
Una de las tortillas del establecimiento. Sevilla
El bar de Sevilla famoso por sus tortillas tamaño mini y personalizables: al lado de uno de los tesoros de la provincia
Este restaurante ofrece combinaciones sorprendentes como las patatas bravas con salsa de adobo o el brioche de pringá y roquefort.
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Sevilla no se queda corta en lo que a bares se refiere. La hispalense está repleta de espacios gastronómicos que ya se han consagrado como una de sus señas de identidad. Los hay de todo tipo, tanto tradicionales como de cocina de autor.
Las típicas tabernas y los -ahora de moda- gastrobares suponen un sí rotundo cualquier día de la semana. Sin embargo, muchos sevillanos van en busca de algo más. Los amantes de la comida quieren encontrar fusiones inesperadas o bares que destaquen en algo sobre los demás.
En esto, Sevilla tiene mucho que ofrecer. No solo el centro de la ciudad es experto en ofrecer opciones gastronómicas que dejan babeando a todo el que las prueba. También las zonas más periféricas y los pueblos de la provincia son expertas en deleitar a sus comensales.
Santiponce es uno de esos lugares a los que hay que ir si se pretende acabar con el estómago contento. Las ruinas de Itálica son uno de los grandes atractivos de esta localidad sevillana, pero no es el único. La gastronomía es otra de las insignias del lugar.
Enfrente de Itálica se encuentra una de las mejores alternativas en las que degustar buenas recetas. Se trata de la taberna La Romana, situada en el número 39 de la avenida de Extremadura.
Combinaciones muy originales
Aunque la carta es similar a la de los gastrobares en tendencia, tiene una amplia lista de opciones que despuntan. Se trata de una serie de fusiones de ingredientes que se ven poco en los demás espacios gastronómicos de la ciudad.
Ejemplo de ello es el pan bao de carrillera y ali-oli o el brioche de pringá y queso roquefort. Tanto el bao como el brioche están a la orden del día en las comandas de los bares y restaurantes de Sevilla. No obstante, en las cocinas hispalenses no se suelen ver combinaciones como las anteriores.
Con permiso de la ensaladilla y las patatas aliñadas, las patatas bravas se han consagrado como uno de los entrantes por excelencia de los almuerzos y cenas en la capital.
Cada día, cientos de comensales degustan este plato tan habitual en la provincia. Sin embargo, en la taberna La Romana, las mismas tienen un toque especial.
Los reyes de las tortillas
El restaurante combina esta receta tan tradicional con uno de los emblemas de la gastronomía de Sevilla: el adobo. Concretamente, las patatas están coronadas con salsa de adobo que aportan un sabor de lo más curioso y original.
Entrantes a parte, si por algo destaca este restaurante es por sus tortillas. Degustar una tortilla de patatas nunca viene mal. Todo bar que incluye un pincho de este manjar en su carta acierta seguro y esto es algo que saben en La Romana.
El equipo del mismo ofrece la posibilidad de personalizar las tortillas al gusto del consumidor. Gracias a esta opción, nacen combinaciones dignas de probar como la de gambas al ajillo o la gourmet. Esta última incluye jamón, queso y trufa y es una de las más pedidas.
Completamente personalizables
Los amantes de las tortillas bastante hechas están de enhorabuena, al igual que los que prefieren que el huevo esté algo líquido. Y es que en La Romana la mezcla de ingredientes no es lo único que se puede elegir, también el punto de la tortilla.
Cabe destacar que este plato tan querido en España se sirve en la taberna en formato mini, lo que supone un acierto para quienes prefieren probar varias recetas diferentes.
En definitiva, este bar de Santiponce se ha alza como una de las mejores opciones para los amantes de las recetas que combinan lo de toda la vida con un toque más actual. Sin olvidar que es el lugar perfecto para aquellos a los que les encanta innovar con los menús tradicionales como la famosa tortilla de patatas.