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Tribuna Abierta

Oda a los buenos

Una breve reflexión sobre la bondad y amabilidad de algunas personas que se convierten en rayos de luz en nuestro día a día; por esa gente amable que lo es sin esperar nada a cambio y por ser más como ellos en este año que empieza. Por los buenos.
Andrea Pérez-Bouzada
Por Andrea Pérez-Bouzada
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El año pasado realicé, con la llegada del año nuevo, una reflexión profesional que trataba del acoso y derribo que muchos trabajadores sufren en sus compañías; algo que, por desgracia, ocurre continuamente. Mantengo intactas esas palabras y todos mis pensamientos sobre esa terrible realidad. Pero ahora, en este año que empieza, me gustaría dedicarle menos espacio a esa gente tóxica que contamina organizaciones y daña personas en favor de otros: los amables.

Las buenas personas, por suerte, también abundan. A veces solo es cuestión de mirar con calma, escuchar y dejarse querer. Normalmente, la gente amable no es consciente de su buen hacer, ni de la suerte que tienen los demás por cruzarse en su camino; esas personas buenas no saben que son un rayo de luz en un día malo, o en un día cualquiera… pero brillan y (lo mejor) hacen brillar.

En esta vida que va tan rápido y en la que el estrés y las tensiones forman parte del día a día, ahora que llevamos casi dos años de pandemia mundial superando baches y barreras que antes parecían ficción, la gente amable, las buenas personas, cobran aún mayor relevancia. Y se hacen también más necesarias.

Mi agradecimiento y reconocimiento para todos ellos, mi oda a los amables, por serlo, por alegrarnos el día, por hacer de este mundo un lugar mejor, por ser ejemplo y por dar luz, también, en los momentos más oscuros. 

Hace muy poco se fue una de esas personas que dejan huella. Sin conocerlo demasiado, pero sí a algunos muy cercanos a él, uno se da cuenta a la perfección de que Jaime Mateo era uno de ellos: gente buena de verdad. La inesperada muerte de este músico ourensano a los 41 años, una de esas grandes personas que dejan un vacío inmenso, me hizo pensar en todos aquellos que hacen magia y brillan sin saberlo.

Ojalá el 2022 sea el año del fin de esta pandemia que nos ha llevado al límite, que se ha llevado a muchos, y ojalá proliferen los amables, los buenos, los grandes. Que dejen huella, que den ejemplo. Y que todos hagamos el esfuerzo continuo de hacerle la vida más fácil a los demás. 

Que el éxito (profesional, personal y de cualquier índole) sea de los buenos. 

Andrea Pérez-Bouzada
Andrea Pérez-Bouzada
Periodista especializada en información económica con más de 14 años de experiencia. Medios económicos y generalistas, asesora de prensa en un organismo público, comunicación corporativa, comunicación interna... Fan incondicional de Vigo y su entorno. Ahora, redactora jefe en Treintayseis.