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Manzaneda, la única estación de esquí de Galicia y un lugar para disfrutar incluso sin nieve

La estación de montaña ha sabido adaptarse a un modelo de turismo desestacionalizado y ofrece experiencias todo el año relacionadas con el deporte y la naturaleza
Estación de esquí de Cabeza de Manzaneda
Estación de esquí de Cabeza de Manzaneda
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La estación de esquí de Manzaneda está guardada en la memoria de muchos gallegos con un cariño especial por ser el único espacio de estas características de la comunidad y un destino recurrente para las excursiones de invierno, sobre todo, junto a los pequeños de la casa. Ubicada en lo alto de Cabeza de Manzaneda, en la provincia de Ourense, cientos de personas acuden allí cada año para deslizarse sobre patines y trineos en cuanto llegan las primeras nevadas.

La inauguración de la temporada de esquí nunca cuenta con una fecha fija y depende siempre, como es lógico, de la llegada de las nieves. Este fenómeno de la naturaleza no es suficiente de por sí para la puesta en marcha de las pistas y por ello la estación de Manzaneda dispone de un sistema de cañones para la innivación (es decir, la generación de nieve artificial), que también necesita de unas condiciones meteorológicas adecuadas para su puesta en marcha.

Los amantes del esquí se mantienen en vilo cada temporada esperando que llegue el momento perfecto para que la nieve cuaje y se produzca la densidad suficiente para volver a patinar en Manzaneda. Desde la propia pista también siguen expectantes el parte meteorológico para dar el pistoletazo de salida a la temporada; normalmente, se produce en enero, cuando la temperatura media es de dos grados.

Durante este mes de diciembre los termómetros no han descendido lo suficiente como para propiciar unas nevadas contundentes, así que las pistas continúan cerradas. Pero Manzaneda es mucho más que nieve: la estación ha diversificado su oferta y es todo un espacio de ocio y aventura en la montaña perfecto para visitar en cualquier época del año.

Breve historia de la estación

Estación de esquí de Manzaneda.

Manzaneda se encuentra en el Macizo Central de Ourense y es el segundo punto montañoso más alto de Galicia, con una altura cercana a los 1.800 metros (el más alto es Pena Trevinca, de 2.172 metros). Su altitud hace que sea un punto propenso a las nevadas y por ello comenzó a ser frecuentado por excursionistas y esquiadores.

Sin embargo, la montaña era un lugar desprovisto de conexiones ni servicios. No había forma de desplazarse por la ladera sin ser a pie por caminos de pastores, lo que obligaba a los visitantes a hacer largas caminatas desde Trives, el pueblo más cercano en el que normalmente se alojan quienes acuden a Manzaneda.

Con la construcción de la presa de Chandrexa de Queixas en los años 60 fue necesario mejorar la conexión por carretera entre dicho pueblo y Trives, facilitando el acceso a Cabeza de Manzaneda. A finales de esa década, en 1968, los miembros del Club Peña Trevinca Montañeiros de Galicia comenzaron a montar el primer refugio de la montaña. Por aquel entonces, debido a la celebración de los Juegos Olímpicos de Grenoble, el lugar empezó a llamarse popularmente 'Manzanoble'.

Ese refugio construido con pocos recursos no tardó en crecer; en los años 70 se creó la compañía Estación de Invierno Manzaneda S.A., encargada de hacer realidad esa visión que es hoy la Manzaneda que conocemos. Se instalaron las pistas, el teleférico y todos los servicios necesarios para que Galicia pudiera presumir de estación de esquí.

Un paraíso para la bicicleta de montaña

Ciclismo de montaña en Manzaneda (Ourense).

La última etapa de la estación de Manzaneda ha estado marcada por el desarrollo de un modelo turístico desestacionalizado y enfocado al deporte y a la aventura. La empresa a cargo de la infraestructura en la actualidad es Meisa, cuyos accionistas principales son la Xunta de Galicia y la Diputación de Ourense. Así, desde los años 90 hasta hoy, se ha ido potenciando la actividad más allá de la nieve.

La fortaleza de la estación (sin tener en cuenta el esquí) son sus casi 11 kilómetros de pistas para practicar mountain bike, perfectas para los más novatos pero también para los expertos. Hay cinco circuitos para adultos cuyo nivel va escalando progresivamente; en orden de menor a mayor dificultad, son: Medras, Carqueixa, Avalancha, Cabra Calavera y Rochas. También hay un Bike Park Junior para que los pequeños de la casa gocen de la adrenalina de la bicicleta de montaña.

Todos los circuitos están señalizados y los usuarios podrán consultar sus dudas al equipo de trabajadores de la estación. Además, hay zona de lavado de las bicicletas y duchas gratuitas, sistema de portabicis y demás servicios para una experiencia segura y emocionante por la ladera de Manzaneda.

Actividades para los más aventureros (y disfrutones)

La oferta de ocio de la estación de Manzaneda no se limita al mountain bike. En las instalaciones, cerca de la zona de restauración, hay un parque multiaventura con diversos obstáculos, puentes y tirolinas para niños. Los más atrevidos también pueden disfrutar de una tirolina gigante de 250 metros que se alza a diez metros sobre el suelo, adentrarse en circuito de orientación para ser un verdadero aventurero en la montaña o probar una sesión de tiro con arco. Y por si todo esto fuese poco, próximamente se incluirán rutas a caballo y recinto de paintball.

Lo difícil en Manzaneda es aburrirse entre tanta actividad, pero también hay espacios para el mero disfrute y relajación. La estación dispone de un par de cafeterías y restaurantes y si se quiere disfrutar de un alojamiento en la propia montaña con todas las comodidades, existe un apartahotel de tres estrellas que incluye acceso a piscina y spa. ¿Quién dijo que este destino solo valía la pena bajo la nieve?

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