Papas aliñás, la receta fácil y con truco estrella del tapeo andaluz

Papas aliñás, la receta fácil y con truco estrella del tapeo andaluz

Tesoros Gastronómicos de Sevilla

Esta es la tapa típica de primavera que todos los Sevillanos piden antes de comer: es fresca y saludable

Con una base tan humilde como la patata, este clásico de la gastronomía andaluza ha logrado conquistar todos los paladares.

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N. N.
Sevilla
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Ha llegado a Sevilla el momento de dejar de lado los potajes y comida varia caliente para dar paso a las recetas de temporada, y, de entre ellas, no hay mejor opción que las papas aliñás. Y es que por más que sea una opinión popular que no hay nada mejor que una comida hecha en la olla, la realidad es que con el calor, pensar en un plato caliente es ver caer de forma automática dos goterones de sudor por la frente.

Como alternativa, ha llegado la temporada de los aliños y de los platos fríos que, además de refrescar el cuerpo, son altamente nutritivos y aportan pocas calorías. Es el caso, por ejemplo de las papas aliñás o del salpicón de marisco entre otras tantas variantes.

No obstante, entre la gran variedad de platos que ofrece la época primaveral, las papas aliñás suelen ser las protagonistas de las comandas. Gracias a ser un alimento ligero y, por tanto, fácil de digerir, se convierte en el entrante perfecto para compartir en los bares de Sevilla antes del plato principal.

Con una base tan humilde como la patata, este clásico de la gastronomía andaluza ha logrado conquistar paladares desde las mesas más sencillas hasta las cocinas más exigentes. Las papas aliñás no necesitan adornos ni complejidades para brillar.

Cocidas con mimo, cortadas en su justo grosor y aliñadas aún templadas para que absorban bien todos los sabores, este plato representa una lección de sencillez bien ejecutada. Y es que cuando se combinan ingredientes frescos con buen aceite de oliva virgen extra, vinagre de calidad, cebolla o cebolleta fresca y, en muchos casos, un poco de perejil o huevo duro, el resultado roza la perfección.

Más allá de su sabor, las papas aliñás tienen otra virtud indiscutible: son tan versátiles como agradecidas. Aceptan añadidos como atún, melva, bacalao o incluso gambas, sin perder su esencia. Además, son una opción muy saludable.

Al estar elaboradas con ingredientes naturales y bajos en grasas saturadas, su aporte calórico es moderado y, al mismo tiempo, ofrecen hidratos de carbono complejos, fibra y nutrientes esenciales. Todo ello las convierte en una propuesta perfecta tanto para quienes buscan cuidar la línea como para quienes desean comer rico sin renunciar a lo saludable.

Pero si hay algo que hace especial a las papas aliñás es el componente emocional que arrastran: evocan comidas en familia, veladores al sol, botellines bien fríos y charlas sin prisa. No hay bar en Sevilla que no las incluya en su carta durante los meses de calor, y no hay sevillano que no tenga su opinión —y su receta— sobre cuál es la combinación perfecta. Porque en una ciudad donde el comer es casi un arte, las papas aliñás no son solo un plato: son una declaración de intenciones.

En definitiva, las papas aliñás no solo son un plato icónico del recetario sevillano, sino también un reflejo del estilo de vida de la ciudad: cercano, sencillo, sabroso y disfrutón. Son la prueba de que no hace falta complicarse para comer bien, y que lo tradicional, cuando se hace con cariño y buen producto, nunca pasa de moda.