaban de la Patagonia. Estas chicas, de hecho, se quedaron luego en Vigo, las acogimos en casa durante unos días, y estuvimos hablando mucho y me hablaban muy bien de la Patagonia. Cuando se despidieron quedamos en que alguna vez nos encontraríamos, que estaría guay pedalear por allí", afirma Lola.

Así, hace un año resurgió la idea, con tiempo suficiente para poder organizarse, ahorrar, pensar qué iba a hacer con el trabajo. Finalmente, Lola ha pedido una excedencia en la empresa donde trabajaba desde hace cuatro años como instructora de emergencias, sin embargo, asegura que al no ser una causa de fuerza mayor, no es seguro poder recuperar el puesto a su vuelta. "Asumo el riesgo. Si no fuera posible volver me buscaré la vida como he hecho siempre. Me encantaba mi trabajo, pero no me parece un factor determinante para decidir cómo vivir; no creo que el trabajo deba de ser el eje principal de nuestra vida", remarca Bruzon Bandeira.

"Me encantaba mi trabajo, pero no me parece un factor determinante para decidir cómo vivir; no creo que el trabajo deba de ser el eje principal de nuestra vida"

Así, pedalada a pedalada, con el aliento de su familia, de la que asegura que "me respetan y nunca me han frenado", y con la mochila cargada de ilusión, Carolina Bruzon Bandeira, Lola, emprende la ruta más larga de su historia. Un viaje en soledad, con el respeto de enfrentarse a un verdadero reto, pero con la confianza de haber tomado la decisión correcta. "Todos los viajes que he hecho sola han sido increíbles a nivel de relaciones humanas, que probablemente no las hubiera establecido si hubiera viajado con alguien, porque cuando vas con alguien te acomodas, ya tienes la parte social cubierta, entonces no te involucras tanto", apunta.

"Es como casi un instinto de supervivencia. Yo pedaleo sola todo el día y cuando llego a los sitios o cuando me paro en cualquier lado, si quiero socializar un poco, me tengo que obligar a hablar con la gente. Yo creo que es una manera de viajar que es brutal", añade.

A pesar de la aventura en soledad, la familia y amigos están siempre presentes y son los que cierran el círculo. Al preguntarle a esta viajera si se ha imaginado el final de su travesía asegura que, aunque espera que todavía falte mucho tiempo para eso, "me lo imagino con con mi familia y amigos".

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