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36 cosas que hacer en Vigo

Comer, pasear, bañarse, aprender, disfrutar... La ciudad olívica dispone de una gran variedad de actividades distintas para realizar con la gastronomía, la cultura y el ocio como protagonistas
Puerta del Sol de Vigo.
Puerta del Sol de Vigo.
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Si por algo destaca la ciudad de Vigo es por la variedad de actividades que se pueden realizar en ella. La gastronomía, la playa, la montaña, los paseos urbanos, la naturaleza... Pocas cosas hay que no se puedan hacer en la ciudad olívica.

Para los vigueses, o para aquellos que simplemente hayan decidido visitarla, Vigo tiene mucho que ofrecer. Disfrutar de unas buenas vistas, recorrer los rincones de la ciudad, probar los mejores restaurantes o vivir los mejores eventos. Algunas de las opciones son muy conocidas, otras quizás no tanto, pero todas ellas son estupendas.

Hoy, en Treintayseis, hemos preparado una lista de algunas de las cosas que puedes hacer en Vigo.

1. Visitar las Islas Cíes (e intentar no quemarte)

Las Islas Cíes, la joya de Vigo. La playa de Rodas ha sido considerada una de las mejores del mundo, pero este archipiélago esconde muchas más maravillas y rincones de los que uno puede imaginar. Rutas, playa, naturaleza y hasta un camping donde alojarse, visitar este paraíso de las Rías Baixas no es una opción, es una obligación

Playa de Rodas, en las Islas Cíes.

2. Contemplar la ciudad desde el Monte Alba

Desde lo alto del Monte Alba, situado en la parroquia de Valladares, uno puede apreciar la mejor vista panorámica de la ciudad olívica. A 502 metros de altura sobre el nivel del mar, se trata de uno de los enclaves más privilegiados de Vigo. Su entorno se completa con una serie de esculturas en piedra, una interesante capilla y la ruta del Monte Alba-Outeiros PR-G9, de 12 kilómetros.

Vistas de Vigo desde el Monte Alba.

3. Comerte la mejor tortilla

Sentenciar cual es la mejor tortilla de la ciudad es imposible, desde luego se trata de gustos y en la variedad está el disfrute. Hasta hace poco el título lo ostentaba el Bar Carballo, sin embargo, desde hace unos años le ha salido una intensa competencia. El Cosmos, San Amaro, La Aldeana e incluso el Follas Novas están entre sus principales competidores.

Tortilla de San Amaro.

4. Vivir un partido del Celta en Balaídos

El Celta es, sin duda, uno de los emblemas de Vigo y aquello de lo que algunos habitantes de la ciudad olívica están más orgullosos. Te guste el fútbol o no, vivir un partido de un equipo con una afición tan fiel en su propio estadio es una experiencia para todos los públicos.

Aspecto de la grada de Marcador de Balaídos en el ascenso de 2012

5. Visitar la fortaleza de O Castro

En sus inicios esta fortaleza de la Edad Media estaba conformada por tres recintos amurallados y, en la actualidad, solo se conserva el primer recinto y parte del segundo. Visitar este interesante enclave de Vigo es la oportunidad perfecta para acercarse al pasado de la ciudad, además, las vistas desde lo alto son impresionantes.

6. Disfrutar de un concierto en el Auditorio de Castrelos

En el Auditorio de Castrelos se han vivido algunos de los mejores conciertos que han tenido lugar en Vigo. Grupos nacionales e internacionales han tocado en su escenario, llenando completamente el espacio en algunas ocasiones. El punto fuerte de este auditorio es que cuenta con unas 9.000 localidades gratuitas, algo que lo ha convertido en el favorito de los vigueses.

7. Un gofre en Príncipe

Los conocidísimos gofres de la calle Príncipe ya se han convertido en uno de los símbolos más delicioso de la ciudad de Vigo. Largas colas se han congregado en torno a este pequeño puesto que, a finales del 2020 reabrió sus puertas con nuevos dueños. Sin entrar en el debate sobre si su sabor ha cambiado, el maravilloso olor que acompaña a la calle sigue presente, por lo que no probar uno de estos dulces es prácticamente misión imposible.

8. Retroceder 2000 años visitando Salinae

En Rosalía de Castro se encuentra la entrada de Salinae, el centro arqueológico vigués que alberga la única salina marina de evaporación solar convertida en museo de todo el Imperio Romano. Sí, todo aquel que visite Vigo puede retroceder dos mil años de historia bajando las escaleras de manera completamente gratuita. Se trata de un lugar único en el mundo, por lo que, visitarlo debería ser indispensable.

Salinae en la calle Rosalía de Castro

9. Ver las "mejores" luces de Navidad

Las luces de Navidad de Vigo se han convertido en una cuestión de interés nacional y son muchos los que en estas fechas tan señaladas visitan la ciudad únicamente para contemplarlas. Realmente el espíritu navideño empapa las calles de la ciudad olívica, con música, noria, lucerío, mercado de Navidad y diversidad de espectáculos. El alcalde afirma incluso que Papa Noel ya vive en la ciudad.

Puerta del Sol de Vigo iluminada durante la Navidad.

10. Un "selfie" con el Dinoseto

El Dinoseto es un error que se ha convertido en símbolo de Vigo. Este gran seto con forma de dinosaurio ha sido el protagonista de miles y miles de selfies durante años en la ciudad, aunque es cierto que ha perdido cierto interés -sobre todo desde que fue trasladado a Plaza Compostela- son muchos los que lo siguen visitando. Hasta Pedro Sánchez lo fotografió en 2016 en una visita a la ciudad.

El Dinoseto en la Puerta del Sol de Vigo.

11. Un bocadillo en el Tus

Si hay un sitio "mítico" en cuanto a los bocadillos se refiere, ese es el Tus Bocatas. Gran protagonista de las cenas de fin de curso de los jóvenes vigueses de varias generaciones, rincón al que acudir antes o después de salir a tomar unas copas, el "Tus" nunca pasa de moda. Todo aquel que visite o viva en Vigo debería acercarse a este bajo de la calle arenal en algún momento para convertirse en un verdadero vigués.

12. Quedar con alguien en la Farola

No hay un solo vigués que no haya dicho o escuchado la frase "¿Quedamos en la Farola?". Punto de encuentro y símbolo de Vigo, este monumento de la calle Urzaiz, obra de Jenaro de la Fuente, es uno de los tesoros del patrimonio civil de Vigo. Desde 1932, cuando se encendió por primera vez, la Farola ha visto de todo, por lo que visitarla (o quedar en ella) es imprescindible.

La Farola de Urzáiz

13. Ver atardecer desde el paseo de Alfonso XII

Una de las mejores vistas de la ciudad y de la ría de Vigo se encuentra en el paseo de Alfonso XII, justo al lado del famoso olivo. Este precioso rincón vigués es perfecto para pasar un rato tranquilo tras, por ejemplo, recorrer el Casco Vello.

14. Probar la tarta Llanderas

La tarda Llanderas es uno de los dulces típicos de la ciudad. Llegó a Vigo a principios del siglo XX y fue popularizada por la pastelería Arrondo, ya desaparecida. La receta de esta tarta nació en Rusia, pasó por Argentina y aterrizó en Vigo, donde a día de hoy solamente se sigue comercializando en dos pastelerías de la ciudad. Una de ellas, y la más famosa, es la pastelería Ramos, que ahora está emplazada en la calle Enrique Lorenzo.

15. Tomarte un chocolate con churros en Bonilla

Siguiendo con el dulce, Bonilla es uno de los establecimientos por excelencia para tomarse un buen chocolate con churros, especialmente en la época invernal, cuando más apetece este postre. Desde hace más de medio siglo este local, que ahora se encuentra en la calle Cuba, endulza el paladar de los vigueses.

Churros con chocolate en Bonilla

16. Recorrer el Casco Vello

El Casco Vello de Vigo es una de las zonas con más encanto e historia de la ciudad, poblada de pequeños rincones dignos de ser visitados, locales originales y calles llenas de recuerdos. Imprescindible visitarlo y recorrerlo en profundidad.

Casco Vello de Vigo

17. Ir al Marco

El museo de arte contemporáneo de Vigo es también todo un símbolo de la ciudad. Está situado en la concurrida calle de Príncipe y ha acogido una gran cantidad de muestras que permanecen en el recuerdo de los vigueses, como la conocida instalación de Martin Creed en la que se llenó una de sus salas con 50.000 globos. Este centro alberga multitud de exposiciones temporales, multidisciplinares y rompedoras, y es de entrada gratuita al público general.

18. Darte un baño en una de las 38 playas de la ciudad

Más grandes, más pequeñas, con bandera azul, más vírgenes o con más servicios a su alrededor... Las playas de Vigo son diferentes y son muchas, ya que hay 38 opciones de baño en los arenales de la ciudad, por lo que visitarlas y bañarse en ellas es un plan perfecto apto para todos los gustos.

19. Probar la carta de dos restaurantes Estrella Michelin

Actualmente la ciudad de Vigo ya suma dos restaurantes Estrella Michelin: Maruja Limón y Silabario. Ambos son una excelente opción para degustar la más deliciosa comida de calidad. Cada uno de ellos tiene su personalidad y estilo característico, además, Silabario puede presumir de ser "el Estrella Michelin más barato de España".

Imagen del personal del restaurante Silabario en el verano de 2020.

20. Tomarte un helado encapuchado en el Capri

La heladería Capri es una de las más antiguas de la ciudad y de las más deliciosas. Recientemente ha tenido que cambiarse el nombre a "Heladería Capri. La Original" para evitar que otros se aprovechasen de su fama. Fundamental visitarla y probar su helado estrella, el "encapuchado", chocolate caliente recubriendo un delicioso helado en cucurucho.

21. Sacarte una foto con Julio Verne

Julio Verne visitó la ciudad de Vigo en dos ocasiones, una en 1878 y otra en 1884, y, desde 2005 los vigueses pueden visitarlo a él; eso sí, en piedra. La bahía de Vigo es precisamente el emplazamiento de uno de los capítulos de Veinte mil leguas de viaje submarino, cuando el Nautilus entra en la ría de Vigo para hacerse con los tesoros que descansan en el fondo del océano tras la Batalla de Rande. Hacerse una foto con Julio Verne no es algo de lo que pueda presumir todo el mundo, pero sí en Vigo.

Monumento a Julio Verne en los jardines de Montero Ríos.

22. Pasear por los jardines del Pazo de Castrelos

Los jardines del Pazo de Castrelos son un espacio especialmente valioso de la ciudad, que cuenta con especies exóticas y una gran variedad de plantas ornamentales. En 1955 fue declarado Jardín Histórico y Bien de Interés Cultural y uno puede pasear por ellos y encontrarse incluso con la magnolia de mayor tamaño de Galicia.

23. Una ruta por el arte urbano vigués

El programa Vigo, ciudad de Color ha conseguido que la ciudad se haya convertido en un epicentro del arte urbano. Más de 130 murales embellecen los muros y medianeras de la ciudad olívica y, gracias a un mapa digital en la página web del programa, se pueden situar con facilidad. Recorrer Vigo buscando estas interesantes muestras de arte es una gran actividad para los apasionados del grafiti.

Dibujo de Alejandro Fernández.

24. Caminar por el paseo de Samil

Samil es otro de los enclaves estrella de la ciudad. Su playa y su paseo son escogidos diariamente por los vigueses para disfrutar al aire libre. Unas estupendas vistas de las Islas Cíes lo convierten en uno de los lugares con la mejor puesta de sol de Vigo, por lo que, tanto en verano como en invierno, está especialmente concurrido.

Paseo de Samil

25. Disfrutar de una bebida acompañada de unas "patatillas" en la Plaza de la Constitución

La Plaza de la Constitución siempre está llena de vida, sus terrazas acogen día a día a cientos de personas que disfrutan del bullicio de un Vigo en movimiento continuo, mientras se toman una refrescante bebida acompañada de unas "patatillas", uno de los términos vigueses más populares y el aperitivo por excelencia. A lo largo de su historia ha vivido innumerables acontecimientos; acogió hasta 1978 la sede del antiguo Ayuntamiento y ahora es uno de los espacios con más vida social de la ciudad.

26. Conocer el Olivo de Vigo

Muchos creen que el Olivo que se encuentra en el paseo de Alfonso XII es el responsable del sobrenombre de "ciudad olívica", sin embargo, pocos saben que realmente es el nieto del gran olivo original que se encontraba en el atrio del templo de Santa María. Igualmente, es un símbolo de la ciudad y representación de su historia, por lo que es necesario conocerlo.

27. Recorrer la Senda Azul

La Senda Azul o Ruta del Lagares es un paseo fluvial que recorre parte de la ciudad. Se accede desde varias calles del centro de Vigo y se puede hacer en tramos. Su longitud total es de 8 kilómetros y es una excelente oportunidad para recorrer la ciudad a pie. Se puede comenzar en la Avenida de Madrid y finaliza en la playa de Samil.

28. Salir cenado con las tapas del Mesón Orensano

Este establecimiento hostelero de Vigo es de esos en los que pidiendo un par de bebidas consigues salir con el estómago lleno, por lo que se ha convertido en el local del tapeo por excelencia. Su especialidad son los platos tradicionales y la comida casera, y hace que merezca la pena alejarse un poco del centro para acabar "empachado".

Pinchos del Mesón Orensano

29. Beberte una caña en La Colegiata

Una de las estampas más típicas de Vigo es encontrarse con el entorno de La Colegiata lleno de gente cerveza en mano. Se trata de uno de esos lugares que se han convertido en el epicentro de la vida social viguesa casi sin querer, sin necesidad de una fecha especial La Colegiata se llena de gente y, también, de pipas por el suelo.

30. Visitar el Museo del Mar

Si hubiese un premio al museo con la arquitectura más bonita de Vigo, se lo llevaría el Museo del Mar sin ninguna duda. Situado en un enclave privilegiado, es el lugar al que acudir para aprender de la cultura marina. Es una excelente opción de visita con los más pequeños de la casa, además, el museo es completamente gratuito para los menores de 8 años.

Museo del Mar, en la parroquia de Alcabre.

31. Sentarte en el "Banco dos contos"

No muchos conocen el Banco dos Contos, sin embargo, se trata de un lugar muy importante para la historia de la ciudad. Está situado en lo que era la antigua muralla de Vigo, concretamente en la Puerta do Pracer, y en él los comerciantes se sentaban a hacer cuentas de lo ganado durante la jornada. Sentarse en él es posible gracias a los trabajos de recuperación que se hicieron en la zona en los últimos años.

32. Recorrer la ciudad en bicicleta

La ciudad de Vigo cuenta con un extenso carril bici que enlaza la parroquia de Teis con Samil, por lo que los más valientes y atléticos podrán recorrerla entera en bicicleta. Cada vez son más los que se pasan a este ecológico medio de transporte, lo que es sin duda un gran logro para el planeta.

Foto: Zicla.

33. Disfrutar de la noche en Churruca

Uno de los mayores atractivos de Vigo es su actividad nocturna y la calle Churruca es precisamente una de las principales zonas de marcha de la ciudad. Clubes históricos, salas de conciertos, pubs fundados por leyendas de la música local, el indie y el rock son los protagonistas en este interesante enclave vigués. La fiesta en Churruca empieza desde la tarde y aguanta hasta el amanecer.

34. Contemplar la ría desde lo alto de la ermita de A Guía

Este rincón de la ciudad de Vigo esconde un mirador prácticamente secreto, pues pocos saben que es posible subir a lo alto de la ermita de A Guía por solamente un euro - los fines de semana y los lunes, miércoles y viernes- y vislumbrar una de las vistas más impresionantes de la ría.

35. Celebrar la Reconquista

La Reconquista es la fiesta histórica de Vigo en la que se representa la toma de la ciudad por los franceses y como los habitantes la recuperaron. Es un evento multitudinario en el que la gente se disfraza, hay representaciones, puestos de comida y música popular. En 2019 fue declarada fiesta de interés turístico.

Fiesta de la Reconquista en Vigo

36. Degustar las ostras de A Pedra

Las ostras de la conocida popularmente como "Calle de las ostras" -que es en realidad la calle Pescadería- son otro de los principales reclamos turísticos de Vigo, y no es para menos. Las ostras se compran directamente a las ostreras que allí se encuentran y se degustan en una de las mesas del entorno, maridadas con un excelente vino blanco de las Rías Baixas.

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