Celta 2 - 3 Betis: papá, por esto somos del Celta
Sabor agridulce para despedir la temporada en el celtismo. El equipo de Coudet desperdició una renta de dos goles ante uno de sus rivales directos en la lucha europea. De esta forma, el Betis de Borja Iglesias y Pellegrini aguaba el regreso de la afición a Balaídos más de 450 días después.
El ambiente en los aledaños del estadio invitaba a pensar en una gran fiesta para rendir honores a aquellos que aún no conocían el aplauso de Balaídos, comenzando por Coudet. El técnico argentino mantenía su once de las últimas jornadas pese a jugarse únicamente el récord histórico de seis victorias seguidas en Primera.
El Celta tardaría casi un cuarto de hora en rondar el área bética con peligro, mientras Borja Iglesias aparecía por primera vez minutos después al irse al suelo entre pitos. Una cabalgada de Aaron Martín y dos disparos cruzados de Aspas y Aaron Ruibal completarían la primera media hora.
Pero en el minuto 30 un buen centro lateral de Kevin Vázquez, quien sumó otro gran partido como titular, obligaba a Marc Bartra a cometer un penalti sobre un Santi Mina que se deja caer levemente. Iago Aspas convertía desde los once metros para conseguir su 14º gol de la temporada y celebrar -y anunciar- el nacimiento de un nuevo retoño en la familia Aspas Rueda.
Una mano de Iván Villar y un reparto de amarillas por parte de Gil Manzano a Fekir y Aaron Martín añadieron algo de emoción antes del descanso.
Tras el descanso, el Celta volvía a golpear con una jugada marca de la casa. Tras una contra rápida, Aspas sumaba su 13ª asistencia -líder en solitario de La Liga- con una dejada a un Brais Méndez que con una rosca espectacular sumaba su noveno tanto.
Poco duró la euforia ya que una falta de Nolito a Emerson provocó un penalti en el minuto 52, que Borja Iglesias no desaprovecharía para recortar distancias ante la que fue su afición.
El partido se estancaría levemente, siendo lo más destacado la merecida ovación del celtismo a Nolito un año después de su regreso a Vigo. Pero superada la hora de partido, el Celta entraría en una crisis que le costaría la victoria.
En el minuto 68 una falta de Aspas sobre Lainez al borde del área. En esta ocasión Iván Villar no podría lucirse y Fekir conectaría directamente a la escuadra para poner las tablas. Dos minutos después, Gil Manzano continuaría su show expulsando a un Chacho Coudet que se fue ovacionado por primera vez de Balaídos y Víctor Ruiz remataba en un córner para lograr el definitivo 2-3.
El partido continuaría calentándose con la segunda amarilla a Cristian Tello, que se marchaba expulsado en el minuto 75. Poco después y ante las embestidas del Celta, Pellegrini retiraba al Panda, quien se marchaba con más pitos que aplausos.
Poco le faltó a Carlos Domínguez para cerrar un final de temporada espectacular con un cabezazo en el 87, pero Claudio Bravo mandaría a córner el balón. No habría tiempo para más y el partido moría con una derrota que no puede empañar el gran trabajo de Coudet y los jugadores este año.
Mientras el Atlético celebraba el título liguero en el césped de un Valladolid que regresa a Segunda, el celtismo ovacionaba a los suyos, aún incrédulo por un nuevo escándalo arbitral en contra. Porque chega outro ano e pasa tamén, y porque por cosas como esta somos celtistas. En septiembre volveremos más y mejor.
