Las madres trabajadoras llevan denunciándolo meses: la peor parte de la conciliación (o la ausencia de ella) durante la pandemia se la han llevado las mujeres. El teletrabajo ha supuesto para muchas una especie de esclavitud que, lejos de facilitarles las cosas, les ha hecho la vida imposible y les ha robado muchas horas de sueño. La necesidad de cuidar a los pequeños y atender su jornada laboral sin ayudas ha sacado a flote una asignatura pendiente en nuestro país que conviene abordar cuanto antes.

La última demostración de esta multitarea marital la hemos podido ver en directo este pasado martes en el programa Al Rojo Vivo de La Sexta que, en ausencia de Antonio Ferreras, presenta estos días la periodista María Llapart. Ésta conectaba en directo con la investigadora del grupo BIOCOM-SC de la Universidad Politécnica de Cataluña, Clara Prats, que se encontraba en su casa, para analizar los más de 200 rebrotes que están activos en España cuando una vocecilla se ha colado de fondo ante la risa nerviosa de la experta.

"Perdón, que tengo aquí una interrupción infantil", se disculpaba Prats, atendiendo como podía a su hijo de dos años y medio que reclamaba su atención. Desde el plató la empatía no ha podido ser mayor por parte de Llapart: "Genial, no tenemos ningún problema. Es más, valoramos mucho lo que está haciendo: que pueda hablar, que pueda mirar a la pantalla, que se pueda acordar de los datos y que encima esté atendiendo a su criatura".

Un aplauso unánime

La periodista continuó apreciando que Prats estaba demostrando "lo que viene siendo el teletrabajo que hemos padecido durante muchísimos meses" antes de agradecerle la atención: "Es usted una crack, se lo tengo que decir. Gracias por atendernos en esa situación". La investigadora procuraba en vano volver a la conversación y Llapart le echó un cable de nuevo: "No quiero que se preocupe. Quiero que atienda a su bebé, que le dé la atención que merece, que no se preocupe porque todo lo demás es secundario".

Le propuso dejar el Skype abierto "y, si usted después puede, porque querer ya sé que quiere, continuamos y, si no, encontraremos otro momento porque vamos a estar aquí todo el verano y ese bebé necesita a su mamá. Así que no se preocupe". Prats respondía aliviada y prometía contestar en cinco minutos tras "apagar el fuego":

Las interrupciones infantiles en tiempos de videoconferencias desde casa empiezan a estar a la orden del día. Sin embargo, lo que no es tan habitual es la comprensión y el apoyo brindado por Llapart desde el plató. Ambas profesionales se han llevado un aplauso unánime en Twitter:

Finalmente Prats pudo volver a conectarse para seguir con la entrevista tras dejar al pequeño entretenido.

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