La Audiencia de Pontevedra condena a un profesor por besar a una alumna de 15 años
El profesor de matemáticas de una academia ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Pontevedra a dos años de prisión por un delito continuado de agresión sexual hacia una de sus alumnas. El docente besó en varias ocasiones en la boca, y sin consentimiento, a una joven de 15 años.
Por otro lado, el tribunal ha inhabilitado al hombre para el ejercicio de la profesión durante dos años, y le ha impuesto la prohibición de acercarse a la víctima y de comunicarse con ella durante tres años. Tampoco podrá ejercer el condenado, durante siete años, ninguna profesión, oficio o actividades -retribuidas o no- que conlleven contacto regular y directo con menores.
Tal y como recoge la sentencia, las magistradas consideraron probado que el condenado le envió a la víctima mensajes de WhatsApp que incluían stickers de contenido sexual. Según el fallo, en septiembre de 2019 el hombre esperó a la víctima a la salida del ascensor con una gominola en la boca y le dio un beso en la boca sin consentimiento.
Por otro lado, las juezas aseguraron que, en otra ocasión, el condenado se presentó en el domicilio de la menor, le ofreció un café y unos dulces, la agarró por los hombros y, sin contar con su consentimiento, la besó en la boca. Del mismo modo, en noviembre de 2019, aprovechando que se había quedado a solas con la víctima en la academia, le sujetó la cara y le dio, sin que ella lo consintiese, dos besos en la boca.
Por último, en otro momento, cuando el acusado bajaba en el ascensor con la menor, "la sujetó contra la pared, y, en contra de su voluntad, la besó en la boca". También un día, dentro de ese periodo, aprovechó de nuevo que estaban solos en la academia para entrar en el aula donde estaba la víctima y, sorpresivamente, besarla en la boca, también sin su consentimiento.
De esta manera, la Audiencia Provincial de Pontevedra ha vuelto a emitir sentencia sobre este caso luego de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) anulase su primera resolución. El fallo no es firme, pues cabe presentar recurso ante el alto tribunal gallego.
