Esta es una de las calles más antiguas de Vigo y el motivo de su nombre no es el que piensas
Muy cerca de la Plaza del Rey, donde se erige el edificio del Ayuntamiento de Vigo, y encajada entre el Paseo de Granada y el ámbito de la rúa Progreso, se encuentra una de las calles más longevas de la historia de la ciudad y que, al tiempo, posee uno de sus nombres más curiosos. Su denominación es difícil de olvidar a pesar de que en la actualidad, el vial no tiene un protagonismo destacado, no es demasiado extenso ni cuenta con gran cantidad de negocios. ¿Sabes ya de cuál hablamos?
La rúa Pracer es una de las más antiguas de todo el plano vigués. Las primeras referencias a ella se pueden encontrar en escritos del siglo XVI, concretamente en el año 1543, según cuenta el libro Odonomia de la provincia de Pontevedra, de Daniel Antomil Pérez. La calle se situaba cerca de la antigua muralla de Vigo y de hecho, una de las puertas del recinto (había seis) se denominaba también Placer.
Además, la calle Pracer solía ser mucho más grande que hoy en día. En su origen, comenzaba en la Plaza de la Constitución y se extendía hasta el actual Ayuntamiento; sin embargo, en 1894 la parte baja de la calle pasó a llamarse Abeleira Menéndez y Pracer se limitó finalmente a lo que ahora se conoce. El vial también llegaba hasta la zona de A Areosa (en la actualidad, Plaza Elíptica), donde contaba con un tramo llamado Rúa do Pracer de Afora.
¿Por qué se llama así?
En cuanto al motivo de su denominación, a muchos les sorprenderá el origen tan inocente que en realidad esconde. Por poner en contexto: en el entorno del Casco Vello Alto, donde se encaja la calle Pracer, se reunían múltiples negocios de prostitución, sobre todo en las calles Ferrería y Abeleira Menéndez, las más cercanas al vial en cuestión. Es por eso que mucha gente piensa que el nombre de Pracer está relacionado con ello, una especie de pícaro juego de palabras.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Tal y como recoge el libro Odonomia de la provincia de Pontevedra y como describía Taboada Leal en el año 1840, antiguamente la rúa Pracer era un "lugar agradable" plagado de árboles, con una fuente y unas buenas vistas. Por ese mismo motivo, porque "el paseo por esta calle era placentero", se le denominó de esta manera.
